La Hermandad de El Rocío de Huelva sella su peregrinación con "la solemnidad y el respeto que se merece"

El Rocío/El Simpecado preparado para su salida, los rocieros esperando a comenzar a caminar junto a él y un cielo despejado que desafiaba al mal tiempo que se esperaba.

La Hermandad de El Rocío de Huelva ha celebrado su peregrinación sin incidencias y con la ilusión de quien espera uno de los días más mágicos de la filial. A las puertas de la Casa Hermandad el Coro de esta anunciaba la cuenta atrás al ritmo de sevillanas que la gente acompañaba con palmas e incluso hacía que una niña se arrancara a bailar desde los brazos de sus padres contagiada por el ambiente del momento.

Las puertas de la Casa Hermandad se abrieron para dar paso a la comitiva, en la que se encontraban el Hermano Mayor de la Hermandad de Huelva, Manuel Toscano Postigo; y el Presidente de la misma Hermandad, Antonio Sánchez de Piña Gazón; acompañados por la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda; la Subdelegada del Gobierno en Huelva, María José Rico; y la delegada Territorial de Turismo, Cultura y Deporte en Huelva, Teresa Herrera. Representantes de otras Hermandades también se han sumado en este recorrido tan importante para la filial onubense.

Tras ellos hacía su salida el Simpecado, al que siguió fervientemente una multitud de personas que no querían perder ni un minuto del recorrido hasta el santuario de la Blanca Paloma. En los porches de las casas de las calles las personas se amontonaban para ver pasar el Simpecado que avanzaba por la aldea almonteña impregnando el aire de esa devoción que es difícil de explicar si no se ha vivido.

La llegada de la comitiva a la ermita hizo replicar las campanas. "¡Viva la Virgen del Rocío! ¡Viva Huelva! ¡Viva la madre de Dios!", gritaron cuando el Simpecado encaró el portón encontrándose cara a cara con la reina de la aldea. Una vez dentro comenzaba la misa, solemne y cercana, sellando así la peregrinación de la Hermandad de Huelva.

"El silencio, el saber estar de la misa, eso es una seña de identidad de los rocieros de Huelva. A ver a la Señora hay que ir con toda la seriedad y con el respeto que se merece la Hermandad Matriz y el pueblo de Almonte", señalaba Antonio Sánchez tras la misa. El presidente se enorgullecía de que "son muchos los corazones que se han aunado para que salga una peregrinación de diez" y que ha podido ser posible gracias a los hermanos sin los que, aseguraba, "la Hermandad no somos nada".

Manuel Toscano señalaba que "ha sido un fin de semana espectacular" pese a la amenaza constante por la lluvia que obligó a cancelar la convivencia en Gato, pero no impidió que los hermanos disfrutaran de un tiempo juntos en la Casa Hermandad. "No se pudo hacer en Gato, pero me consta que las casas se ha disfrutado".

"Un manto que nos ha echado la Virgen", aseguraba Toscano al ver que, tan solo cuando el Simpecado regresó a la Casa Hermandad, comenzó la lluvia conservando los festejos en el interior de las casas que abrieron sus puertas a aquellos que habían quedado sin techo. Una vez más El Rocío y la Hermandad de Huelva demostraron que son mucho más que devoción, que son las personas que se juntan y que comparten ese amor por la Reina de las Marismas.