¿Por qué se ha iluminado el Santuario del Rocío de color rojo?

Este fin de semana la Ermita se ha unido a la iniciativa internacional Reed Week ACN por los cristianos perseguidos

Jesús Baca, el pintor que transforma láminas del Rocío en solidaridad

El Santuario del Rocío iluminado de rojo. / M.G

El Rocío/Quien haya visitado la aldea almonteña este fin de semana, se ha encontrado con una estampa inusual. El Santuario de Ntra. Sra. del Rocío ha sido iluminado en un tono rojo al caer la noche. No solo este, sino en más de un centenar de monumentos y edificios religiosos de distintas partes del mundo. Esta iniciativa es promovida por la fundación pontificia ‘Ayuda a la Iglesia Necesitada’ (ACN) España, que lleva en funcionamiento desde 2015, con el objetivo de concienciar, informar y orar por los cristianos perseguidos hoy en el mundo. Así se ha sumado el Santuario a la Red Week ACN 2024.

La Semana Roja comenzó el 18 y ha finalizado el 24 de noviembre. Bajo el lema ‘No cierres tus ojos a la persecusión religiosa’, se han organizado más de 300 eventos por las sedes de la fundación en Europa, América y Oceanía. En España, ha tenido lugar una exposición en Madrid, Sevilla y Zaragoza. La catedral de la Almudena, la Sagrada Familia y la basílica de Covadonga han lucido de rojo, así como el anfiteatro de Tarragona, lugar de gran valor simbólico por ser tierra de mártires cristianos de los primeros siglos. En Andalucía, la Catedral de Jaén también se unió a esta causa.

Sagrada Familia iluminada de color rojo. / M.G

La situación de los perseguidos

Según un informe publicado por ACN, en el que se analizó la situación de los cristianos en 18 países, las condiciones de los cristianos, en la mayoría de estos países, empeoraron considerablemente y otros se han mantenido sin cambios. El estudio ‘ ¿Perseguidos y olvidados?’, que abarca de agosto de 2022 a junio de 2024, solo destaca a Vietnam como un país en el que la situación se considera “ligeramente mejor”. Cuentan que aunque los problemas continúan, ahora es menos complicado registrarse como cristiano y han mejorado las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado.

En el estudio se narran historias en primera persona como la de Mariam. Una cristiana, enfermera de profesión que trabajando en Pakistán vivió una situación insólita. Tras su nombramiento como jefa de enfermeras, los compañeros se enfurecieron porque se le había dado el puesto a una cristiana. La acusaron de blasfemia. El desencadenante fue una pegatina en la que figuraba un versículo del Corán, que había sido dañada al intentar despegarla de una taquilla del hospital. La culparon junto a otra compañera de profanar el texto sagrado y estuvieron a punto de morir. Desde entonces, viven escondidas, cambiando con frecuencia de ubicación.

Aunque las luces se apagan a partir de ahora, el mensaje continúa.