Así ha dejado la Raya Real la Hermandad del Rocío de Villamanrique

La Raya Real es uno de los enclaves más icónicos y emblemáticos del camino que realiza un importante número de hermandades filiales en su recorrido hacia la aldea del Rocío. Se trata de un camino de arena ubicado en el Parque Nacional de Doñana, que discurre entre la Venta Mauro y el puente del Ajolí y por el que discurren casi la mitad de las hermandades filiales.

La belleza del paisaje que lo rodea y la dureza del camino lo convierte en un ritual de obligado cumplimiento para romeros y peregrinos, si bien en los últimos años se ha prohibido el acceso de los vehículos de tracción mecánico para facilitar el discurrir de las comitivas de las hermandades filiales.

La protección del medio ambiente y la limpieza de los caminos es una de las premisas del propio mundo rociero. No en vano, el propio presidente de la Hermandad Matriz de Almonte, Santiago Padilla, ha señalado en una entrevista concedida a Huelva Información que las “hermandades han sido pioneras en el cuidado de los caminos”.

Y como ejemplo de este compromiso, la Hermandad del Rocío de Villamanrique ha protagonizado este pasado fin de semana una jornada de limpieza en la Raya Real. “En la mañana de hoy (domingo 9 de junio), la Junta de Gobierno, Hermano Mayor 2025, Grupo Joven de Villamanrique, Presidente del Rocío de Espartinas, colaboradores y hermanos, han acudido a la realización de la batida de limpieza de la Raya Real, para mantener y cuidar nuestro entorno”, han explicado desde la hermandad.

“Desde aquí, agradecemos a todos los colaboradores y al mismo tiempo invitamos en años venideros la colaboración de todas las Hermandades que transitan por este lugar hasta llegar a La Aldea. Es responsabilidad de todos. Recordamos que nuestra Hermandad en su romería hasta El Rocío, lleva equipo de limpieza”, ha añadido la filial.

No es la primera vez que la Hermandad de Villamanrique protagoniza este tipo de iniciativas. El pasado mes de febrero, con motivo de la peregrinación extraordinaria, un equipo de limpieza propio se desplazó hasta la aldea para “dejar impecable El Real”, tras la jornada de convivencia que se había celebrado previamente.