Así ha reaccionado la Hermandad del Rocío de Valladolid a este nombramiento

El arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, ha sido elegido nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), para los próximos cuatro años, en sustitución del cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella.

Argüello ha sido elegido en primera votación por 48 votos, y fue el más votado también en el sondeo preliminar y no vinculante celebrado este lunes, con 32 votos. Tiene 71 años y ha sido secretario general de la CEE entre 2018 y 2022. Debido a su edad, Argüello no podrá repetir mandato.

El nuevo presidente tiene experiencia en la Conferencia Episcopal Española gracias a su desempeño como portavoz y secretario general y su elección ha despertado reacciones, entre ellas la de la Hermandad del Rocío de Valladolid, que no ha querido pasar por alto este hecho y ha realizado una publicación en sus redes sociales en las que se valora que el arzobispo de la capital castellana sea a partir de ahora el máximo dirigente de la Conferencia Episcopal Española.

“Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española. De tendencia conservadora, Argüello será el presidente de los obispos los próximos cuatro años. Desde nuestra Hermandad queremos darle nuestra más sincera enhorabuena”, ha señalado la Hermandad del Rocío de Valladolid tras conocerse este nombramiento.

El nuevo presidente de la Conferencia Episcopal ha pedido "unidad" en su saludo a los periodistas así como una Iglesia presente en la vida pública a través de los laicos. "Tenemos una especial responsabilidad, que es precisamente cuidar ese ejercicio de colegialidad de los obispos de España, su vinculación con el obispo de Roma, y desde él, con toda la iglesia universal, y alentar también que todo el pueblo de Dios camine unido", ha recalcado.

Precisamente, el presidente saliente, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, pidió este lunes en su discurso de despedida comunión entre los obispos y con el Papa. "Transformar este valle de lágrimas en un jardín de Dios es una tarea preciosa; una misión que solo podremos llevar a cabo si caminamos unidos a Dios y en comunión los unos con los otros", dijo.