El recuerdo con el que un Santo dejó su huella en el Santuario del Rocío

EL ROCÍO

Pluma utilizada por San Juan Pablo II. / Hermandad Matriz Almonte
J.M.M.

06 de julio 2024 - 06:00

Hace 31 años, un 14 de junio, la aldea del Rocío era visitada por un Santo. El papa San Juan Pablo II fue el protagonista de un acontecimiento histórico para la provincia de Huelva y para la devoción rociera que marcó un antes y un después.

La visita a la aldea y al santuario de la Virgen del Rocío fue la última etapa de su viaje en Huelva. San Juan Pablo II llegó poco antes de las seis y media de la tarde hasta la aldea mientras una multitud agolpada en la explanada del Santuario coreaba “¡Qué poderío, el Papa en El Rocío!”.

San Juan Pablo II tuvo oportunidad de postrarse y rezar ante la Patrona de Almonte y posteriormente dirigirse a miles de fieles desde el balcón que fue expresamente construido para esta visita en una esquina de la ermita y que desde entonces se reserva exclusivamente para visitas papales.

“Hoy soy yo quien peregrina hasta aquí para postrarme a los pies de esta sagrada imagen que nos representa y recuerda a María”, dijo Wojtyla, entregado a la devoción a la Virgen del Rocío y sus peregrinaciones anuales, como acto “positivo y alentador”. “Pero se le ha acumulado también, como vosotros decís, polvo del camino, que es necesario purificar”.

El gentío vibraba entre palmas por sevillanas, próximo a la despedida. Entonces el Papa concluyó con la ya mítica frase: “¡Que todo el mundo sea rociero!”, correspondida con los oles de la multitud. Fue ahí, en ese momento, cuando para siempre Juan Pablo II se convirtió en el Papa rociero, y para siempre quedó ligado a la Blanca Paloma.

San Juan Pablo II saluda desde el balcón. / Hermandad Matriz Almonte

Durante su visita a la aldea, San Juan Pablo II firmó un pergamino con una pluma estilográfica que hoy puede contemplarse en el Museo Tesoro de la Virgen del Rocío, ubicado en las dependencias del propia Santuario. La pluma fue donada a la Hermandad Matriz de Almonte por Juan Manuel Núñez Báñez, autor de la pintura del pergamino.

Desde el pasado 1 de julio, el Museo Tesoro de la Virgen del Rocío abre durante los meses de verano de miércoles a domingo en horario de 10:00 a 14:00 horas por las mañanas y de 18:00 a 21.00 horas por las tardes. Los lunes y martes las dependencias del museo permanecerán cerradas.

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