La Hermandad del Rocío de Gibraleón se reencuentra con su Simpecado tras un mes y medio de espera

EL ROCÍO

Imagen del Simpecado de la filial olontense.
Imagen del Simpecado de la filial olontense. / Hermandad de Gibraleón
J.M.M.

14 de octubre 2024 - 06:00

A mediados del pasado mes de agosto la Hermandad del Rocío de Gibraleón se despedía de forma temporal de su Simpecado, una pieza que realizada en 1977 por el orfebre Sevilla José Jiménez Jiménez y elaborada sobre fondo de terciopelo rojo con adornos en plata repujada con la imagen de la Virgen del Rocío en el centro en plata policromada. El Simpecado cuelga de una vara de plata repujada y tiene como terminación superior una cruz del mismo material. Fue costeado por los propios hermanos de la filial y se sometió a un proceso de restauración en 2009 en los talleres del orfebre sevillano Villareal.

Y precisamente éste era de nuevo el motivo por el que la Hermandad del Rocío de Gibraleón se despedía de forma temporal de su Simpecado. La pieza fue traslada el pasado 14 de agosto hasta Sevilla para ser sometida a un nuevo proceso de restauración, en este caso a cargo de Bordados Genoveva y Orfebrería Villarreal.

La cuenta atrás para volver a reencontrarse con esta pieza ha concluido y la propia Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Gibraleón ha informado a todos sus miembros que el Simpecado regresará este lunes 14 de octubre a la Ermita del Cristo de la Guadaña, sede de la filial rociera. Por este motivo, a las 19:30 horas se rezará una Salve de bienvenida al Simpecado y la Ermita del Cristo de la Guadaña estará abierta de 19:30 a 21:00 horas.

Éste es el actual Simpecado de la Hermandad de Gibraleón, pero no es el único que ha tenido a lo largo de su historia, desde que se fundó en 1935. Según explica la propia corporación en su página web, el primer Simpecado de la filial se bordó en el año 1941 por Gertrudis Labadía Borrero. Fue realizado en terciopelo rojo burdeos oscuro y costó 900 pesetas de la época. La pintura del interior del mismo fue obra de Félix González Rodríguez, catedrático de Bellas Artes.

Ya en 1966, la filial olontense estrena el que sería su segundo Simpecado. Esta vez fue realizado en terciopelo rojo y bordado por las madres Oblatas de Huelva, también con una pintura interior de la Virgen del Rocío de Reina sobre fondo multicolor. Fue donado Manuel Garrido Garrido el 16 de mayo de 1966.

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