Por qué el flamenco es importante para El Rocío y viceversa
José Joaquín Navarro: “El folclore popular tiene tintes flamencos y es la manera de oración a la Blanca Paloma”
El Rocío: Así es el primer musical que da vida a la magia y tradición del entorno
El Rocío/El sábado 16 de noviembre se conmemora el Día Internacional del Flamenco como recuerdo de que la UNESCO lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010. Este género musical presenta profundas raíces en Andalucía: Cádiz y sus puertos, San Fernando, Jerez de la Frontera, Sevilla y los pueblos de su provincia como Lebrija y Utrera, Granada y Córdoba y en Huelva, en particular, dónde se vive con un estilo propio, lleno de influencias que lo conectan con la tradición rociera.
El flamenco no es solo un género sino un arte, una forma de vida que refleja la identidad, y eso en la aldea de El Rocío se vislumbra especialmente. En fiestas o en peregrinaciones se puede apreciar con facilidad, aunque durante el camino y la romería, el flamenco se convierte en una forma de expresar la espiritualidad y la devoción a la Virgen del Rocío. Cada parada en el camino se llena de cante y baile, que fortalecen el sentido de hermandad y comunidad entre los peregrinos.
Los rezos y plegarias que cada romero quiere transmitirle a la pastora almonteña se canalizan a través de las sevillanas, fandangos o rumbas. Así, El Rocío se convierte en el escenario natural para el flamenco.
Además de sevillanas se ha ido también cantando, rumbas, tangos y fandango, que es uno de los palos clave de Huelva
Para Alegría Navarro, bailaora profesional, rociera y hermana de la Hermandad de Punta Umbría, “el flamenco es tan importante para el Rocío porque a ella siempre se le ha rezado cantando y en nuestro caso, ese cante ha sido generalmente por sevillanas. Es la forma más clásica que pertenece al folclore andaluz”. La bíblicas, corraleras, y también las rocieras. Este folclore ha ido evolucionando y creciendo, ha surgido una especie de “flamencamiento, pues se ha ido también cantando, rumbas, tangos y fandango, que es uno de los palos clave de Huelva”, explica la bailaora.
Su padre, José Joaquín Navarro, también bailaor, coreógrafo y profesor, aprendió sus primeros pasos con el insigne Enrique el Cojo y ya desde entonces profesó una profunda admiración por Antonio Ruiz Soler. En sus primeros años le acompañaba su hermano, el Niño de Pura y en 1992 le llegó el primer gran reconocimiento de muchos. Para este, toda manifestación flamenco-popular es llevada a través de los caminos, de la fe hasta la Blanca Paloma: “Con lo cual, allí se manifiesta la gente de Jerez por bulería, la gente de Triana por tango, porque cada provincia hace del folclor popular que se arraiga a ella. El folclore popular tiene tintes flamencos y es la manera de oración a la Blanca Paloma”, manifiesta.
El flamenco es una representación del sentimiento de Huelva y de Andalucía. En el Día Internacional del Flamenco se celebra no solo un género, sino una forma de vida que los conecta con su tierra, su fe y su comunidad.
No hay comentarios