El Rocío 2023: la Virgen se reencuentra con las filiales en una larga procesión por la aldea

Esta madrugada se cumplía la espera de los miles de rocieros que en la última semana se han trasladado al Rocío. La Blanca Paloma salía en procesión cuando aun no daban las 03:00 y comenzaba a recorrer las calles de la aldea almonteña.

Se trataba de un momento especialmente anhelado. Tras dos años de ausencia por la pandemia, el pasado 2022 la procesión fue recortada drásticamente debido a la rotura de un banco del nuevo paso, así que los devotos de la Virgen del Rocío no pudieron vivir algunos de los momentos más emblemáticos de este Lunes de Pentecostés. En total, tres años en los que la patrona almonteña no veía la luz del sol en las calles de la aldea en el Lunes de Pentecostés.

Hasta hoy. Amanecía en el Rocío poco antes de la llegada de la Virgen a Huelva. Un momento que los hermanos de la filial esperaban con ansias. Eran las 08:20 cuando comenzaban a sonar las campanas de la Hermandad y, solo diez minutos después, la Blanca Paloma se miraba de frente con el simpecado de la filial más multitudinaria y una de las más señeras de las que peregrinan a la aldea. La emoción de los presentes se hacía visible durante el rezo de la Salve y los vivas gritados por su hermana mayor, Cinta Rocha.

Y tan solo hora y media más tarde, alrededor de las 11:00, la Virgen del Rocío se reecontraba con la Hermandad de Emigrantes. La concha peregrina esperaba a la patrona almonteña en la Plaza Doñana, a las puertas de la Hermandad de Gines. El encuentro se ha producido entre sentidas lágrimas y abrazos entre los hermanos de Emigrantes, que ya esperan con ganas repetir estos instantes en la próxima romería.

Precisamente, en el balcón de la Hermandad de Gines, siendo testigo del momento más importante para Emigrantes, se encontraba el nuncio del Papa en España, Bernardito Cleopas Auza, quien ya realizó la homilía de la misa Pontifical del domingo por la mañana y quien sin duda se ha quedado cautivado por la tradición más arraigada de la provincia onubense.

Tras recorrer la calle Almonte, la Virgen del Rocío llegaba a Moguer y se despedía de los rocieros y de la Matriz con una gran petalada en las puertas del santuario. Eran las 14:23 cuando la Blanca Paloma ha entrado en su ermita. Por tanto, un total de doce horas de procesión que nos dejan un buen número de momentos para el recuerdo. Una procesión que se ha caracterizado por su lentitud, que ha permitido saborear cada momento con sosiego y sin prisas.

Con la vuelta de la Blanca Paloma a su santuario se pone el broche a una romería 2023 en la que todo se ha recuperado del todo la normalidad previa a la pandemia. Ya podemos ver a los primeros rocieros abandonando la aldea después de días cargados de emociones. Las hermandades de Huelva y Emigrantes parten este martes rumbo a la capital. Llegarán a la ciudad el próximo miércoles con un desfile que, cada año, nos permite comprobar las huellas que la Virgen y su romería dejan en los rocieros.