La RAE incluye el término lobby en el diccionario
La decisión fomenta un debate sobre la transparencia y la ética en los procesos de representación de intereses. Dana, barista o espóiler, nuevos términos dentro del DRAE
La Real Academia Española (RAE) ha incluido el término lobby en el Diccionario de la Lengua Española (DLE) tras la última actualización del mismo. Esta determinanción ha sido valorada desde distintos sectores que han destacado la influencia de este término en los ámitos políticos, sociales y económicos.
La RAE define ahora 'lobby' como “Grupo de presión”: “Conjunto de personas o entidades que, en beneficio de sus propios intereses, influye en una organización, esfera o actividad social”, y “Actividad cuyo objetivo es influir en la toma de decisiones en el ámbito público o privado en favor de intereses determinados”.
Servimedia ha contactado con lideres destacados de la profesión en España y valoran muy positivamente la iniciativa de la RAE, ya que entienden que, con esta inclusión, la RAE adapta su diccionario a la realidad del uso cotidiano del término en el ámbito hispanohablante, donde ‘lobby’ se ha incorporado sin traducción directa desde el inglés, aunque a menudo se usen equivalentes como “grupo de presión” o “cabildeo”.
El término ‘lobby’ no está exento de controversia. La decisión de la RAE de incluir y redefinir ‘lobby’ refleja la globalización del lenguaje y la necesidad de dar cabida a términos que, aunque de origen extranjero, tienen un uso extendido en los países de habla hispana. Según los académicos, este reconocimiento también responde a la creciente relevancia del concepto en las democracias modernas.
El secretario de la RAE, Santiago Muñoz Machado, declaró durante la presentación de la actualización que “el lenguaje está vivo y evoluciona con la sociedad. ‘Lobby’ es un término que se ha naturalizado en español, y nuestra misión es incorporar esas voces al diccionario para que el idioma refleje la realidad actual.”
La entrada de ‘lobby’ en el DLE no solo estandariza su uso en el español escrito y hablado, sino que también fomenta un debate sobre la transparencia y la ética en los procesos de representación de intereses. Para los expertos, el término ya es parte de la conversación pública en temas como política, economía y derechos civiles. En definitiva, la incorporación de ‘lobby’ al diccionario de la RAE simboliza un paso más en la adaptación de la lengua a los desafíos del siglo XXI, un recordatorio de que el español, al igual que las sociedades que lo hablan, está en constante transformación.
Un derecho democrático
Distintos profesionales han valorado, en declaraciones a Servimedia, la decisión de la RAE. Joan Navarro, sociólogo, politólogo y presidente del AP Institute, afirma que “participar en la elaboración de las políticas públicas es un derecho democrático que exige rigor y profesionalidad y debe empezar por contar con definiciones adecuadas que demuestren el valor de sociedades colaborativas”.
Por su parte, David Álvaro, director general adjunto de Acento Public Affairs, considera que “reflejar adecuadamente el desempeño, bondades e implicaciones del lobby era una obligación de la Academia y por la que muchos hemos trabajado desde hace años. Ahora queda un paso más, conseguir la regulación del sector”.
Una definición valiosa
En esta línea, Alfonso López, CEO de Rud Pedersen España, destacó “la importancia de contar con una definición que aglutine a los diferentes actores que operan en la mejora de las políticas públicas que afectan a los ciudadanos, mostrando el mayor enfoque posible y contando con el conocimiento de expertos profesionales”.
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