Begoña Pérez, 'La Ordenatriz': "Para limpiar, primero hay que ordenar"

Begoña Pérez, La Ordenatriz, es publicista, relaciones públicas y madre de siete hijos. Desde hace cuatro años se ha convertido en la influencer de referencia sobre orden y limpieza. Además colabora con marcas y medios como experta en gestión del hogar. También ha protagonizado una serie para AMC Selekt (Movistar, Orange, Vodafone, etc.) y semanalmente colabora en Y ahora Sonsoles en Antena 3. En 'Los trucos de la Ordenatriz' ha recopilado más de 130 recetassobre las principales preguntas que los seguidores le plantean a diario.

Begoña Pérez, 'La Ordenatriz' / Juan Carlos Vázquez
Reyes Rocha

22 de enero 2025 - 13:41

-Su libro Los trucos de la ordenatriz va a ahorrar muchas llamadas de teléfonos a madres y abuelas

-Las madres pueden hasta estar celosas. Hay veces que me lo dicen, con mucha simpatía y al contrario. Mujeres de 70 años o más me dicen "esta chica es lista, el libro está muy bien". Fíjate, me ven como una chica. Todavía tienen ganas de aprender cosas distintas y les gusta.

-El anterior libro se llamó Limpieza, orden y felicidad. ¿Es esta una hoja de ruta hacia la felicidad, el siguiente será el orden?

-Había que contar que para limpiar, primero hay que ser ordenado. Es la pescadilla que se muerde la cola. Desde luego, donde no hay orden uno piensa que no hay limpieza. Y al contrario, cuando una casa está ordenada, ya piensas que está limpia. Esto me sirvió para saber que cuando algo está ordenado, es más fácil limpiar y cuando algo está limpio estamos más tranquilos. Si hago por ejemplo macarrones con tomate de cena y mientras tengo que recoger lo que antes no he ordenado, entonces tardo el doble.

-¿Todos los pequeños desastres tienen solución? Algunos como dejar impoluta la funda del móvil se nos resiste.

-Lo de la funda del móvil he llegado a la conclusión que está así para que la tiremos, que tiene programado que estará sucia a los dos meses. Hay manchas que se resisten y estoy intentando averiguar. Por ejemplo, si hablamos de niños pequeños, el pompero. Cuando echas a lavar esa camiseta del niño y parece que está pues un poquito sobado, como con unas gotas de agua. Yo no sé qué tiene ese, pompero que cuando se pone en la lavadora y se mezcla con el jabón y con el agua tiene unas manchas como de grasa para mí inquitables y hay muchísima gente que no las consigue quitar. Algo he conseguido aplicando percarbonato a base de bien, pero es muy difícil.

-El percarbonato es el gran aliado para las madres de niños pequeños

-Cuando uno tiene que blanquear es lo mejor. Hay que ir a las droguerías de las de toda la vida, que saben un montón, trabajan muy bien sus productos y tienen la paciencia de enseñarnos, para qué sirve cada producto y cómo se utiliza. Hay muy pocas y cada vez cierran más. Antes cada barrio tenía su droguería de referencia, donde te explicaban cómo utilizar esos productos, y qué propiedades tienen. Sabían muy bien su trabajo, cómo quitar las termitas, por ejemplo. Por eso la Ordenatriz está siendo un éxito, porque nadie nos enseña para qué sirve cada producto y cómo se utiliza.

-Una figura que se ha perdido.

-Era como un multimarca estupendo y te fiabas muy bien de los drogueros porque sabían muy bien de su trabajo, como quitar el óxido, o blanquear la ropa. Nos falta un poco esa referencia de toda la vida de los barrios de toda la vida y de nuestros padres, que lo sabían de sus padres y así eso iba pasando de generación en generación y ahora ya no tenemos a nadie que nos lo cuente.

-Ahora hay muchos productos de limpieza específico para cada material.

-Podemos aunar. Aun habiendo muchísimas cosas para limpiar siempre hay una situación específica para la que quizá no hay nada. Para estas situaciones es necesario conocer cómo funciona cada producto específico. Por ejemplo, hablando del percarbonato, no es un desinfectante porque para que tenga este sello lo tienen que decir de Sanidad que además está dentro de Europa o sea, no es nada fácil, aunque en ese sentido estamos en un paraíso en España. Tanto en cosmética como en limpieza está muy bien etiquetado todo, aunque no lo entendamos pero es una gozada. Seguimos con el percarbonato, blanquea, pero también quita olor, pero a lo mejor no lo podemos usar en tonos oscuros. Me encantaría poder hacer un prospecto con cada producto de limpieza.

-¿Como los que traen las medicinas?

-Estudié Publicidad y Relaciones Públicas. Uno de los primeros días de clases, el profesor nos dijo que qué pensábamos de un prospecto de medicina y ante nuestra cara de sorpresa nos dijo que era la mejor publicidad del mundo porque dice todo lo bueno del producto, pero también lo malo. Eso lo tendríamos que tener en los productos de limpieza y como no mezclar, etc. Eso me gustaría. Lo mismo eso me da ideas para un próximo libro. Pero es que, además, el mercado fluye muchísimo, por ejemplo, había salido hace poco al mercado un detergente con oxígeno activo que quitaba muy bien el olor y que blanqueaba. Lo han quitado. Algo ha pasado ahí. Hay cosas que creemos a lo mejor que avanzamos, pero es importante tener los conocimientos de saber que desinfectan muy bien la lejía, el alcohol y, por supuesto, un producto desinfectante, pero que a lo mejor es más caro, pero que nos viene muy bien porque no destiñe, por ejemplo.

-¿Hay imprescindibles en el armario de la limpieza?

-El primero y más básico es el jabón neutro. Es barato y nos vamos muchas veces a buscar productos, pero primero hay que limpiar porque tendemos a irnos a aquello que casi nos lo vuelve a dejar doblado en el armario. Y luego tenemos muchas cosas que nos ayudan, por ejemplo, el agua oxigenada que blanquea. Muy útil para las manchas de tomate que no acaban de quitarse después de lavarlas, pero tenemos que saber que no la podemos usar con sol porque entonces nos amarillea, pero quita olores fenomenal. Tras la dana en Valencia he aconsejado a muchas personas que utilicen el agua oxigenada y el oxígeno activo, que es parecido pero no es lo mismo para nada. Nos puede ayudar muchísimo para los olores y para la limpieza, para blanquear una pared un poco. A ver, esto no evita las pinturas. Cuando hay que pintar una pared, es inevitable. Podíamos unificar con máximo seis productos: jabón, agua oxigenada, alcohol, percarbonato, bicarbonato, vinagre de limpieza y amoniaco. El mayor consumidor de amoniaco es Andalucía, pero ojo, con cuidado por las intoxicaciones.

-En el libro vienen cómo se limpia el albero o los mantones.

-Aquí sabéis mucho. Pero tú te vas con un mantón a Madrid y te dicen en la tintorería que no. Están acostumbrados a ser demandados y no se arriesgan. O sea, que hay que saber y no denostar los trabajos de limpieza y ordenación. Hay que elevarlos porque son más que dignos. Cuando sales de casa y vas a cualquier sitio, la ropa debe ir limpia, y tener un aspecto ordenado.

-Los trucos de la Ordenatriz tiene un traductor de etiquetas utilísimo.

-Esta idea fue porque ya estoy en una edad donde los hijos se van de Erasmus, se van iindependizando y llega un momento en que preguntan a las madres y, algunas veces, nosotras tampoco sabemos y además está el momento en el que nos entran nervios y no sabemos qué hacer. Por eso es importante que sepamos leerlas. Estoy convencida de que todo, con cierto cuidado, esmero y arte, se puede lavar.

-¿Antes que tirar, lavar y arreglar?

-Así también se ahorra. Es difícil el equilibrio, porque si guardar mucho puedes caer en un problema de orden por acumulación. Esto lo tenemos que trabajar bien y como dice Marie Kondo vamos a despedirnos tranquilamente de ese jersey que hace siete kilos que no nos vale, por ejemplo, pero otra cosa es decir: tengo este sofá y utilizo el amoniaco para limpiarlo, que no es lo más ecológico del mundo, pero a mi entender es más sostenible limpiar y conservarlo que tirarlo porque lo tengo sucio. Ya no hablo de dinero, sino de cuánto ocupa un sofá en un vertedero frente al uso que se le puede seguir dando. Esto es aplicable a un montón de cosas que no sabemos cómo lavar como unos zapatos que no se pueden meter en la lavadora, el sofá, el asiento del coche, el asiento del niño del coche y todas esas cosas que son muy voluminosas que cuestan mucho dinero. Aquí creo que deberíamos esforzarnos en ser prudentes y tirarlo antes que cambiarlo.

-Aunque luego las manchas no se quiten, ¿hay que insistir?

-Desde luego siempre lucharlo. Luego ya a lo mejor no nos sale bien, pero lucharlo. En el libro hay un capítulo más o menos extenso de cercos porque cuántas veces hemos ido a limpiar un sofá y queda peor por el cerco. Aquí explico por qué se produce el cerco, cómo quitarlo y cómo evitarlo.

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