Miriam Cantero: “A día de hoy en Extremadura el flamenco está aseguradísimo”
Transgresora, con voz peculiar, “extraordinaria y muy versátil”, Miriam Cantero (Cáceres, 1987) viene del flamenco hasta tres generaciones más atrás y fue la ganadora del primer premio nacional de saetas del Festival del Cante de Las Minas de La Unión en 2024. Su primer trabajo discográfico, Maestras, un homenaje “a las mejores”, ya está publicado en los dos formatos, físico y digital, y puede adquirirse en su página web miriamcantero.com. Su pasión y su arte arraigado en la tradición, sin perder la perspectiva de la modernidad, la encumbran entre lo mejorcito del flamenco actual.
Pregunta.Se la considera la “embajadora del flamenco moderno”, ¿qué es el flamenco para usted?
Respuesta.El flamenco es mi vida, porque vengo de familia de cantaores: mi padre, mi madre, mi hermana. Desde que estaba en el vientre de mi madre, ella era cantaora e iba por los escenarios de Extremadura. Me crié en ese ambiente. Los kilómetros, la carretera, escucharlos cantar en casa, los ensayos... me he empapado. No entiendo mi vida sin el flamenco.
P.¿Cómo se puede aunar la tradición con lo moderno?
R.Hemos experimentado en mi primer álbum, Maestras, que ya está en formato físico y digital. Es un repertorio de cantes y canciones con los que intento conservar la tradición, pero la producción musical tiene el punto moderno y también algunas cositas que son detalles míos a la hora de interpretar, de expresarme en mi forma de cantar. Entiendo que esa es una forma de innovar de alguna manera y no perder la esencia del todo. Actuar con efectos digitales, con una producción más actual desde el punto de vista técnico.
P.¿Es más fácil acceder a este mundillo cuando su infancia fue la que fue?
R.Mucha gente piensa que para mí ha sido supersencillo, pero siempre he sido una niña muy tímida, y mis padres y mi hermana eran mis referentes. Era una responsabilidad. Me ha costado dar ese paso, pero como digo siempre, cuando se tiene pasión por algo se lucha con lo que haga falta, incluso contra uno mismo. Puede ser que una infancia como la mía me abra esa puerta, pero de ahí a dedicarme yo al flamenco, por mi forma de ser, me ha costado lo mío. Pero a día de hoy estoy muy feliz de haber dado ese paso. Me dedico a mi pasión.
P.Se define a sí misma como “una flamenca cantando a la libertad”, ¿qué tiene que ofrecer a diferencia del resto de artistas de su género?
R.Creo que en mi forma de cantar abro mi corazón. Mi forma de expresar también dice mucho del cómo soy. Con una sensibilidad especial, con toque de dulzura, con un toque de mezclar un aire añejo con aire fresco a la vez y, sobre todo eso, jugar con lo nuevo, jugar con estas nuevas tendencias de música y no perder esa esencia. Creo que puedo aportar ese toque distinto al cantar.
P.¿De quién bebes en el mundo del flamenco?
R.Mis grandes referentes son las voces que yo considero más similares a mi forma de cantar. Recuerdo a Marchena, a Juanito Valderrama, Niña de la Puebla, Niña de los Peines, o los grandes de mi tierra, como Porrinas de Badajoz o Marelu son para mí grandísimos referentes.
P.¿Para ser saetera qué se necesita?
R.Ante todo pasión y fe en lo que estás interpretando, porque al fin y al cabo la saeta es una oración cantada. Sentir realmente lo que estás cantando. Para mí la saeta es uno de los cantes más difíciles del flamenco. Se requiere de unas cualidades mínimas vocales y una capacidad de administrar esa técnica con emoción, porque hay muchísima emoción ahí contenida y hay que saber gestionar un poco.
P.¿Cómo sienta ganar el XXI Certamen de Saetas y Cantes Mineros de Pasión de La Unión de 2024?
R.Estoy superfeliz. Como nieta de mineros, que trabajaron en Aldea Moret en Cáceres, tuve la motivación de cantarle al Cristo de los Mineros y pedirle por una persona especial para mí, y de remate me traje el primer premio, con lo cual para mí es una felicidad tremenda.
P.Las cantes mineros tienen mucha relevancia para Vd.
R.Lógicamente tienen un simbolismo muy arraigado al venir de donde vengo.
P.¿Y qué me dice de la Semana Santa cacereña?
R.Considero la Semana Santa nuestra de Cáceres como una Semana Santa sencilla, muy recogida, muy íntima, muy sentida y muy bonita. Yo la percibo así. Desde que era chiquitita iba con mis padres y con mi hermana y ellos le cantaban a los pasos en esos balcones. A mí se me ponían los pelos de punta.
P.Diferencias entre la saeta cacereña y la andaluza.
R.La saeta cacereña se conserva desde antaño. Es una saeta llana, hecha para ser cantada por el pueblo, sin excesivos adornos. Pasa que al llevar estos cantos religiosos al flamenco, este deja su impronta con su forma de cantar y con su estética, pero en Cáceres, fíjate, se conserva esa saeta antigua, muy bonita, muy sencilla. El año pasado lancé una versión de estas saetas con los dos estilos que conservamos, uno de ellos es el de Niño de Pizarra y otro es de Teresa la Navera. Para mí tienen mucho simbolismo porque las han cantado mi padre, mi madre y mi hermana. Creo que esa pequeña diferenciación con la andaluza podría estar en que conservamos esa saeta especial, esa saeta antigua que en Andalucía no se conoce.
P.Su primer disco, Maestras, es un homenaje a grandes voces femeninas.
R.Hay un abanico de grandes artistas, todas ellas del mundo del flamenco y de la canción, como Chavela Vargas . Y todo envuelto en una producción preciosa, actual, de Rodrigo Fernández.
P.Ha pasado del flamenco ortodoxo al flamenco más fusión, ¿cómo lo reciben en los ambientes puristas?
R.Tengo los más puristas del mundo en mi casa, pero estoy feliz porque parece que ha caído muy bien. Ha gustado mucho. Han sabido valorar el querer conservar esa esencia jugando con lo nuevo, e intentar llevar el flamenco a otros públicos, que es de lo que se trata.
P.¿El futuro del flamenco está asegurado?
R.Por supuesto, estoy convencidísima. Cada vez hay más cantaores, la cantera va creciendo. Hay una pasión y una afición tremenda por el flamenco y por conservar nuestros cantes autóctonos, nuestros tangos, nuestros jaleos y, sobre todo, el deseo de llevar también nuestros flamencos extremeños fuera de nuestra región.
P.¿El flamenco extremeño tiene voz propia?
R.Es un flamenco muy de raíz, muy de peso. Me lleva a viajar hasta la mismísima Plaza Alta de Badajoz con esos ambientes entre los gitanos, ese mercado de ganado en Zafra, esos intercambios culturales... A día de hoy en Extremadura el flamenco está aseguradísimo, tenemos grandes cantaores.
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