"El rechazo a acentos diferentes se da por discriminación o por ignorancia"
María Méndez Santos | Lingüista, investigadora y docente
Contra la discriminación lingüística. María Méndez Santos (Vigo, 1982), filóloga y doctora en Lengua Española, es autora del libro No me gusta como hablas (o más bien no me gustas tú (en la librería La Fuga), que pone el foco en la discriminación lingüística, el odio a los acentos y formas de expresión diferentes. Integra sendos grupos de investigación en las universidades de Alicante (Acqua) sobre la enseñanza de lenguas extranjeras; de Vigo (Grades) sobre sintaxis, variacionismo, estudios del discurso, y de Salamanca (EstandaRev). Entre sus referentes y personas que le inspiran, su profesora y lingüista Maruxa Cabeza, su maestro Antonio Rifón (director de su tesis) y el gran lingüista Moreno Cabrera. Ha elegido llamarse María, en lugar de María del Carmen, por razones de identidad personal ("Carmen siempre me ha parecido un nombre de señora"). Se decantó por la Filología por su profesora Nunci, de gran paciencia, que supo transmitir su pasión por la lengua. Le encanta pasear y quedar con sus amigos cuando tiene un hueco.
Pregunta.-Un ejemplo de glotofobia es la burla hacia la forma en que nos expresamos los andaluces...
Respuesta.-El otro día Esperanza Aguirre se burlaba de la vicepresidenta (María Jesús Montero) por su forma de hablar, imitándola en el seseo para ponerla en cuestión. Cuando tú te burlas de alguien por su forma de hablar es porque no tienes nada más inteligente que decir. Y eso es lo que le gusta a la gente que vota a Aguirre: argumentos que no requieren razonar, un discurso vacío, pasional, emocional y visceral que les lleva a ser borregos, en lugar de pensar en las cosas que están entre el blanco y el negro.
P.-¿Qué le dice María Jesús Montero de estas reacciones que suscita su acento andaluz?
R.-En mi libro incluyo una entrevista con la vicepresidenta sobre esta cuestión, y con otros profesionales y políticos andaluces: un actor de Cádiz, una parlamentaria de ascendencia saharaui (Tesh Sidi), etc. María Jesús Montero cuenta que a ella las críticas le dan igual, pero otros de sus compañeros sí sufren por eso.
P.-¿Qué tipo de discriminación generan determinados nombres?
R.-A la diputada de ascendencia saharaui (Tesh Sidi) se olvidaron de nombrarla en el Congreso, en la constitución de las Cortes, por la supuesta complicación para pronunciar su nombre. La gente asume que si no te llamas Paca no eres española. Entonces entramos en toda la toxicidad de lo que implica ser español: blanco, cristiano de ascendencia, que no seas hijo de inmigrantes.... Feijoo decía, en las elecciones de Cataluña, que su candidata era muy muy catalana porque se llamaba Dolors Montserrat Montserrat. Pero que eso sea lo mejor que puedes decir de una persona es lamentable ¿Es que volvemos a la hidalguía: cuánto de puro eres? Afirmar que hay que volver a los catalanes, a los que son realmente hijos o nietos de catalanes, es prescindir de media Cataluña ¿Qué más te dará de dónde sea una persona? Una persona que vive aquí y se siente de aquí, es de aquí ¿Tú quién eres para darle carta de naturaleza a su origen o a su nacionalidad? La nacionalidad es un papel: si eres rico igual te la compras. Al final es racismo o xenofobia.
P.-¿Hay personas a las que le avergüenza su acento andaluz?
R.-En las entrevistas que hicimos para el grupo de investigación EstandaRev una chica de Cádiz que ceceaba contaba que le daba vergüenza hablar y llegó a decir que le gustaría hablar fino. Y al preguntarle qué quería decir con hablar fino, me dijo: Hablar como tú. En realidad lo decía porque había interiorizado la opresión de que no pronunciar las eses finales es hablar mal. Algunos alumnos de Cádiz tienen miedo de hacer entrevistas en empresas fuera de Andalucía por esta misma razón.
P.-¿Por qué se dan estas reacciones de rechazo a los acentos diferentes?
R.-Puede ser por discriminación o por ignorancia que esa persona tiene los oídos sucios. Si no escucha habitualmente esa variedad de la lengua le suena raro y le parece que se entiende peor. Esto en buena medida es culpa de los medios de comunicación que no enseñan las variedades del español. Si los diferentes acentos se escucharan en la tele o en la radio, todo nos parecería normal. Como se esconde, no nos parece normal. Lo importante es lo que dice alguien, no el acento con que lo dice. Cuando valoras a esa persona por su forma de hablar estás siendo injusto con ella.
P.-Hay quien afirma que hay lenguas más importantes que otras
R.-Eso es falso. Hay lenguas que en tus circunstancias te pueden ser más útiles por X razón. Decir que una lengua es útil o no es pensar que eres el ombligo del mundo como único criterio para medir la utilidad de las lenguas. Entonces ¿qué es útil? Pues depende lo que quieras hacer. La utilidad es muy subjetiva.
P.-Y quien dice que solo merece la pena estudiar lenguas con muchos hablantes
R.-Esa afirmación es discriminación lingüística cuando se identifica con una situación de opresión. Cuando te dicen que no merece la pena aprender gallego y que tienes que aprender español eso es opresión cultural porque te están diciendo que tu cultura es una basura y no sirve para nada.
P.-¿Qué solución hay para acabar con la discriminación lingüística?
R.-La educación desde niños, pero obviamente no vamos a cambiar los prejuicios de la noche a la mañana.
P.-En televisión aparecen más en los últimos años presentadores con acentos más variados
R.-Sí, ahí tienes a Roberto Leal (presentador de Pasapalabra) y a Paz Padilla que usan su acento con más naturalidad, por ejemplo.
P.-¿Los mejores profesores de idiomas son los nativos?
R.-Eso es como decir que si tienes piernas vas a ser un excelente corredor de maratones. Pues no. Que hables la lengua te da un conocimiento básico, pero no te hace profesor. La cuestión es que tengas nivel alto del idioma y sepas enseñarlo bien.
P.-¿Qué objetivos persigue con su libro?
R.-El libro es para crear conciencia de que la gente puede hablar como quiera. Hace falta más sensibilidad, educación y respeto por los demás, más civismo, tolerancia a la diversidad, empatía. En el libro cuento casos de discriminación lingüística que llegan a la violencia: cómo pegan a personas hispanas por hablar español en Estados Unidos o como quemaron vivo a un niño indígena por usar su lengua indígena, ya que no hablaba español. Todos estos discursos fascistas que parecen inocentes, como los de VOX, no son inocentes. Están creando un estado de ánimo que va a generar que al final esos mensajes, que ahora son verbales, se conviertan en actos físicos.
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