"Si los críticos conocieran mis 17 discos, se suicidarían"

Niño de Elche | Cantaor

El Niño de Elche.
El Niño de Elche. / Jorge Gil / EP
Juan de la Huerga

16 de febrero 2025 - 05:30

ARTISTA O 'ARTISTA'. Ilicitano de raíces granadinas, Francisco Contreras, Niño de Elche (1985), no deja indiferente a nadie. Cantaor flamenco, ha tocado muchos palos artísticos y culturales, buscando romper los cánones en variopintas disciplinas. Un artista, aunque sus detractores, que son un buen puñado, lo ven más como un artista, en cursiva y en tono peyorativo, por entender que el personaje y sus propuestas son un fraude. Publica Conversaciones con un monje de madera (Espasa).

–Este libro descubre su faceta mística. ¿Ha tenido una epifanía o estaba oculta?

–Mi faceta espiritual, la mística tiene que ver más con otro tipo de revelaciones.

–¿Una conversación con una figura de madera es más bien un monólogo?

–Eso pensaba hasta que comencé a dialogar con ella desde el silencio.

Referencias a la Biblia. ¿Deberíamos leer más el Antiguo y el Nuevo Testamento y menos las redes sociales?

–Si leyéramos la Biblia, el mundo iría mucho mejor.

–A Ernesto Cardenal, autor de la escultura, lo castigó Juan Pablo I y lo rehabilitó Francisco. Hoy, el régimen sandinista reprime a los católicos nicaragüenses.

–Es la paradoja de las llamadas revoluciones. Cardenal reúne todas las paradojas, como activador y como traicionado. Es el problema de creer en la revolución. Sigue siendo temerario apoyar alguna en según qué contexto.

–Acaba de cumplir 40 tacos y aún es el Niño de Elche. ¿Complejo de Peter Pan?

–No, ojalá pueda mantener el espíritu de niño. Intuyo que en algún momento dinamitaré el nombre pero aún me siento representado por esta cosa más de niño que de Elche.

–Se van a enfadar en su tierra.

–No, pertenecer a una localidad tiene sus particularidades. Pertenecer a la identidad de los niños es más especial, más cercano a la creación, a lo artístico.

–Su padre, apasionado del flamenco, se llama Aladino. ¿Frotó la lámpara para que le saliera un niño artista?

–No, pero me hizo el ritual de cortarme las uñas detrás de la puerta mientras cantaba, que es parecido. Le gusta mucho el flamenco pero sólo como aficionado.

–De crío era un miedica. ¿Y de mayor?

–Miedica no, miedoso. Tengo muchos miedos, algunos superados y otros no. Son motores para hacer, para construir.

–¿Sigue empeñado en no enamorarse nunca?

–En no tener pareja, aún no la he tenido. Soy un ser muy enamorado de la existencia. Es la paradoja. Como cuando decía Maruja Mallo que era anticomunista porque leía a Marx.

–Tenemos en común los ronquidos. ¿En el arte cabe todo?, ¿grabamos un tema durmiendo?

–Totalmente. Podría hacerlo, aunque ahora ronco menos.

–¿Quién es el legendario delantero del Elche que se retiró en 2021?

–¿Nino?

–Creía que no era futbolero.

–Lo he disfrutado en el campo y sufrido en las redes porque me confundían mucho con él: Nino y Niño.

El flamenco es un caldo de cultivo pasional terrible tanto para lo bueno como para lo malo"

–En 2024 sacó su decimoséptimo disco, Cante a lo gitano. ¿Quién sería el Manuel Torre de la poesía?

–David Pielfort, el mejor poeta que ha escrito sobre flamenco, el más punk, el que más disonancia tiene en su poesía, el más crudo.

–La editorial dice: "Artista indisciplinar y ex flamenco". ¡Qué cosa más rara!

–Las etiquetas son muy raras. Indisciplinar por ser difícil encajarme en una disciplina y ex flamenco por desmarcarme de toda la gente que se tilde como flamenca.

–A propósito de ex, ha perdido peso: ¿es ex gordo o flaco saludable?

–Ojalá fuese ex gordo, intento quitarme 10 kilos tras perder 25. Estoy más cercano a un gordito saludable. Como avena, pan integral y estas tonterías.

–Ánimo… y con la avena también. ¿Provoca por gusto, en defensa propia o porque la gente se deja provocar muy fácilmente?

–La gente tiene la piel muy fina y se indigna por casi todo, pero los que vienen a verme cada vez menos.

–¿Lo suyo con el flamenco es una relación tóxica?

–Era, ya no gracias a mis últimos trabajos. Con los flamencos sigue siendo tóxica de vez en cuando.

–¿Cuál fue la causa de la ruptura: la monotonía, la pérdida de interés, se fue el amor...?

–La monotonía llevó a la pérdida de interés y tuve que repensar cómo escuchar a esa pareja, no era todo su responsabilidad. Le he encontrado otras virtudes.

–¿Son los críticos literarios menos duros con usted que los de flamenco?

–Son menos. Punto. Los críticos flamencos no hablan sólo de lo que he hecho, sino del personaje, de su ficción, de una guerra cultural que viene de atrás, de unas violencias... Es normal que arrastren más basura. El flamenco es un caldo de cultivo pasional terrible tanto para lo bueno como para lo malo.

–Mis colegas del arte jondo lo tachan de listo, impostor, fraude, intelectual que destila un tufillo clasista... ¡Menuda promoción!

–Están muy aburridos. Me han dado vidilla y yo a ellos también. Escriben para cuatro lectores y hemos tenido la suerte de encontrarnos en esta era.

–Es una retroalimentación.

–Claro, claro.

–También dicen que va de outsider pero está en la pomada hasta las trancas.

–¿Eso dicen? Con esas varas de medir no sé dónde termina o no el outsider, el underground, el mainstream... Me pierdo.

–Muchos anglicismos.

–Sí. Pero ahí están mis discos y mis trabajos. Una autocrítica es que toda esta gente no conoce lo que hago: mis 17 discos, lógicamente, si no se suicidarían; ni mis seis libros; ni las películas en las que he colaborado; ni los espectáculos escénicos; ni los programas de radio; ni los artículos... Critican elementos muy banales y tal vez yo no sepa hacer llegar ciertos discursos o simplemente son gente tan vaga que buscan una crítica dura sin profundizar.

–Presenta dos programas en RNE y formó un grupo con Los Planetas llamado Fuerza Nueva. Ojo que este Gobierno se ha puesto burro con la memoria histórica...

–Nos criticaron la CUP y un montón de movimientos de todo tipo por ponerle Fuerza Nueva. En ese disco está el Santo Dios, donde Blas Infante se apoyó para el himno de Andalucía; una canción de Guy Debord contra el catalanismo burgués; la canción de los gitanos… Cantar el himno de los gitanos no encaja mucho con un disco fascista. Tengo un programa en Radio 3 y otro en Radio Clásica.

–¿Sigue sin compartir los postres?

–Como gordito saludable intento compartirlos. He cambiado radicalmente y ahora me critican. Soy un interesado, ahí sí soy un traidor, listillo y todo eso que me dicen los críticos flamencos...

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