Zazza el italiano: "Espero no ver nunca en España lo que vi en Filadelfia con el fentanilo"
El youtuber especializado en barrios peligrosos relata sus experiencias: "He visto un cocodrilo comiéndose a la gente en una calle de Bogotá"
Andalucía se blinda frente al fentanilo
Federico Zompichiatti, más conocido como Zazza el italiano, nació el 30 de julio 1991 en San Daniele del Friuli, un pequeño pueblo cerca de Udine, en el norte de Italia. Estudió Comercio Internacional en la Universidad de Milán. Fue coctelero y trabajó durante unos años en Australia, pero al llegar la pandemia decidió cambiar radicalmente su vida. Empezó haciendo vídeos divertidos en Youtube, pero fracasó. Necesitaba algo más extremo y encontró un nicho de mercado visitando, sólo con su cámara, los barrios más peligrosos del mundo.
Pregunta.¿Cómo surge esta idea de hacer vídeos en los barrios más peligrosos del mundo?
Respuesta.Viene de la desesperación. Durante la pandemia me planteé qué quería hacer en el futuro y no me veía el resto de mi vida sirviendo copas. En ese momento, mi mejor amigo lo petó en su canal de Youtube en Italia, Proyecto Hapiness, con un documental sobre Corea del Norte. Él se hizo muy conocido, necesitaba ayuda y empezamos a trabajar juntos.
P.¿Y cuándo se independizó con su propio canal?
R.Después de unos meses trabajando con él, decidí abrir mi canal. Era 2021, pasé seis meses estudiando el algoritmo para saber cómo hacer un titulo bien hecho, una miniatura, cómo escribir mejor un guión, qué puede buscar más la gente, qué colores son los más apropiados... Estudié todo hasta el mínimo detalle. Abrí un canal de retos y cosas divertidas, que fue un fracaso. Quería seguir en este mundo, que me apasiona, pero tenía que cambiar.
P.Y vaya si cambió...
R.Lo que me gusta es viajar y hablar con la gente. Me puedo relacionar tanto con gente de un rango social bastante alto como con la última persona que se encuentre tirada en la calle en una favela de Brasil. Y ahí me pregunté ¿Y si me meto solo en los barrios más complicados del mundo, en los más peligrosos? No hay nadie que lo haga. Vi un hueco en el mercado. Me propuse intentarlo. Empecé con barrios como la Mina o el Raval, de Barcelona, que es la ciudad en la que vivo y los tenía cerca. Luego viajé por toda Europa y Marruecos, con billetes de avión de 15 euros ida y vuelta, quedándome en hostales por cuatro euros la noche. Iba todos los fines de semana con lo poco que tenía ahorrado, e iba grabando. Cuando tuve unos veinte vídeos grabados, abrí el canal Zazza el italiano por los barrios peligrosos.
P.Son menos de tres años pero el número de seguidores que usted tiene no ha parado de crecer, ¿Cómo ha sido ese proceso?
R.Sí, ahora estoy 2,2 millones de seguidores. Ha ido todo muy bien desde el principio. Puse un trocito del primer vídeo en Tiktok, en el que se veía a un chico que estaba desmayado en la calle. Esto se hizo viral y ya empezó el canal a moverse. A la gente le gustaba mucho, le recordaba un poco a Callejeros y la respuesta fue muy positiva. Luego hubo varios momentos que me ayudaron muchísimo. Los streamers más conocidos reaccionaron a mis vídeos: El Rubius, IlloJuan, Ibai, AuronPlay... Hasta que llegó la llamada de Jordi Wild para ir a su podcast, que es el más escuchado en el mundo en lengua hispana. Fue el momento más importante de crecimiento hasta llegar al 30 de julio de hace dos años, que es cuando publiqué el vídeo del fentanilo, que coronó todos mis sueños. Es un vídeo que tiene ahora 30 millones de views y tuvo una repercusión brutal.
P.Cuénteme la historia del chaleco que lleva, que alguna vez le ha jugado alguna mala pasada porque le han confundido con un policía.
R.Sí sí, es bastante común que me confundan con un policía. Cuando empecé, necesitaba una vestimenta que pudiera ponerme encima de cualquier prenda, ya fuera en verano o en invierno. Necesitaba algo con muchos bolsillos para colocar las baterías, el micrófono, etc. Pensé en un chaleco de pesca, lo compré por 15 euros en Amazon y lo personalicé con la bandera de España y la de Italia, y se transformó un poco con el tiempo en un símbolo del canal. Ahora hay gente que me dice que me van a pegar porque me confunden con un policía, como pasó en Los Pajaritos. Yo no quiero que me peguen, pero es importante interactuar con la gente y no quiero pasar desapercibido.
P.¿No pasa usted miedo en estos sitios?
R.Sí, paso miedo, pero la gente relaciona el miedo con no hacer las cosas. También tenía miedo cuando me mudé a Australia solo, o cuando me vine a Barcelona, o cuando dejé a mi novia histórica, o cuando cambié de trabajo. Hay muchos momentos en la vida donde uno experimenta miedo, pero lo veo como algo positivo. Veo el miedo más como un reto.
P.Sin ser periodista, hace usted el periodismo más puro, ir a un sitio con una cámara y mostrar la realidad, ¿no cree?
R.Tengo la suerte de hacer lo que quiero en mi canal de Youtube, no tengo una empresa detrás que me condicione. No tengo ningún tipo de dirección política, no doy juicios de valor, estoy ahí para dar una fotografía del entorno. Poder hacerlo en Youtube me permite jugar mucho más con las personas, meterme más dentro de las historias, pasármelo bien, informar pero al mismo tiempo divertir... Esto es lo bonito respecto a un periodista, que tiene sus cosas positivas pero está dentro de un sistema que tiene que respetar. Yo no tengo por qué, y a veces también hago cosas muy estúpidas.
P.¿Cómo fue su experiencia en los barrios más conflictivos de Andalucía?
R.Han pasado varios años, porque fueron los primeros que grabé. Tengo un recuerdo maravilloso de las personas, que me parecieron las más abiertas que he conocido. Pero al mismo tiempo creo que son los barrios más peligrosos que he visto. Hablo de España, ¿eh?. Y este contraste es fuerte, entre gente tan amable, simpática y hospitalaria y a la vez la más chunga.
P.Últimamente vemos muchos vídeos en Latinoamérica, ¿observa mucha diferencia con los barrios españoles?
R.La diferencia es total. La peligrosidad en España es que viene una persona, un maleante que puede robarte, o pegarte. Y ahí termina. Cuando hablamos de Suramérica hablamos de organizaciones importantes, que no se paran ante nadie y hacen cosas terribles. En Bogotá encontré un cocodrilo que se comía a la gente en medio de la calle, y al lado había un pittbull al que le cortaban los cuerpos a trocitos y se los tiraban, y al lado había niños que se prostituían. En México los cárteles cortan las cabezas y las cuelgan de los puentes para que la gente las vea cuando van a trabajar. Son cosas de un sadismo y una locura extrema. En España, y en gran parte de Europa, no llegamos a este nivel porque hay códigos de la calle que aquí se respetan. Están desatados completamente en aquella zona. Están locos.
P.¿Puede llegar a pasar algo parecido en España en estos barrios si se incrementa la pobreza?
R.No. Sé que quiere que diga sí, que España va a ser como Latinoamérica... Pero no, no, desde el punto de vista policial la mentalidad no es la misma. Allá normalmente hay mucha corrupción política y policial que permite a estas organizaciones hacer estas cosas. Y aquí es difícil que haya más nivel de pobreza que ahora porque hay un estado detrás, que al menos garantiza el mínimo, cosa que allí no existe. Faltan elementos para que se transforme el crimen de España hasta parecerse al crimen latinoamericano.
P.¿Qué es lo más raro que ha hecho?
R.Fumar hierba en una cabaña en el medio de la Floresta, una montaña de Bogotá, con cuatro sicarios fuertemente armados, ha sido uno de los momentos más surrealistas de mi vida. En Bulgaria he ido con niños de seis y ocho años en un carrito lleno de basura por medio de la ciudad. Pasear por las calles de La Rinconada, en Perú, la ciudad más alta del mundo, en la que van todos armados y vestidos de mineros. He ido a 300 por hora en carreras ilegales de Lima. El Bronx de Medellín pude visitarlo gracias a la escolta de la Policía de allí y vi a una señora con el pie totalmente roto y me hablaba como si fuera todo normal. Son momentos que recuerdo con cariño.
P.Hablaba usted antes del vídeo del fentanilo en Filadelfia, le confieso que me impactó ver eso en un país como EEUU.
R.Por eso este vídeo tuvo tanto éxito. Uno no se imagina que en Filadelfia pueda pasar algo tan heavy. Espero no ver nunca algo así en España. Ya se habla de que se han encontrado dosis de fentanilo. Esto sí que puede pasar en España y destrozar a la sociedad.
P.¿Alguna anécdota divertida?
R.Me habrán pasado un montón de cosas divertidas seguramente, pero cuando grabo estoy tan concentrado que lo vivo como si tuviera un cristal delante mía y como si estuviera viendo una película. Por eso, por una parte no me impacta mucho y no tengo muchas traumas. Pero al mismo tiempo retengo bastante poco de lo que he vivido. Si es algo muy extremo, se me queda. Pero si es algo divertido, que vivo mil cosas de este tipo mientras grabo, normalmente tiendo a olvidarme. Así que no puedo decir algo concreto.
P.Se crea como una coraza, ¿no?
R.Exacto. No lo hago voluntariamente. Es algo que hace mi cabeza de modo automático.
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