Mercedes Milá: una depresión crónica le alejó de ‘Gran Hermano’

Visibiliza la enfermedad

La presentadora ha revelado en ‘59 segundos’ que sus problemas de salud mental comenzaron con un desengaño amoroso

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Mercedes Milá ha confesado en el plató de '59 segundos' los problemas de salud mental que arrastra desde hace años. / MEDIASET
Juan José Gardón

12 de febrero 2025 - 11:28

En los últimos años, muchos rostros conocidos del mundo de la televisión y el espectáculo han visibilizado de manera abierta y natural los problemas de salud mental. Mercedes Milá ha contado su experiencia personal en el plató de 59 segundos con Gemma Nierga. La veterana periodista ha confesado que convive con la depresión desde hace varios años.

“Es una enfermedad crónica, puede aparecer y desaparecer en muchos momentos. De repente, sientes en la boca del estómago como un puñalito y dices: ‘ya está ahí’”, ha comenzado diciendo. Para combatir la depresión toma una medicación que no siempre resulta efectiva. “Tomo pastillas, pero hay veces que no me hacen efecto. Hoy me ha ocurrido y he estado llorando como una idiota muchas horas. Tenía los ojos tan hinchados que me he tenido que poner hielo”, ha contado.

La enfermedad se presenta con vaivenes emocionales, un día estás arriba y el otro abajo. “Lloras por tristeza, por melancolía, por una sensación de vacío, de infelicidad. Piensas que toda tu vida no ha servido de nada, pero es mentira. Al día siguiente te despiertas y vuelves a ser la Mercedes de siempre. Eso me ocurre mucho”, ha asegurado.      

La caída a los infiernos de Mercedes Milá comenzó hace más de 20 años cuando tuvo lugar su ruptura con el empresario Carlo Castillo. “Cuando se fue de casa, yo había cumplido 50 años y entré en barrena. Me dijeron que la depresión era por una razón de amor, que le pasa a muchísima gente y que no pasaba nada. Si no tienes más aquí se queda la cosa”, ha relatado.

Gran Hermano fue la mejor medicación, pero también le dejó importantes secuelas por la falta de sueño y el alto ritmo de trabajo que exigía. “Las pastillas y la ayuda psiquiátrica me ayudaron, pero Gran Hermano fue la liberación. Le dediqué tantas horas que acabó matándome. Los médicos me dijeron que no podía seguir y era cierto. No podía”, ha explicado sobre su marcha del reality de Telecinco.

La presentadora ha reconocido que está afrontando su tercera depresión y no descarta volver a la televisión cuando se encuentre recuperada y apta para ello. “A la que aparece la tercera depresión, ya es una enfermedad crónica. Y ahí estoy yo. Estoy bien a ratos. No me puedo quejar de nada, solo del cerebro. Tengo trabajo si quiero, mi familia está bien, tengo casa…”, ha finalizado.

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