La naturalidad de Montoya y sus amigos de Utrera más allá de las 'tentaciones’

José Carlos Montoya es el gran protagonista de la octava edición de La isla de las tentaciones. El reality de Mediaset, que afronta sus últimas entregas con todo por decidir, no se entendería sin la presencia destacada del sevillano, santo y seña del programa. El joven continúa con su vida normal en Utrera junto con sus familiares y amigos de toda la vida. Él sigue visitando los mismos lugares de siempre y haciendo la vida normal que llevaba a cabo antes de su mediático salto a la fama.

El polifacético concursante de La isla de las tentaciones es uno más en su Utrera natal, donde nunca ha pasado desapercibido, ya que ha estado vinculado al deporte, la política y la cultura de su pueblo. El pasado fin de semana ha estado junto a unos amigos en Goze Garito Gourmet, un local del municipio sevillano.

Montoya parece que tiene ya olvidada la desilusión que se llevó en el reality con Anita Williams, su novia hasta aquel entonces con la que mantenía una relación a distancia desde que se conocieron en otro programa, El Conquistador de La 1.

El dolor provocado por las infidelidades de Anita es menor dolor gracias al cariño y la entrega de la gente. El sevillano se ha ganado el cariño del público y probablemente sea uno de los fichajes estelares de la nueva edición de Supervivientes. Mientras tanto, él sigue disfrutando en su pueblo, en el que también ha sido visto comiendo con Tadeo Corrales, su compañero en La isla de las tentaciones que también es natural de Utrera.