El Acánthum sigue en las 'estrellas'
gastronomía
El restaurante de Xanty Elías revalida la Estrella Michelin conseguida en 2015
El cocinero lo celebró con su familia y plantilla en una jornada en la que se destacó el trabajo bien hecho
Huelva/El de ayer no era un día de servicios. Las mesas estaban llenas, pero no de clientes, sino de la familia del Acánthum que, con la televisión encendida en la gala de entrega de las estrellas Michelin de este año, celebraron la reválida de la que lucen con más orgullo que nunca "en un callejón sin salida de una calle apartada de Huelva que se ha convertido en un referente gastronómico nacional". Son palabras de su responsable, de su alma mater. Xanty Elías era ayer un reflejo de la felicidad plena; aquella que dice que se convirtió en el objetivo de su vida cuando decidió hacerse cocinero, no por dar de comer, sino porque quien comiera de sus platos, sintiera ese mismo sentimiento. Un vídeo grabado por su plantilla, por su familia de trabajo -la otra también disfrutó de su éxito- le llevó a reír y a tocarse la mano en el corazón en repetidas ocasiones. Eran sentimientos del día a día, de interminables horas en la cocina y delante de los clientes, de "nuestros jefes", de aquellos que constituyen la razón de ser de un restaurante que sigue entre los mejores y eso siempre es un motivo para celebrarlo.
Pero no acabó ahí el éxito para Huelva porque el restaurante Casa Dirección de Valverde del Camino también fue distinguido por la prestigiosa guía gastronómica. El establecimiento de José Duarte entra a formar parte de los denominados Bib Gourmand 2018, un reconocimiento a aquellos establecimientos con una excelente relación calidad-precio.
Ayer, en Acánthum, había más bigotes de los acostumbrados; la campaña Movember de concienciación sobre temas de salud masculinos, ha encontrado más aceptación de la esperada entre la plantilla. Se entraba por la cocina, la misma que le llevó a ese estrellato por el que todos suspiran. En las mesas, las que les han impulsado en esta carrera en forma de satisfacción, de placer por comer algo insólito, diferente, atrevido y exquisito, se sentaban todos aquellos que tienen que ver con el milagro del restaurante.
Escondido en "una calle sin salida", sus paredes de pizarra y sus luces dejaban paso a una celebración más íntima, pero sin duda más emotiva. La gala celebrada en Tenerife sirvió para desatar unos abrazos nada disimulados; el sentimiento de familia, de pertenecer a algo grande, de conseguir algo juntos, se sentía en cada sonrisa, en cada uno de los gestos. Xanty Elías se repartía entre su familia profesional y la personal, que acudió a acompañarle.
En 2015 recibió su primera estrella y desde entonces no ha dejado de faltar a una cita con el triunfo que cuesta sacrificio, horas y una dedicación a algo que apasiona. Es esa pasión la misma que pone en grandes platos que "puede que se me ocurran a las tres de la mañana, cuando le mando un mensaje a mi jefe de cocina, porque o lo haces así o lo pierdes". Ayer estaban en sus salones el quién es quién de su plantilla; 14 personas para entre 18 y 24 clientes, los que responden a la pregunta "¿quién cocina cuando no estás? y la verdad es que a pesar de que paso el 99% del tiempo en la cocina, cuando no estoy no se nota nada". No le cuesta definirse: "alguien humilde que disfruta mucho con lo que hace, que es hace feliz a los demás". Busca la felicidad del cliente, "el que con el segundo plato ya esté sonriendo" y el trabajo constante, son las claves de un éxito que no pretende ser original, sino un canto a la sensatez. La misma que esgrimió cuando decidió apostar por su sueño, en una calle perdida de Huelva. Y ganó. Ayer volvió a hacerlo.
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