Acrobacias en el mundo del arte
José segura
Acróbata
Ha sido uno de los artistas circenses más importantes de España. Calificativo de suma precisión cuando uno lee un currículo en el que figura 33 años de profesión ejerciendo de forma ininterrumpida como acróbata por toda la geografía mundial. Desde Las Vegas, París, Roma, y frente a personalidades como la Reina de Inglaterra o la difunta madre del Rey.
Pepe Segura nació en Santa Cruz de Tenerife, aunque con tan sólo tres años sus padres desembarcaron en la mítica ciudad de Niebla; donde fijaron su 'residencia'. Pero el calor del hogar quedaría emplazado entre las bambalinas de los escenarios y hoteles de medio mundo donde se hospedaban a la espera de deleitar al público con sus inimaginables números acrobáticos. Acunado frente a artistas, Segura no podía hacer más que honor a su estirpe de acróbatas y seguir, junto con sus hermanos, la estela de sus progenitores.
Tras seis años en el mundo circense, su maestría cruzó fronteras y abandonó las incomodidades de un remolque por el de los mejores hoteles. A pesar de todo, la vida de nómada le seguiría acompañando junto a ejercicios de entrenamiento de 3 y 4 horas diarias. Sin embargo, era un precio nimio "cuando el clamor de una sala se inundaba de aplausos", asegura el acróbata, quien considera que "todo el esfuerzo invertido en los entrenamientos y en esa búsqueda de la esquiva perfección tenían su recompensa con el reconocimiento del respetable".
La vida de un acróbata es tremendamente limitada y salvo contadas excepciones un profesional del gremio alcanza la edad de los 45 años. Él supo engañar al reloj del tiempo y extender su reinado por los 'aires' hasta los 50 años, gracias a una disciplina en el trabajo y una genética predestinada a hacer de su cuerpo una herramienta de precisión suiza.
Ahora que las hojas del calendario le recuerdan sus 66 años, Segura vive con la misma intensidad la vida, aunque sus saltos mortales han dejado paso su pasión pictórica.
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