Amanece la Primavera en el dolmen de Soto
La construcción megalítica del III milenio a.C. es el escenario escogido para recibir el equinoccio de la estación primaveral
El primer nacimiento del sol de la primavera de 2012 llenó de una luz especial el magno dolmen de Soto, uno de los monumentos megalíticos más importantes de la Península Ibérica. Su orientación precisamente está relacionada con este hito natural, pues su acceso está alineado con los ortos solares de los equinoccios de primavera y otoño, entrando los primeros rayos de sol del amanecer en el interior del dolmen, iluminando la galería y penetrando el haz de luz hasta la cabecera, donde en origen existía un altar de piedra rectangular. Este lugar fue escogido por la delegación provincial de la consejería de Cultura en Huelva para celebrar este fenómeno astronómico.
El dolmen de Soto es una construcción megalítica que data del III milenio a.C. Cuenta con una galería compartimentada por jambas y pilares, de 21,50 metros de longitud, que se incrementa en altura y anchura desde la entrada hasta la losa de cabecera. Se ha construido con grandes ortostatos y losas de cubierta de distintas materias primas, presentando sus superficies numerosos grabados y pinturas, lo que le confiere ser uno de los monumentos megalíticos más importantes de Europa. Esta gran estructura se inserta en el interior de un túmulo de 75 metros de diámetro, delimitado por un anillo peristalítico. Su área de acceso se caracterizada por tener un atrio de forma abocinada desde donde se vislumbra y controla el ciclo solar natural anual de los equinoccios (primavera y otoño) y solsticios (invierno y verano) así como la observación de los cuerpos celestes (estrellas y constelaciones), al situarse en un área de horizonte despejado.
Este monumento megalítico cumplió varias funciones: funeraria, enterrándose determinados individuos en su interior; ritual, siendo un espacio sagrado de cultos a los antepasados; y ceremonial, al desarrollarse en torno a él variadas prácticas litúrgicas y religiosas.
Una de las particularidades constructivas más relevantes es su orientación, habiéndose dispuesto y trazado su galería hacia el Este, coincidiendo su acceso con los ortos solares con los equinoccios de primavera y otoño. Esta intencionalidad constructiva indica dos aspectos cruciales respecto a la observación astronómica y su uso ritual, por un lado, la necesidad de control de los ciclos de la naturaleza, de las estaciones, ya que estas comunidades campesinas contaban con la agricultura y ganadería como base de subsistencia, debiendo definirse los periodos de preparación de los terrenos, siembra y cosecha para la agricultura y pastos para el consumo de los ganados domesticados. Y por otro lado, la idea del renacimiento, regeneración y purificación espiritual coincidiendo con los ciclos de los ortos solares, enraizada con el sistema de creencias de estas sociedades.
Esta jornada de celebración de la llegada de la primavera tiene como fin vivir la experiencia de la observación del equinoccio desde el interior del dolmen de Soto, valorar este fenómeno astronómico de gran trascendencia para las comunidades de la Prehistoria reciente y conmemorar el significado sagrado de este monumento megalítico, buscando un nexo de unión entre las ceremonias y rituales del pasado con el presente. En definitiva, con esta actividad de difusión el objetivo central es fomentar una mayor valorización social de este colosal monumento, contribuyendo en su mejor conocimiento, concienciación ciudadana y compromiso colectivo en la tarea común de conservación y puesta en valor de este Bien de Interés Cultural.
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