Aracena sucumbe al patchwork

El arte del patchwork, consistente en la unión de telas, ha irrumpido de forma sorprendente en los últimos años en la Sierra, donde cada vez se han ido aficionando más personas con la realización de talleres y cursos. Cada personas adapta su conocimiento a esta técnica donde se aprovecha todo tipo de retal y se hacen auténticas virguerías.

A lo largo del año hay profesionales que enseñan y amplían el conocimiento del patchwork. Las telas suelen ser especiales, aunque se puede aprovechar casi de todo. Aparte de saber coser hay que tener destreza en el dibujo. Hay que plasmar previamente la imagen con lápiz y regla en mano, para luego hacerla con la tela.

Algunas aficionadas hacen trabajos para ellas mismas y otras los venden. Sin embargo, las composiciones de patchwork suelen ser caras porque tienen muchas horas de trabajo. Se hacen colchas, bolsos, tapices, cubrecamas, camisetas con aplicaciones, muñecas llamadas tildas… artículos, algunos de primera necesidad, diferentes y únicos, que pueden venir muy bien en tiempos de crisis para uso propio o bien como regalo.

Tal es la afición que hay en Aracena, que la localidad acogió el pasado fin de semana el I Encuentro de Patchwork y manualidades entre los salones del Hotel los Castaños y la sala de exposiciones del Teatro Sierra de Aracena.

Una cita, que congregó a más de 300 participantes, entre serranos (la mayoría) y cebolleros, además de a un destacado número de visitantes durante ambas jornadas, en especial al mediodía con gran presencia de turistas que abarrotaron en ciertos momentos la sala de exposiciones.

En la sala de exposiciones había un mercadillo de artículos de patchwork y manualidades. Los protagonistas fueron los artistas de este apasionante mundo de las labores y el arte en definitiva. Objetos de regalo, telas, seda y recuerdos, entre otros, realizados de forma sorprendente, se expusieron durante el encuentro.

Mientras que el Hotel Los Castaños, justo los salones que se accede por el patio, mostraba la imagen de unas 300 personas cosiendo sin parar. Estampa única con multitud de hilos, madejas, tijeras, dedales, estuches… La gran mayoría eran mujeres, la presencia masculina era muy reducida. El encuentro contó con la participación de jóvenes promesas, que acompañaron a las participantes.

Acudió al encuentro mucha gente de fuera. En la jornada de mañana todos los participantes tenían que hacer un paisaje con flores y por la tarde, un neceser.

En Aracena hay tiendas especializadas en la venta de productos relacionados con las labores, y en parte han sido los responsables de la organización de este evento. En el mercadillo hubo diferentes tiendas, donde además de adquirir artículos, los alumnos del taller realizaron contactos para seguir obteniendo género.