Cinco años de derechos mineros en Riotinto

Cuenca Minera

El proyecto de modernización de Atalaya Mining permitirá alcanzar la máxima capacidad de producción en la historia de la mina, al procesar 15 millones de toneladas de mineral de cobre al año

Nuevo molino que va a permitir aumentar el procesado de mineral.
Nuevo molino que va a permitir aumentar el procesado de mineral. / Josué Correa
C. Sáez

22 de julio 2019 - 06:10

Minas de Riotinto/Desde el punto de vista de la conductividad eléctrica no hay mejor transmisor que el cobre en la actualidad. El metal está presente en buena parte de los elementos que hacen posible y más fácil el discurrir diario de la vida cotidiana de la sociedad moderna y avanzada. Es más, buena parte del futuro de las energías renovables, como la eólica o la solar, dependen de él. Las entrañas de los aparatos que generan la energía están repletas de este metal.

Extracción del mineral, trituración, molienda, flotación y obtención del centrado es el proceso necesario para la elaboración final del cobre. En ello trabaja la compañía Atalaya Mining en el Proyecto Riotinto (PRT), que se encuentra en plena fase de expansión, tras superar una complejidad legal, comercial, técnica y ambiental, y obtener desde hace cinco años los derechos mineros (entonces Emed Mining).

El proyecto de modernización que se está ejecutando consiste en la instalación de un gigantesco molino nuevo, el segundo más grande de Europa y uno de los más grandes del mundo, que se suma a las lavadoras de mineral, un nuevo machaquero, la instalación de celdas de flotación más grandes e instalaciones auxiliares nuevas, con el fin de mejorar el aprovechamiento de los minerales.

Con ello, la compañía prevé tratar más mineral y producir más cobre con menos costes, lo que significa poder procesar material de menor ley y que yacimientos que no son rentables puedan llegar a serlo. El plan incluye aumentar un 60% la capacidad del proceso, así como incrementar un 29% las reservas de cobre.

La producción de cobre metal que la compañía minera va a alcanzar con la puesta en nuevo del nuevo proyecto es de 55.000 toneladas al año

Así, las mejoras en el proceso de producción van a permitir pasar de una media de 9 millones de toneladas de mineral tratado al año a 15 millones, además de pasar de una producción de 42.000 toneladas de concentrado de cobre a unas 50.000 toneladas.

El programa de futuro diseñado por Atalaya Mining incluye también incrementar los recursos y reservas de la mina y pasar de 153 millones de toneladas a los 197 millones.

Y es que produciendo más, extrayendo más roca, lo que antes iba a la escombrera porque no valía ahora sirve, por lo que los costes bajan. Todas estas actuaciones son necesarias porque en Riotinto el contenido de cobre en la roca es muy bajo, de un 0,5%, mientras que en otras minas como Cobre las Cruces, en Gerena (Sevilla), es de algo más del 5%.

El principal objetivo de esta inversión es la mejora de la eficiencia del proceso de tratamiento de mineral, para lo que contempla la instalación de nuevos equipos de mayor capacidad y menores requerimientos en términos de consumo energético, mantenimiento y costes.

Se trata de una modernización de las instalaciones que fueron construidas en los años setenta y que ahora van a tener una nueva vida de al menos quince años.

Maquinaria pesada carga camiones de minera en Cerro colorado.
Maquinaria pesada carga camiones de minera en Cerro colorado. / Josué Correa

Atalaya Mining trabaja en una nueva fase de explotación de la histórica mina a cielo abierto de la Corta Atalaya y Pozo Alfredo. La compañía está realizando el vaciado del agua que se acumula en el fondo de la Corta Atalaya para permitir continuar con su aprovechamiento minero. En esta nueva etapa será mediante la explotación subterránea y a través de galerías y no a cielo abierto, como se ha venido haciendo hasta ahora.

Corta Atalaya es todo un símbolo, pero Cerro Colorado está experimentado una continua transformación que la convertirán en una corta cuatro veces mayor que la anterior. La empresa tiene previsto poner en marcha de nuevo también el aprovechamiento Pozo Alfredo, otro yacimiento de tipo subterráneo cerrado desde hace décadas.

Esos son dos de los proyectos que maneja la empresa propietaria del Proyecto Riotinto una vez que acometa la inversión de 92 millones de euros en el proceso de modernización de las instalaciones que incorpora equipamiento de última generación al proceso de producción de cobre.

En la actualidad, la mina cuenta con un plantilla de 420 trabajadores a los que hay que sumar otros tanto de las contratas.

En 2007, Emed Mining (Atalaya Mining desde octubre de 2015) funda Emed Tartessus siendo propietaria al 50% de la sociedad, que tiene como activos los derechos mineros de Riotinto y los terrenos de la mina y la planta industrial. Al año siguiente, Emed ejecuta la opción de compra que tenía sobre el resto del accionariado, quedándose con el 100% de la propiedad de la empresa española (Tartessus) y por tanto la totalidad de los activos. Desde entonces, la empresa se dedica a diseñar los proyectos necesarios para reabrir la explotación y acordar con terceros la adquisición de algunas instalaciones necesarias para el funcionamiento de la mina (parte de las presas y las escombreras).

En Marzo de 2014, Emed recibe la aprobación de la autorización ambiental unificada para el PRT y en abril obtiene la aprobación de la trasmisión de los derechos mineros de Riotinto. Seguidamente, Emed presenta la actualización del proyecto de explotación y del plan de restauración.

Estructura del nuevo proyecto de modernización de la compañía minera.
Estructura del nuevo proyecto de modernización de la compañía minera. / Josué Correa

En enero de 2015, Emed obtiene la aprobación del proyecto y dan comienzo las operaciones de construcción y modernización de instalaciones. En abril del mismo año, se realiza la primera voladura en la mina. En octubre, y tras los cambios en el accionariado y la dirección de la compañía acaecidos en los últimos años, decide cambiar el nombre a Atalaya Mining.

Tras la finalización de la primera fase de acondicionamiento, en febrero de 2016 el Proyecto Riotinto declara el comienzo de su producción comercial. Es decir, la mina de Riotinto ya produce concentrado de cobre en cantidad, calidad y constancia suficiente para poner en marcha los contratos de venta regulares con sus clientes. En esos momentos, la mina opera utilizando las instalaciones de tratamiento de mineral que existían antes del cierre en 2001, una vez restauradas e incorporados nuevos controles y sistemas de seguridad. La capacidad en esta primera fase alcanzaba para procesar 5 millones de toneladas de mineral al año, que produjeron 26.100 toneladas de cobre en concentrado.

En paralelo, durante este 2016 se puso en marcha la construcción de la segunda fase del proyecto, el proyecto de expansión, que consistía en la instalación de equipos nuevos de última generación con el objetivo de ampliar la capacidad de tratamiento de mineral de la planta. La construcción de este proyecto de Expansión duró hasta junio de 2016, completándose la instalación y pruebas en diciembre del mismo año.

Ya en 2017, con la entrada en producción de los equipos nuevos a la capacidad máxima disponible, la mina alcanza ritmo de tratamiento de 9,5 millones de toneladas de mineral, produciéndose en total 37.164 toneladas de cobre en concentrado. A finales de este mismo año, la compañía aprueba la elaboración de un nuevo proyecto de modernización, para llevar la capacidad de tratamiento desde los 9.5 Millones de toneladas hasta los 15 millones de toneladas de mineral tratados al año.

En 2018, Atalaya consigue incrementar la producción de cobre, llegando a producir 42.114 de metal durante ese año. En paralelo se comienza a trabajar en el proyecto de modernización, y gracias al trabajo de investigación geológica, se consigue aumentar un 29% las reservas de mineral cobrizo (hasta las 197 millones de toneladas).

En la actualidad, la compañía ha terminado la instalación mecánica de los equipos del proyecto de modernización, y va a comenzar próximamente las pruebas de producción. De esta manera, espera poder anunciar antes de final de año la puesta en marcha del nuevo proyecto y la consecución de la máxima capacidad de producción que ha conocido la historia de esta mina, 15 millones de toneladas de mineral de cobre procesadas al año, lo que llevaría a Atalaya a producir hasta 55.000 toneladas de cobre metal, y alargar la vida de la explotación hasta 2032.

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