Atlantic Copper ha invertido 141 millones en medio ambiente en 15 años

El complejo metalúrgico de Huelva mantuvo las emisiones atmosféricas y la contaminación en vertidos por debajo de los límites legales · Sí aumento la producción de residuos peligrosos

Vista de la factoría de Atlantic Copper en la avenida Francisco Montenegro.
Vista de la factoría de Atlantic Copper en la avenida Francisco Montenegro.
Raquel Montenegro / Huelva

08 de noviembre 2008 - 01:00

El complejo metalúrgico de Atlantic Copper ha contado con una inversión de 141 millones de euros en medidas ambientales durante los últimos 15 años. Una inversión que ha contado con un especial impuso desde la firma de un acuerdo voluntario con la Junta de Andalucía en el año 2003 con vistas a la entrada en vigor de la Ley de Prevención y Control Integrados de la Contaminación y que se materializó el pasado año en el gasto de 21,1 millones de euros en materia medioambiental en la fábrica onubense. Cuando finalice 2008, la empresa habrá ejecutado otros 7,1 millones en mejoras relacionadas con el medio ambiente en la fábrica.

Así se pone de manifiesto en la declaración medioambiental de la factoría correspondiente al año 2007, en la que se destacan determinadas mejoras ambientales como la reutilización del agua ambiental, la sustitución de determinados elementos de las instalaciones (con modificaciones sustanciales durante la parada general programada) y, sobre todo, la obtención de la Autorización Ambiental Integrada, el permiso imprescindible para continuar la actividad y que ha marcado en gran medida las actuaciones ambientales realizadas en los últimos años.

Según se recoge en la declaración, la factoría de Atlantic Copper se situó a lo largo del pasado año muy por debajo de los límites legales en cuanto a las emisiones atmosféricas en la mayoría de los valores medidos (y bastante por debajo en otros), logrando reducir asimismo las emisiones de gases de efecto invernadero de su central de generación eléctrica gracias a mejoras en la gestión, lo que supuso que las emisiones de esta instalación estuviesen un 16% por debajo de los derechos de emisión asignados dentro del Plan Nacional de Asignación.

La carga contaminante de sus vertidos líquidos también se situó por debajo de los límites legales y en cuanto a la generación de residuos se logró disminuir el volumen total de residuos generados en la torta de neutralización, uno de los objetivos ambientales marcados para el pasado año. Pese a ello, el volumen final de residuos peligrosos producidos y gestionados fue de 82,1 kilogramos por cada tonelada de cobre nuevo, el doble que el año anterior debido "a la limpieza de suelos y la parada general".

En lo referente al consumo de recursos naturales, el complejo metalúrgico registró un aumento de consumo de energía, oxígeno o agua industrial por cada tonelada de cobre. No obstante, la declaración ambiental también destaca que el complejo colabora con el ahorro de energía gracias al aprovechamiento de los calores residuales de la fusión del concentrado de cobre, recuperándolos para proporcionar vapor y electricidad para autoconsumo. Una recuperación con la que se habría evitado la emisión de 75.000 toneladas de CO2 que se habrían producido si se hubiesen empleado otras formas de generación de la energía.

En total, la factoría cumplió la mayor parte de los objetivos ambientales marcados para 2007, salvo tres que fueron aplazados. El coste total de las operaciones en fábrica fue de 109,1 millones de euros, de los cuales un 16,5% (18 millones) fueron imputables a costes ambientales, en los que se incluyen el coste de operación de las instalaciones ambientales, así como los costes relativos al control de las emisiones, caracterizaciones de los vertidos, estudios de carácter ambiental, gestión de residuos y otros. Asimismo, por actuaciones en ubicaciones medioambientales se incurrió en costes por valor de otros 7,8 millones de euros.

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