El Ayuntamiento licita el proyecto de reforma de Santa Fe por 220.220 euros
El plazo para presentar ofertas termina el día 17
Para la ejecución se otorgan dos meses
La recuperación del Cuartel de Santa Fe da sus primeros pasos. El Ayuntamiento de la capital sacó ayer a concurso la redacción del proyecto básico y de ejecución –así como el estudio básico de seguridad y dirección de obra de consolidación estructural, constructiva y de urbanización circundante– del antiguo mercado y los espacios públicos anexos.
Según el anuncio publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público, consultado por Huelva Información, el importe de licitación es de 220.220 euros y la entidad adjudicataria, que es la tenencia de alcalde de Economía y Hacienda, lleva a cabo esta licitación a través de un procedimiento “abierto” y de tramitación “urgente”. Así, los interesados en presentar sus ofertas pueden hacerlo hasta el próximo día 17 de mayo a las 15:00. El plazo de ejecución es de dos meses.
La reforma del inmueble es una actuación de envergadura (que llevaba pendiente de financiación desde que hace trece años se trasladara la Policía Nacional a la nueva comisaría) que el equipo de Gobierno de Gabriel Cruz quiere hacer realidad para cumplir una promesa electoral que también lo fue del periquismo.
Así, en el desglose presupuestario (que fue realizado conforme a la solicitud del 1,5% Cultural al Ministerio de Fomento) se contempla un importe total de 3,5 millones de euros para la rehabilitación importe total de 3,5 millones de euros para la rehabilitacióndel inmueble, cerrado y sumido en un deterioro progresivo al no haber sido objeto de ningún tipo de mantenimiento desde que en 2005 pasara a tener titularidad municipal.
Fue el pasado 8 de abril cuando el Ministerio de Fomento aprobó la subvención de 2.625.000 euros con cargo al 1,5% Cultural para habilitar los fondos necesarios para la restauración del edificio, según la resolución de la Secretaría de Estado de Infraestructuras, transporte y vivienda.
La cantidad corresponde al 75% del total previsto para el proyecto de consolidación y rehabilitación del edificio, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) y cuyo futuro queda salvaguardado para la ciudad. El 25% ya fue consignado de manera previa presupuestariamente por el Ayuntamiento a la espera de la confirmación ministerial, que finalmente se ha hecho realidad, para iniciar la siguiente fase del proyecto.
Ya en el pliego de prescripciones técnicas para el futuro contrato de redacción del proyecto quedaba bastante abierto el uso del inmueble, toda vez que el documento se refería a un “espacio económico, social y cultural multifuncional”.
No obstante, en el Pleno municipal de febrero se aprobó –con el voto favorable de todos los grupos y la abstención de IU– la propuesta del concejal no adscrito Enrique Figueroa de poner en marcha un grupo de trabajo (formado por técnicos municipales y los grupos políticos) para definir el uso final deseado para este antiguo mercado del Paseo de Santa Fe (así como para la Estación de Sevilla).
El uso establecido por el planeamiento es el socio-cultural, por lo que, según exponía el documento, cuadraba a la perfección con los propósitos de uso público de carácter socio-cultural, turístico o de servicio público que obliga a los solicitantes del 1% cultural. También se argumentaba que el gran tamaño del inmueble y su carácter diáfano “obliga y permite diversidad de usos que consiga una óptima rentabilización, siempre dentro de los socio-cultural”.
Se recordaba, por ejemplo, los anteproyectos existentes en la línea cultural –el Centro de Arte Contemporáneo de 2006 y 2009– con carácter previo a las inversiones del Plan E. En ellos se primaba el espacio expositor central “por su espacialidad vertical y flexibilidad de compartimentación según requerimientos de exposiciones”. Pero también se destacaba que hay lugar para “aulas, talleres de música y plásticas, proyecciones, salón de actos, administración y fondos de almacenaje, de tal forma que pudiera tener lugar la cultura local, autóctona, y la moderna más globalizadora”.
En “espacio estrella” junto con el central expositivo se convertiría el semisótano, que podría albergar “sala de conferencias, cafetería, restaurante o bodega”. Incluso se señalaba que “por sus condiciones higrotérmicas constantes” (temperatura y humedad) podrían avalar el almacenaje de obras de arte.
También se destacaba que la rehabilitación del edificio como gran equipamiento de la ciudad “podría entroncar con remotos valores históricos de una zona de la ciudad que ha destacado siempre por su patrimonio arqueológico”. Así, se indicaba que el Mercado de Santa Fe debe ser entendido como “una faceta más del patrimonio histórico presente en el sector más antiguo de la ciudad” y como un lugar capaz de “ayudar en la vertebración del resto de bienes culturales existentes en la zona”.
El objetivo, en todo caso, es la potenciación de la oferta turística basada en la cultura, con la percepción de la historia y el patrimonio histórico de la ciudad. Así, se resalta que se trata de un edificio emblemático (nació como mercado de abastos en el ensanche hacia la calle Puerto, obra de Manuel Pérez González, alzada con hierro y hormigón y rematada con unas cubiertas concéntricas de hierro y cristal que ultimó Francisco Monís) que puede ofrecer “alternativas sorprendentes como múltiple contenedor de usos diversos”.
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