Bernardo Montoya y su exnovia tendrán un careo por videoconferencia

El acusado del crimen de Laura Luelmo lo hará desde Morón y su expareja desde la prisión de Huelva

Bernardo Montoya abandona la Comandancia de Huelva rumbo a los juzgados de Valverde. / Alberto Domínguez
Óscar Lezameta

02 de mayo 2019 - 05:00

Huelva/Un día después de que se conociera la admisión a trámite de la petición de libertad provisional llevada a cabo por el abogado que defiende los intereses de Bernardo Montoya, Huelva Información pudo confirmar que tanto el principal acusado del crimen como su exnovia se someterán a un careo en los próximos quince días. En concreto será el día 16 de este mismo mes, cuando la juez que lleva la instrucción del asesinato de Laura Luelmo, ha citado a las partes para que declaren aunque ambos lo harán no físicamente, sino a través de sendas videoconferencias. Según confirmó el letrado, Miguel Rivera, mientras Bernardo Montoya lo hará desde la cárcel de Morón de la Frontera donde se encuentra desde el pasado 29 de diciembre, mientras que su excompañera lo llevará a cabo desde la prisión de Huelva donde cumple condena.

Lo que la defensa no ha confirmado es el motivo por la que Josefa se encuentra en prisión, ya que ingresó después de que se cometieran los hechos por lo que está siendo enjuiciado su expareja. Bernardo fue a la prisión de Huelva durante los días en los que se llevaba a cabo la batida por los alrededores de El Campillo en busca de un rastro que permitiera dar con el paradero de Laura Luelmo, aunque lo hizo para visitar a otra interna con la que mantenía una relación.

Será la tercera vez que el acusado comparece en sede judicial desde finales de diciembre

El papel de Josefa fue esgrimido por la defensa de Bernardo Montoyael pasado día 4 de abril, después de que el presunto autor del crimen, en una conversación que fue dada a conocer por dos funcionarios de la prisión sevillana que lo comunicaron al director del centro y que fue uno de los argumentos utilizados por su defensor en la declaración (de nuevo por videoconferencia) que prestó ante la juez Elvira Mora el pasado 4 de abril.

Miguel Rivera, abogado defensor de Bernardo Montoya frente a los juzgados de Valverde. / Javier Monterroso

Esta declaración es en la que Bernardo implica a su exnovia en la comisión del crimen, que fue motivado, siempre según sus manifestaciones ante la juez, por los celos que tenía su expareja acerca de la manera como miraba a Laura Luelmo. De acuerdo a lo que el acusado señaló en esa declaración, el día del crimen después de que la profesora le preguntara por un supermercado y cuando regresaba a la casa que tenía alquilada frente a la suya en la localidad de El Campillo, Josefa le propinó varios martillazos en la cabeza que le causaron la muerte. Fue entonces cuando Bernardo trató de deshacerse del cadáver, abandonándolo en el lugar en el que fue encontrado, a la salida de la localidad.

En esa declaración Bernardo también indicó dónde se encontraría el martillo que fue utilizado en el crimen. Será entonces, una vez escuchados ambos testimonios, cuando la magistrada decida tanto sobre la puesta en libertad del acusado –que parece más que improbable dadas las pruebas recogidas en los días posteriores a su detención por la Guardia Civil– así como la apertura de nuevas diligencias relativas al caso, que podrían consistir en ordenar a los agentes de la Benemérita que busquen lo que Bernardo señala como arma homicida.Será dentro de quince días cuando también se pronuncien tanto la Fiscalía como la acusación particular que defiende los intereses de la familia de Laura. Ésta última ante las preguntas de Huelva Información, aseguró durante el día de ayer que “no estaba autorizada por la familia” para pronunciarse sobre el caso.

Su defensa trata de invalidar la declaración de autoinculpación

La declaración que Bernardo Montoya realizó el pasado 21 de diciembre en el Juzgado de Valverde del Camino es la que su abogado defensor, Miguel Rivera, trata de poner en cuestión con las últimas peticiones realizadas, tanto la petición de libertad provisional, como la del careo. Lo que pretende el letrado es que esas manifestaciones se den por no efectuadas al fallar el sistema de grabación que debía darlas por válidas (hay doctrina del Supremo que avala esta pretensión) y que la juez tenga únicamente en consideración lo que declaró por videoconferencia en su segunda comparecencia. La implicación de una segunda persona, así como su propia participación en el crimen está en juego, así como la calificación del delito cometido.

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