Cabalgata de Reyes Magos de Huelva: En la víspera del centenario

Este año los Reyes Magos llenaron como siempre de ilusión las casas de los niños onubenses, aunque no hubo cabalgata que inundó de alegría las calles de la ciudad, en esa lluvia de caramelos de papelillos de colores que despierta la ilusión a todos, incluso a los más mayores que se dejan ver cogiendo caramelos por las aceras al paso de Sus Majestades de Oriente.

La de este año debía ser una cabalgata especial porque era la de la víspera de centenario de la Cabalgata de Reyes Magos de la ciudad de Huelva que tendrá lugar el próximo año. La puso en marcha en 1922 la Agrupación Artística ‘Álvarez Quintero’ como una de sus actividades culturales. A partir de ese momento, como recuerda la prensa de la época va a convertirse en “magnífico espectáculo que desde entonces viene celebrándose anualmente para satisfacción de un puñado de almas nobles, para consuelo de unas madres y para regocijo de unos angelitos”. Lo cierto es que los años precedentes, aun cuando no había cabalgata, existía un interés especial por acercar los juguetes a los niños más necesitados, con listas de ayudas en la epidemia de gripe para los Reyes de Magos de 1919 o el festival organizado el día de Reyes de 1920 en el Teatro Mora con regalo de juguetes e incluso ayuda económica.

Estas acciones altruistas de cercanía a los niños se completará con la cabalgata de los Reyes Magos y, para ello, qué mejor que la Agrupación Teatral ‘Álvarez Quintero’.

“Una iniciativa de los ‘Álvarez Quintero”, así lo anuncia el diario La Provincia de Huelva el 12 de diciembre de 1921. Es el principio de un proyecto ilusionante: “Esta sociedad que tanto se preocupa por la cultura fomentándola entre nosotros con entusiasmo digno de los mayores elogios ha tenido la feliz iniciativa de celebrar la tradicional fiesta de los Reyes en forma semejante a como se celebra en Madrid y Sevilla y en otras capitales”.

Así se anuncia que los Reyes Magos visitarán a los chavales en sus escuelas para llevarles los juguetes, se celebrarán festivales benéficos para recaudar fondos, los organizadores “tienen en proyecto una cabalgata con todas las de la ley”. Se adelanta que los monarcas lucirán preciosos trajes así como los personajes que formen su cortejo. No llegarían en camello, pero lo harían en caballos.

Trabajando con entusiasmo y moviendo a todos estaban Fermín Gil, José Moya y Antonio Plata, que son los “organizadores principales de esta fiesta nueva en nuestra capital, de la cual han de resultar favorecidos los niños pobres que nada tienen, esas criaturas desheredadas que soñaron siempre con los Reyes Magos, los cuales nunca hasta ahora vinieron a Huelva con juguetes para ellos”.

El orden de la cabalgata que organizaba los ‘Álvarez Quintero’ tenía el siguiente orden: “Una sección de trompetas. Estrella de Oriente. Heraldos con banderas. Batidores moros con antorcha. Rey Melchor y su séquito. Acémilas portadoras de juguetes. A continuación Gaspar y Baltasar con sus respectivos séquitos, figurando también en la comitiva pastores conduciendo rebaño de ovejas y gente del pueblo con panderetas, zambombas y tamboril, asistiendo también la Banda Municipal de Música”.

Aunque los reyes iban a caballo y eran numerosos los que se apuntaban también con sus equinos para formar el séquito, a partir de 1927 aparecerán las primeras carrozas para llevar los juguetes.

La Cabalgata de Reyes Magos constituyó para la Agrupación Artística ‘Álvarez Quintero’ uno de sus mayores acontecimientos del año. Sin embrago aquellos esfuerzos se van a ver truncados en la época de la II República, que acaba suspendida en los años 1934 y 1935, quedando reducida a una fiesta en los salones de la agrupación, como ocurría en los años previos a 1922.

En enero de 1936 vuelve a salir a la calle la cabalgata, se habían repartido cinco mil juguetes entre los niños de la ciudad, según la prensa local, resultó con gran lucimiento, aunque la lluvia hace aparición con sus estragos. En 1937 la organización es conjunta entre la agrupación y la Falange y a partir de 1938 queda en manos de la Organización Juvenil Española OJE.

Es desde 1938 y hasta 1949 cuando la organización de la Cabalgata de Reyes está en manos del Auxilio Social. Aquella comitiva que salía en los primeros años de la calle Puerto, donde tenía su sede la Agrupación ‘Álvarez Quintero’, y de la Plaza de Toros, lo ahora desde el Pozo Dulce en la zona del Matadero.

Un nuevo cambio en la organización tendrá lugar a raíz del destrozo producido por la lluvia en las carrozas de la cabalgata el 5 de enero de 1947, lo que provocará que los dos años siguientes no se pueda organizar por falta de fondos económicos, hasta que en 1950 es el Ayuntamiento el que se encarga de la misma hasta la actualidad.

Se vive a partir de entonces un gran resurgir de la Cabalgata de Reyes Magos, constituyendo en la actualidad uno de los grandes acontecimientos que se viven a lo largo del año en la ciudad. Es una de las jornadas más importante para los onubenses, son varios cientos de personas implicadas en el cortejo, con una gran infraestructura que pone en marcha la Concejalía Municipal de Cultural. Una jornada esperada en la mañana con la visita de los Reyes Magos a centros asistenciales, así como a residencias de mayores y hospitales.

La tarde está abierta a la calle con la cabalgata que en unas seis horas recorre toda la ciudad, desde el santuario de Nuestra Señora de la Cinta, donde los Reyes Magos realizan la adoración al Niños Jesús de la Patrona de Huelva, para iniciar el recorrido de la cabalgata que en la misma Barriada de la Orden, en la Asociación de Vecinos de los Desniveles, se encuentran el resto de carrozas.

Así se recorren las calles desbordadas de niños y mayores, toda una ciudad en una jornada donde no solo son toneladas de caramelos las que se tiran sino toneladas de sonrisas e ilusión que despierta a su paso.

Por eso hoy la ausencia de la Cabalgata de Reyes Magos en la calle de la ciudad se notará y se echará en falta, aunque los Reyes Magos acudirán a las casas para que nadie se quede sin ese regalo tan especial que es renovar una ilusión para que el gozo de la ilusión perdure durante todo el año y en el 2020 su centenario.