El Centro de Recuperación de Especies atiende una media de 400 animales al año

Unos 2.000 ejemplares pasan por las instalaciones desde su puesta en marcha en 2012. Rehabilita y reintroduce cinco linces ibéricos en sus casi cinco años de funcionamiento.

Animales del centro de recuperación Marismas del Odiel. / Josué Correa
T. Lojo

09 de noviembre 2016 - 18:28

huelva/Unos 2.000 animales han pasado por el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas y de Gestión de Medio Marino (CREA-Cegma) de Marismas del Odiel, el único mixto de la Red Andaluza, desde que éste se abrió en 2012. Los mamíferos suponen un 2% de los ejemplares atendidos, las aves el 90% y los reptiles, el 8%.

Entre los mamíferos se encuentran cinco linces ibéricos. Cuatro de ellos procedían del espacio natural de Doñana y uno del Área de Reintroducción de Portugal, aunque fue recogido en las inmediaciones del Embalse del Sancho, en el término municipal de Gibraleón.

Todos eran machos adultos, tres de ellos se localizaron en el campo, dos (Durillo y Huerto) llegaron con amputaciones de las extremidades, y tras su recuperación se han destinado al programa de reproducción. Durillo va ya por la tercera camada y Huerto también ha conseguido reproducirse.

El resto de los linces tenían infecciones. Jabalcuz y Fronde ya fueron reintroducidos, uno en Jaén y otro en Badajoz, y el último (Litio) se soltó hace unas semanas en la localidad lusa de Mértola. "La recuperación de estos cinco linces demuestra la eficacia del Centro de Especies Amenazadas de Marismas del Odiel", señaló la delegada territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Rocío Jiménez, que subrayó que "cada especie que sigue adelante es un logro".

Aparte de los linces, entre los mamíferos tratados en el centro hay murciélagos, algún zorro, aunque es una especie cinegética y se gestiona de otra manera, y erizos. Actualmente, el grueso de las especies del centro son aves rapaces y tortugas moras.

La recuperación y reintroducción de los animales atendidos alcanza el 55%. Los ejemplares que no pueden ser devueltos al medio porque no están en condiciones de vivir en libertad pasan a asociaciones o a programas educativos de la Consejería. "Se cumple así con el objetivo divulgativo, educativo y clínico". Jiménez comentó que desde que se abrió el centro lo han visitado unos 1.600 alumnos de Primaria y Secundaria. En las instalaciones hay un búho real, un ratonero, espátulas y tortugas moras, que por diferentes motivos no se han podido dejar en libertad.

La veterinaria responsable del Centro de Recuperación de Especies, Clara León, indicó que la gran mayoría de los animales que llegan a las instalaciones es por causas provocadas directa o indirectamente por el hombre (artes de pesca, aerogeneradores, tendidos eléctricos...) y por expolio, "cogen los huevos o incluso las crías" de la aves.

Tras recibir llamadas de ciudadanos, el Seprona, agentes de medio ambiente o de la Policía Local sobre avisos de animales accidentados, organizan y gestionan su recogida a través de los agentes de medio ambiente y, una vez que llegan a las instalaciones, la veterinaria los examina, evalúa su estado clínico, ve si necesita algún tipo de cirugía, rehabilitación o alimentación.

El proceso de recuperación consta de diferentes fases (cuidados intensivos, tratamiento a corta distancia y voladeros, en el caso de la aves, donde los animales musculan y se ponen fuertes para la suelta). La principal función del centro es recuperar animales pero también se dedica a la educación ambiental y organiza visitas. Aparte, colabora con universidades con la cesión de muestras para la investigación y con entidades como zoológicos o centros de cría en cautividad con aquellos animales que no han podido ser reintroducidos. "Intentamos recuperar todo lo que podemos".

El director conservador del Paraje Marismas del Odiel, Enrique Martínez, destacó la labor clínica y de educación y divulgación que se lleva a cabo.

Un buitre leonado será soltado en Sierra Pelada

Junto a un milano negro, un ratonero y un águila calzada se encuentra, en uno de los voladeros, un buitre leonado procedente de la Sierra, que tras pasar una semana en el Centro de Recuperación se va a soltar en Sierra Pelada, "es el sitio más adecuado, porque allí hay unas colonias", indica la veterinaria Clara León, que apunta que la mayoría de los buitres leonados empiezan a ingresar en esta época del año, coincidiendo con la migración. El 90% llega por desnutrición o debilidad, "por falta de alimentación en el campo. Cuando están en movimiento se cansan, se agotan, y llegan en esas condiciones". Éste no podía volar ni moverse. Le han dado de comer durante una semana "y ya está listo para la suelta".

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