Celos sanos, celos patológicos
Todo está en ti | Psicología y Salud
Todos, en algún momento, hemos sentido celos en nuestra vida y en diferentes ámbitos, pero es importante que sepamos distinguir celos normales de otros que son dañinos para nosotros y quienes tenemos al lado
¿Quién no ha sentido alguna vez celos? Es una emoción que hemos podido sentir en cualquier momento o situación por miedo a perder a la persona que amamos. Por eso es interesante diferenciar entre celos sanos y celos patológicos.
En los celos normales, la persona es consciente y es capaz de racionalizar, además de entender, que puede ser por una inseguridad de si misma. En cambio, en los celos patológicos está convencida de que lo que piensan es cierto, que tiene motivos por parte de su pareja.
Los celos, cuando son sanos, nos pueden servir para cuidar a nuestra pareja, para no descuidarnos a nosotros mismos y a darnos cuenta de que volcamos nuestras inseguridades en nuestra pareja. Pero la celotipia, o celos patológicos, son pensamientos obsesivos de desconfianza sobre una posible infidelidad.
No solo existen los celos hacia la pareja, también existen, por ejemplo, hacia los amigos: porque dicho amigo hable con más amigos y queremos que sea un amigo "exclusivo". También hay celos entre familiares, hermanos, padres, si hacen más muestras de cariño o atención hacia cualquier familiar que no sea nosotros. En el trabajo también se dan los celos patológicos porque un compañero promocione y el otro no, porque se lleve mejor con el jefe... En general es cuando hay un miedo irracional ante la posible pérdida de cualquier persona a la que se considere importante.
Aquí a veces se ve la creencia de que el otro nos pertenece y no puede ser de nadie. El celoso patológico detesta ver a su pareja mostrando interés por otras personas. Este tipo de celos suelen venir acompañados de una emoción de enojo y violencia. Además de venir de un miedo imaginario y muy exagerado, ya que cualquier detalle lo magnifican como si fuese real: retraso a la hora de llegar a casa, miradas a otras personas paseando por la calle...
Las personas con celos patológicos, por el mal manejo de la confianza hacia el otro, tienen atrofiada dicha capacidad. Otra cosa muy distinta es cuando los celos son ocasionados y, si han existido motivos, se produce por una falta de respeto a la confianza de la pareja. Entonces es normal que la persona engañada tenga dificultades en confiar de nuevo, ya que la confianza ha sido dañada.
Los síntomas más significativos de la celotipia son:
Las respuestas de comprobación o de control se hacen de una forma compulsiva, y se hacen sobre los comportamientos de la pareja. “¿Me ha dado un beso al llegar?; ¿parece que está serio?; ha llegado tarde, qué habrá estado haciendo?".
Otras comprobaciones muy habituales son mirar el móvil para saber cuándo se ha conectado la última vez, mirar su Facebook a ver quién tiene de amigos, mirar si le ha dado a algún me gusta de alguien, vigilar también su Instagram los seguidores que tenga. Estas comprobaciones se vuelven infinitas todo el día; al ser tan compulsiva, la persona celosa siente mucha ansiedad y su autoestima es cada vez más baja. Al estar en esas comprobaciones, el miedo también hace que sea mayor y, por lo tanto, también la dependencia hacia su pareja.
La idealización del otro. La persona celosa tiende a magnificar a su pareja y, con ello, a creer que todo el mundo está enamorado de su pareja.
Los pensamientos obsesivos e irracionales, ya que por mucho que compruebe nunca se queda tranquila. Al estar en continua vigilancia, la víctima trata continuamente de justificarse y de convencer al otro de todo lo que hace para así evitar el conflicto, pero eso hace el efecto contrario, ya que el celoso se siente con más poder de posesión; a la vez que la víctima no para de hacer demostraciones de amor para que el celoso tenga menos ansiedad, pero, claro, si deja de hacérselas, lo considera como desinterés y que hay otra persona.
Algunas de las causas que dan lugar a los celos son:
- La inseguridad personal, los complejos la baja autoestima.
- El temor a resultar ridiculizado o desprestigiado al sentir que todo el mundo sabe que ha sido engañado por su pareja y quede como un tonto.
- Que la relación no vaya bien, que haya dudas de seguir por parte de alguno de los dos y que se sienta ignorado o dejado de lado.
- Y heridas de la infancia mal curadas.
Consulte a un profesional siempre que pueda.
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