Cepsa invertirá miles de millones en nuevas plantas de hidrógeno verde y biocombustibles en Huelva
El objetivo de la energética es producir 2 gigavatios de producción de hidrógeno verde y 2,5 millones de toneladas de biocombustibles
Huelva/En el pulso que viven todas las energéticas del mundo de cara a un proceso de descarbonización exigido tanto por las autoridades con leyes medioambientales cada vez más ambiciosas y cada vez más por unos consumidores que parecen cada vez más dispuestos a decantarse por estas nuevas formas de movilidad, Cepsa ha sido la última en llegar, pero su apuesta es firme e inequívoca: van a por un proceso global que tiene el 2030 como fecha límite. A pesar de que en la presentación de ayer por parte del consejero delegado de la energética, Marteen Wetselaar se echaron en falta detalles concretos sobre las inversiones en Huelva (serán detalladas en los próximos días), lo que sí dejó claro es que alrededor de las instalaciones que la compañía tiene en la provincia, pivotarán buena parte de esas estrategias.
Los grandes números hablan de unas inversiones globales de entre 7.000 y 8.000 millones de euros y dado que el consejero delegado reconoció que “las instalaciones en Andalucía (Huelva ySan Roque) están en una posición estratégica de cada a la producción de energía sostenible y limpia”, cabe suponer que una buena parte de los mismos llegarán a instalaciones concretas en Huelva. Los objetivos se marcan en la producción de 2,5 millones de toneladas al año de biocombustibles, 800.000 de SAF (combustible sostenible para la aviación) y 2 gigavatios de producción de hidrógeno verde.
Todo ello pasa, aún a falta de confirmación, por la construcción de nuevas plantas en Huelva, toda vez que las actuales no parecen habilitadas para hacer frente a este cambio radical en la estrategia de Cepsa, por ejemplo para albergar los electrolizadores necesarios para una producción de hidrógeno verde que no tiene igual no sólo en España, sino en todo el continente. De hecho, de las intenciones de Cepsa da buena cuenta la intención por parte de la empresa de convertirse en “la puerta de Europa la exportación de hidrógeno verde”, justamente el nombre elegido por Iberdrola para su clúster en Huelvaclúster.
En la actualidad, Cepsa “es uno de los principales productores de hidrógeno de España y Portugal y aspira a convertirse en el referente para la importación y exportación de esta energía, tanto al continente europeo, África y Oriente Medio, gracias a la localización privilegiada de sus instalaciones en la península ibérica”. Su producción tiene que venir asociada a la producción de energías renovables de las que tienen en cartera “proyectos eólicos y solares con una capacidad de 7 gigavatios, de los que 1,5 tienen conexión a la red”.
Esta estrategia pasa también por convertir sus refinerías (llamadas ahora Energy Parks) en “parques energéticos diversificados y sostenibles. Estas instalaciones están situadas estratégicamente en el sur de Europa, junto a los principales puertos, lo que proporciona a los grandes clientes industriales, un acceso privilegiado a los mercados clave”, una referencia sin duda dirigida al fortalecimiento de su posición tanto en Huelva como en las instalaciones de San Roque.
Otro de los aspectos que se dejó en el aire en espera de la presentación de ayer, fue el futuro de la otra división de la empresa. La Química había estudiado la posibilidad de salir a la venta en un mercado más que complejo habida cuenta de la inversión que supondría esa operación.Según lo adelantado ayer por Wetselaar, esta “reforzará su liderazgo global en los mercados de LAB (materia prima para la fabricación de detergentes biodegradables) y fenol (utilizado para la producción de plásticos de alta tecnología)” campos en los que es el mayor productor mundial, “mediante el desarrollo y producción de químicos a partir de materias primas renovables y recicladas”. El negocio de la Química, “aspira a que hasta un 30% de sus ventas en 2026 proceda de productos bajos en carbono”. A partir de ahora se tratará de “dotar a ambas líneas de negocio de más autonomía” lo que supone que “ambas puedan tomar sus propias decisiones para ser más ágiles en sus respectivos sectores”.
La nueva estrategia, agrupada bajo el lema de Positive Motion, supone el nacimiento de lo que el consejero delegado denominó “la nueva Cepsa”, que va más allá de “conseguir cero emisiones netas”.En concreto, se reducirán las correspondientes a CO2 en un 55% respecto a 2030 y llegar a cero emisiones en 2050. Todo ello, con la mente puesta en la “continuidad del suministro de combustibles como hasta ahora mientras el mercado se adapte a las nuevas necesidades”, y con la posibilidad de encontrar estaciones de recarga de hidrógeno verde cada 300 kilómetros en estaciones situadas en los principales corredores de transporte europeos y con estaciones de servicio que supondrán una experiencia global con suministro de combustibles limpios, supermercados o parafarmacia.
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