Cien aniversario del Gran Teatro de Huelva

Este es un mes muy especial, el del Centenario del Gran Teatro o Real Teatro, que fue su nombre primitivo.

El 30 de agosto de 1923 levantaba su telón. Era fruto del empeño empresarial de un ciudadano de la vida onubense, que no solo veía en ello un negocio, sino una aportación a la Cultura de la ciudad. Necesitada de estos mecenas, claves para ir dando paso en su despertar cultural. Ahí estuvo Joaquín Gonzalo Garrido que le echó todo su esfuerzo, imaginación y capital para levantar uno de los edificios más imponentes de la ciudad, cien años después nos sigue sorprendiendo.

Mejor que bajar por la plaza de las Monjas para encontrarse con él, lo suyo es llegar por la calle Gobernador Alonso y en ese entramado de calle estrechas, de construcciones sencillas entonces y hoy edificaciones la mayoría sin personalidad, nos encontramos de frente con esta belleza, que invitaría a crear una plaza gracias a otro mecenas, el alcalde Coto Mora que cedió estos terrenos y luego alrededor de ella se levantaron hermosas construcciones de una nueva sociedad más opulenta. El caso es que aquí tenemos uno de los espacios especialmente hermosos de la ciudad.

Para la apertura una de las mejores compañías del momento, la de María Gámez, con la obra Cristalina de los muy aplaudidos -especialmente en Huelva- hermanos Álvarez Quintero. Mientras los honores del acto quedarían para la Banda Municipal que interpreta en tan solemne ceremonia de inauguración la Marcha Real.

Se abría así un nuevo tiempo para Huelva, desde entonces el Teatro fue regalando ilusiones a todos los ciudadanos, porque es raro encontrar quien no lo conozca, no haya esta sentado en sus butacas, en una obra de teatro, o disfrutando de una película, o en cualquier acto de la ciudad aquí celebrado, un pregón, una conferencia, carnavales, hasta actos políticos de ayer y de hoy...y este año la toma de posesión de la primera alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, lo que fue especialmente acertado. El Gran Teatro siempre haciendo historia en los grandes momentos de la ciudad.

Se habla de este centro de la cultura con cariño y respeto: pisar las tablas del Gran Teatro, la bombonera de los carnavales, la cátedra de Huelva y su Semana Santa... En definitiva, está en nuestro corazón y eso también gracias a otro mecenas y empresario de la ciudad como fue Joaquín González Barba, que cuando dejó la actividad empresarial en el Gran Teatro se preocupó de que llegará a manos pública, pasando a propiedad del Ayuntamiento de Huelva y la Diputación Provincial, en la antesala del V Centenario del Descubrimiento y Encuentro con América.

Todos tenemos nuestro recuerdo del Gran Teatro, cuando el patio de butacas se oscurecía y siendo niño aparecía los payasos en el escenario en esas veladas matinales de los sábado con topollillo. De joven las películas, esperando no te tocara detrás de la columna, y llegando un rato antes para pasar por el kiosco-bar, por unas pipas y un refrigerio cuando la economía lo permitía, las palomitas llegaron más tarde. Y muy especialmente recuerdo mi pregón de la Semana Santa de Huelva, en mi pública profesión de fe a Huelva por encima de todo.

Seguro que cada lector tendrá un recuerdo, os propongo que refresquéis vuestra memoria.