La Ciudad del Marisco de Huelva instala sus cubiertas y estará lista este año
Con un presupuesto superior a los 6 millones de euros entrarán en servicio de manera casi simultánea con la lonja pesquera
El Puerto deberá replantearse su futura utilidad como espacio de ocio e industrial
Huelva/Es uno de los proyectos que llegará antes de que termine el presente ejercicio y que está destinado a transformar no sólo la imagen de la industria pesquera en la capital onubense, sino en toda la provincia, además de conseguir rehabilitar un espacio portuario y ciudadano abandonado a lo largo de los últimos años.
Si bien es cierto que el retraso sufrido por la lonja pesquera que verá aplazada su entrada en pleno funcionamiento tal y como adelantó Huelva Información, puede beneficiar al aplazamiento que sufrió la Ciudad del Marisco antes del inicio de las obras, paradójicamente puede beneficiar a ambas si se da el paso que originó sus respectivos proyectos, es decir, la creación de una marca de marisco y pescado de Huelva.
Lo cierto es que en los últimos días se ha llegado a las cubiertas de la Ciudad del Marisco y ya se pueden contemplar lo peculiar de su diseño, así como el de una de sus entradas. Las obras continúan el ritmo previsto y aunque el proyecto inicial contemplaba que estarían listas a finales del año pasado, no será hasta un año después cuando comiencen los trámites para hacerla completamente operativa.
Los trabajos son realizados por la Unión Temporal de Empresas formada por las sociedades Tecnológica de la Construcción y Obras Públicas y Construcciones y Ferrallas La Rábida SL que siguen la línea de singularidad llevada a cabo en la lonja, aunque con líneas más sinuosas, especialmente en las cubiertas que ahora se están instalando. Será entonces cuando desde la Autoridad Portuaria se empiecen a plantear la utilización de unos espacios que, al menos de no mediar un cambio más que sustancial, parecen sobredimensionados y cubiertos con los servicios que se ofrecerán en la lonja y que será necesario replanteárselos.
El proyecto supone la remodelación integral de un espacio de unos 65.000 metros cuadrados en la zona norte del Muelle de Levante, cuya nueva ordenación en la que se prevé implicar a la iniciativa privada para la creación de espacios de ocio entre los que se incluye una Marina para la náutica deportiva con 400 amarres, puede ser determinante a la hora de establecer sus nuevas funciones.
Por un lado se pretende combinar las actividades profesionales con las de ocio, algo que ya fracasó hace unos meses cuando se quiso hacer lo mismo en la lonja y que al final ha sido necesario readaptar para dar cabida al Laboratorio Tecnológico que se ubicará en su última planta. Lo que sí será una realidad es la regeneración de un espacio urbano del frente fluvial de la ciudad, una de las máximas llevadas a cabo por la Autoridad Portuaria en los últimos años.
La singularidad del espacio, supone la inversión de 6,4 millones de euros para habilitar las infraestructuras al servicio de los comerciantes y exportadores y tiene una capacidad de hasta 41 módulos junto con dos espacios comerciales en las esquinas del complejo. De los antiguos 120 módulos que se ubicaban en el Muelle de Levante, tras la demolición de parte de las instalaciones, se cuenta con 77 módulos de los que 40 están ocupados, por lo que tendrán espacio suficiente en las nuevas instalaciones.
Según comunicó la Autoridad Portuaria cuando se diseñó el proyecto, la planta baja se reservará para la actividad industrial y profesional de todo el complejo e incluirá los servicios de control de acceso, carga y descarga de camiones en los dos muelles destinados para ello, manipulación y elaboración de alimentos, refrigeración, congelación y almacenaje). Separados de esta actividad y orientados al exterior, se ubicarán dos locales (también en las plantas superiores), con accesos directos desde el exterior, pensados para que puedan tener un funcionamiento independiente.
La planta alta tendrá varias zonas diferenciadas: siete accesos peatonales, espacios comunes, la planta alta de cada uno de los módulos de exportación y, por último, una gran galería de acceso del público a la zona de venta de marisco y pescado.
El diseño del complejo rompe con la linealidad del polígono y propone construir una fachada que muestre su cara más amable al exterior, liberando un espacio industrial al interior. Esta solución se puede hacer extensiva al resto del polígono, consiguiendo la regeneración urbana de la zona. Lo que se pretende con el levantamiento de la Ciudad del Marisco es convertirlo en uno de los espacios emblemáticos de la ciudad, al mismo tiempo que se recuperan para la generación de actividad económica y empleo y que los ciudadanos tengan una relación más estrecha con los mismos.
La pretensión última es conseguir dar un paso adelante y lograr una marca de calidad para el pescado y marisco onubense, algo que sí dotaría de sentido a ambas instalaciones, toda vez que requeriría la instalación de algo similar a un consejo regulador que estableciera los requerimientos para poder comercializar sus productos bajo dicha denominación.
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