Clases estivales de pintura en Aracena
El pintor Luis Orquín imparte un curso en la Factoría Cultural de la localidad serrana
El arte de la pintura siempre es bonito de apreciar, complejo de practicar y gratificante contemplar. Parece que sólo algunos privilegiados tienen la suerte de poder mostrar con el pincel la observación real de nuestros paisajes, rincones, personajes o bien la imaginación humana.
Sin embargo, en Aracena, el joven pintor Luis Orquín se ha empeñado que no sea así y ha optado por enseñar a pintar a quien quiera, sin tener en cuenta la destreza ni el conocimiento pictórico. Un curso de pintura personalizado, para grupos reducidos y abierto tanto a niños como a personas mayores.
Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Sevilla, se dedica, aún en tiempos de crisis general y particular del mundo artístico, a la pintura en diferentes vertientes: muchos encargos, retratos, lugares de pueblos serranos, rincones de Aracena, imágenes religiosas, concursos y certámenes de pintura, entre otros.
Ahora finaliza la primera parte de su primer curso, esperando que no sea el último. Se imparte en la denominada Factoría Cultural, antiguo edificio del colegio infantil La Julianita de Aracena, junto a las dependencias de la Casa de la Juventud y Colegio José Nogales. Allí, cada tarde, de martes y jueves del pasado mes de junio, se han juntado varias personas -abrumadora mayoría femenina- interesadas en aprender y pintar sus obras. Primero, con la difícil técnica de la acuarela, pero teniendo claro conceptos teóricos como el encaje, proporción o el volumen. El taller es práctico y con la consulta personalizada del joven maestro aracenense.
En una de las últimas sesiones de junio, con las obras en acuarela casi terminadas por algunas alumnas, y ya finalizadas de otras, se pudo comprobar el buen ambiente y ganas de aprender de personas que no se dedican a este mundo. Incluso con casos en los que el último contacto con la pintura tuvo lugar hace muchos años, aunque también hay casos de personas que sí han hecho algunos "pinitos" de forma autónoma y casera.
Ahora el curso se amplía durante el mes de julio con el manejo de otra técnica: el pastel. Igualmente, las sesiones serán dos cada semana, martes y jueves, de seis de la tarde a nueve de la noche, para aprovechar así bien las sesiones. El objetivo de Luis Orquín, según indicó, es que al curso "se sigan apuntando personas", tanto "quiénes han estado en la acuarela como otras a las que le apetezcan aprender otras técnicas, que tengan ahora en verano más tiempo o que al ver el resultado de los primeros valientes inscritos se atrevan" y, por supuesto, su gran deseo es que tras el comienzo "siempre difícil" el curso tenga continuidad.
En el primer mes del curso, recién pasado junio con la acuarela como protagonista, los alumnos han realizado obras con diferentes temáticas, aunque lugares y rincones de Aracena han sido los más pintados mediante el apoyo de una imagen fotográfica. Obras con elementos como jarrones de flores, calles de la localidad, espacios urbanos reconocibles como el Parque o vistas en las que aparece la Iglesia Prioral del Castillo.
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