Colegio de Ferroviarios: Adiós a la decadencia

Huelva | Patrimonio

La cooperativa Senior Cohousing Huelva comienza la intervención urgente para salvar el edificio

En los próximos meses se cerrará el proyecto de restauración del antiguo San José de Calasanz

Interior de uno de los torreones del edificio con aparatos de gimnasia olvidados
Interior de uno de los torreones del edificio con aparatos de gimnasia olvidados / Josué Correa

Tres plátanos perfectamente alineados y varios yogures descansan sobre un antiguo pupitre escolar. Unos calcetines siguen tendidos en un cordel, y en una habitación aledaña se amontonan varias prendas de ropa. No es lo único. Entre porquería, escombros y mal olor se mezclan viejos recuerdos con objetos de toda condición rescatados de la basura. Una muestra de que hasta hace sólo unos días hubo quien habitaba el lugar a riesgo de que el techo se le viniera abajo. Esa amplia estancia que años atrás fue espléndido vestíbulo del colegio San José de Calasanz no es ni la sombra de lo que fue. La decadencia está presente. La ruina, más bien. Aunque tiene las horas contadas, cuando hoy empiecen los trabajos de limpieza integral y ese emblemático edificio del Colegio de Ferroviarios, junto a la antigua estación, dé los pasos definitivos para alcanzar la nueva gloria que le dará el proyecto de Senior Cohousing Huelva.

La sociedad cooperativa onubense es la propietaria del inmueble desde hace un mes. Ese sí fue un salto decisivo para la recuperación de uno de los edificios en desuso de la ciudad, con casi dos décadas de muerte lenta en el olvido tras dejar para siempre su actividad docente. Hasta que este último lustro fue el objetivo de un innovador proyecto social para la construcción de viviendas colaborativas para mayores. Es el cohousing que impera hace años en el norte de Europa, senior aquí por la edad de sus futuros inquilinossenior, mayores de 55 años, que disfrutarán de un edificio histórico en el que se construirán viviendas como parte de un complejo con extraordinarias zonas comunes que ya es un referente en España.

Pero detrás de esa apuesta hay también un deseo fuerte de vincularse a la historia de la ciudad, de contribuir a su mejora, concretado, en este caso, en la restauración del antiguo colegio antes de que se perdiese en el abandono como tantos otros. En los próximos meses se redactará el proyecto final para su rehabilitación y ampliación, pero antes de eso, y cuando las circunstancias excepcionales actuales lo han permitido, los nuevos propietarios han emprendido una actuación de urgencia para asegurar la integridad de la construcción y evitar el avance de su deterioro antes de que el próximo año puedan comenzar las obras.

Vista superior de la escalera que se va a conservar en la rehabilitación.
Vista superior de la escalera que se va a conservar en la rehabilitación. / Josué Correa

Encima de la mesa hay una orden de ejecución emitida por el Ayuntamiento hace un par de semanas en el que se insta a la sociedad cooperativa Senior Cohousing Huelva a realizar distintas tareas de forma inmediata. La primera de ellas se completó el jueves pasado, con la desinfección y control de plagas en todo el edificio y el recinto, previa marcha de okupas y desalojo de la colonia de gatos existente al centro municipal de acogida. Este lunes se dará el siguiente paso con la limpieza de los jardines y del interior, más nueva desinfección. Y todo quedará dispuesto para que los técnicos realicen las actuaciones necesarias para asegurar la estructura del edificio y evitar nuevos derrumbes y desprendimientos del tejado, como se han venido produciendo en los últimos años.

El propio arquitecto del proyecto de restauración, Manuel Ángel Vázquez, que visitó el edificio en 2018, asegura que en dos años los desperfectos han sido considerables por la acción del agua y el viento en los tejados y las filtraciones que han dañado los forjados de la estructura. "Habría sido ideal actuar antes para evitar tanto deterioro pero tampoco hay nada tan grave que impida su rehabilitación", explica.

En estos momentos hay un proceso de evaluación en marcha, junto a laboratorios externos y supervisión constante de los técnicos municipales, que deberán dar su visto bueno a las actuaciones a realizar, dada la protección del inmueble. Vázquez apuesta por un proyecto de ejecución "ambicioso, más garantista" y anticipa que habrá que realizar desmontaje de elementos, con una catalogación para su posterior integración en la construcción final, como algunas solerías o la escalera principal.

Elección clave

El portavoz de la sociedad cooperativa propietaria, Pedro Ponce Camarena, asegura que la elección de Manuel Ángel Vázquez no es casual, dada “su especial sensibilidad y su experiencia en la rehabilitación de edificios”, como el de La Unión y el Fénix o el Colegio de Aparejadores, a lo que se une el hecho de conocer perfectamente el antiguo Colegio de Ferroviarios, del que su padre fue director.

En el ánimo de todos está la recuperación de este inmueble "emblemático en Huelva". "He pasado horas con cada uno de los cooperativistas y puedo decir que aman el edificio. Tienen el máximo respeto por él porque, además, es objeto de su propio futuro", cuenta el arquitecto. Ahora, con las actuaciones en marcha, el esplendor del que gozó años atrás volverá también con un nuevo uso que conjugará innovación e historia. Y gracias a ello, Huelva ha dado un paso más para salvar su patrimonio.

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