Colombinas 2022: Un fin de Fiestas para la historia

Huelva despide las Colombinas con el espectáculo final más innovador de todas las ediciones

Miles de onubenses arropan a la ciudad en el último día de la feria

Espectáculo piromusical en el Paseo de la Ría para despedir Colombinas.
Espectáculo piromusical en el Paseo de la Ría para despedir Colombinas. / Clara Carrasco

Huelva/Fuegos artificiales, confetis, humo y otros efectos especiales han embellecido la noche onubense para despedir las Fiestas Colombinas 2022. El cielo pasó de ser negro a irradiar un enorme colorido durante 20 minutos para el deleite de toda la población que se acercó ayer al Paseo de la Ría para no perderse el espectáculo piromusical Cor Meum, que recorría los 1.000 metros de paseo frente al mar.

Los onubenses se han sentido partícipes del espectáculo de cierre de Colombinas más completo de toda la historia. Lo han hecho oyendo, viendo y sintiendo durante 20 minutos los fuegos que se lanzaban desde el Muelle del Tinto. Para ello, junto a los fuegos artificiales había máquinas de humo, confetis y otros efectos, como una iluminación especial, en la que se utilizó el propio muelle como escenario, con los fuegos explotando en el cielo y reflejados en el agua.

Uno de los momentos del espectáculo piromusical.
Uno de los momentos del espectáculo piromusical. / Clara Carrasco

Huelva despidió así sus Fiestas, más esperadas que nunca tras dos años de suspensión como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Los onubenses volvieron a hacer suyos los festejos que conmemoran el papel de Huelva en el Descubrimiento de América y así quedó reflejado en el recinto colombino, atestado de personas llegadas desde todos los puntos de la provincia. Tanto es así, que el sábado se registró el mayor número de personas de los últimos años en el propio recinto, según pudo confirmar el Ayuntamiento.

Finaliza, por tanto, las Fiestas Colombinas de los récords. Uno de ellos es el relativo a la majestuosa portada que daba la bienvenida a todos los asistentes. Dedicada al Reino Unido con la recreación de una de las singulares casas del Barrio Reina Victoria, es la más grande de la historia, de 33 metros de ancho por casi 20 de alto y cinco metros de fondo, personalizada para Huelva y su fiestas e iluminada con 21.000 puntos de luz.

Ambiente el miércoles 3 de agosto en las Colombinas.
Ambiente el miércoles 3 de agosto en las Colombinas. / Clara Carrasco

Otro de los récords fue conseguido en los escenarios con la programación musical más ambiciosa de todas las ediciones. Rayden, Locoplaya, Texas, Nil Moliner, Ana Guerra, Nancys Rubias, Fangoria, Coque Malla o Argentina, que clausuró ayer los conciertos, iluminaron con sus voces un espacio que se asemejaba más a un festival de música que a una feria.

Las Colombinas más especiales no podían terminar sin un broche final a la altura. El espectáculo piromusical proyectado en el Paseo de la Ría supuso toda una sorpresa por la cantidad de sonidos y efectos que desprendía en una de las zonas más emblemáticas de la capital.

Los primeros tres minutos y 45 segundos confeccionaron una intro, en la que se trataba de conseguir que el espectáculo se acomodase a ver un espectáculo que le hizo estremecerse en determinados pasajes, sorprenderse en otros, asombrarse en momentos de arrebato e incluso momentos de relajación mientras sonaba una melodía dulce tras una música extremadamente impetuosa. Para ello, se empleaba una música alegre con gran cantidad de instrumentos orquestales, cuerdas, vientos, alegres panderetas, etc. Algo muy exclusivo que se realizó fue la presentación del muelle a los espectadores. Con una espectacular coreografía laser, el muelle se dio a conocer al espectador de una forma nunca antes vista.

Tras esta intro, comenzó la parte más impactante del evento. Un montaje propio de Strauss y Elvis “in crescendo” acompañado de meteoros con grandes palmeras multicolor al ritmo de timbales. En cada entrada de los vientos interpretando las famosas notas de Así hablo Zaratrusta de Strauss, unas colas de caballo con efecto en Kamuro dorado se descolgaban desde una altura de 200 metros.

Esta sección terminaba con una soberbia cuenta atrás para dar paso a una parte rítmica muy definida en la que la sincronía se percibía muy claramente. Grandes palmeras fugaces, crisantemos verdes y magnolias (luces aéreas con movimiento propio alocado) acompañaban a las colas de caballo blancas.

Fuegos artificiales para despedir las Colombinas.
Fuegos artificiales para despedir las Colombinas. / Clara Carrasco

En el agua, una batería de crosete vestía el mar de luces. Los lanzallamas escoltaban toda esta secuencia con una coreografía, aumentando la sensación de ritmo que imponía la música. Todos estos efectos, su sincronización y el efecto que producía en el público se concentraba pasados los siete minutos.

Tras la gran apoteosis de los primeros ocho minutos y la impactante llama de 30 metros del lanzallamas Big Flame se dio paso a una parte del espectáculo menos intensa, pero mucho más melódica.

A continuación, unas voces en coro de fondo ampliaban la emotividad del momento y ahí entraban en acción las fuentes de fuego frío sparkular colocadas a lo largo del paseo marítimo. El espectador entró físicamente dentro del espectáculo. Láser, fuentes sparkular, fuegos artificiales sincronizados saliendo del mar y un coro sonando de fondo hizo estremecerse al público.

La intensidad del espectáculo volvía a incrementarse a la mitad del espectáculo con una soberbia música acompañada de efectos artificiales a gran altura y enorme diámetro. Así, se podían apreciar las carcasas de calibre 200 mm explotando a más de 200 metros de altura, mientras los fuegos artificiales acuáticos vestían toda la zona.

Ambiente en las casetas de Colombinas el miércoles 3 de agosto.
Ambiente en las casetas de Colombinas el miércoles 3 de agosto. / Clara Carrasco

Dando paso ya al final, una música rítmica muy optimista fue preparando al público para el arrebato final y culmen del espectáculo. Los artificios pirotécnicos ocupaban un primer nivel junto a los efectos especiales sparkular a ras de suelo. Poco a poco la música ganaba en intensidad y orquestación.

Seguidamente, los fuegos artificiales alcanzaron el nivel mas alto (entre 150 y 250 metros de altura), terminando con una explosión de colores coronado por carcasas de 200 milímetros reflejándose en el mar y el poderoso Big Flame y su espectacular llama de 30 metros.

Y terminada la banda sonora, rindiendo homenaje a la ciudad de Huelva, los onubenses asistían a cientos de truenos de aviso de gran calibre que, no sólo dieron fin a la feria en el paseo marítimo, sino que también lo hizo en elrecinto ferial.

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