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El Consejo de Seguridad Nuclear inspeccionará las obras de clausura de las balsas de fosfoyesos

Fertiberia deberá presentar en seis meses un plan de gestión y vigilancia de materiales radiológicos tanto previamente a los trabajos, como durante su ejecución

Balsas de fosfoyesos con el casco urbano de la capital onubense al fondo. / Alberto Domínguez
Óscar Lezameta

18 de mayo 2022 - 21:11

Huelva/El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) cumplió lo adelantado y en la reunión del pleno celebrado en la tarde de ayer, dio el visto bueno con condiciones al plan de clausura de las balsas de fosfoyesos presentado por Fertiberia, aunque con ciertas puntualizaciones. Éstas se resumen en la exigencia a la empresa de presentar un plan de vigilancia de las obras en los próximos seis meses, así como el establecimiento por parte del organismo, de mecanismos de control y medición previos al inicio de los trabajos, durante los mismos y a su conclusión, así como durante el periodo de vigilancia que la empresa presentó en el proyecto y que está establecido en 30 años. Quiere el CSN tener la seguridad de que lo contenido en el informe, es decir, que las obras no afectan a la seguridad de los habitantes de la capital onubense, se cumpla de una manera efectiva y conforme a sus requerimientos.

Según dio a conocer ayer el CSN después de la reunión , “el proyecto presentado por la empresa está dividido en dos fases: clausura y post-clausura, aunque esta última deberá ser objeto, en su momento, de un nuevo dictamen. La fase de clausura, objeto de este dictamen favorable, tiene como objetivos el sellado, drenaje y recubrimiento de las balsas, con el fin de mitigar su impacto en el entorno para, posteriormente, dar un uso recreativo al emplazamiento”.

De la misma manera, recordó que “los fosfoyesos son residuos generados durante la fabricación del ácido fosfórico que tienen la consideración de residuos NORM (siglas correspondientes a Naturally Occurring Radioactive Materials). Este tipo de materiales generados en actividades con materiales radiactivos naturales que, como consecuencia del procesado, alcanzan concentraciones superiores a los niveles de exención Además, en los apilamientos de fosfoyesos de este emplazamiento se encuentran presentes otros materiales sólidos singulares, en cantidades inferiores, pero con una concentración de actividad elevada: los denominados fosfoyesos negros y las eflorescencias salinas que se forman por la evaporación de las aguas ácidas”.

La existencia de los denominados fosfoyesos negros han sido uno de las críticas a los sucesivos planes de regeneración o encapsulado del material contenido en las balsas. Éstos se forman como consecuencia del proceso de precipitación del fosfoyeso en las balsas, a donde llegan en forma de líquido pastoso. Después de la precipitación de los elementos sólidos, principalmente fosfoyeso y metales, las espumas negras contenidas en las aguas ácidas de transporte, tienden a desplazarse hacia las orillas, produciendo capas de costras como consecuencia de la superposición de sucesivos aportes. Estos, según la denuncia de varios colectivos ecologistas, se filtran hasta las aguas del Tinto.

Imagen de los fosfoyesos facilitada ayer por el Consejo de Seguridad Nuclear. / CSN

Por todo ello, una de las exigencias que se especifica es que “la empresa responsable deberá presentar ante el CSN, en un plazo de seis meses, un plan de acondicionamiento, gestión y vigilancia de materiales con especial significación radiológica, que incluya los mencionados fosfoyesos negros y las eflorescencias salinas”.

De igual manera, el CSN considera necesario que Fertiberia lleve a cabo medidas de vigilancia radiológica ambiental antes de iniciar la fase de clausura, de forma que disponga de un valor de referencia para los resultados en muestras de aguas superficiales y sedimentos para poder determinar si se produce un aumento de la presencia de radionucleidos por efecto de las actividades que se realicen. Otros requisitos del condicionado que establece el CSN se refieren a otros programas de vigilancia requeridos para su ejecución periódica, que permitan confirmar la validez de las actuaciones para garantizar la estabilización y el confinamiento de los materiales.

Una vez concluida esta fase de clausura, cuya duración se prevé que sea de unos diez años, el paso a la fase de post-clausura estará sujeto a un nuevo dictamen del CSN, de acuerdo con el artículo 81 del Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas (RINR), es decir, aquel que obliga a contar con el dictamen del CSN para posibles limitaciones de uso de estos terrenos afectados por emisiones radiológicas.

Fertiberia se ha remitido a lo largo del día de hoy para dar a conocer su postura ya que prefieren esperar hasta conocer por completo el contenido del informe que les fue remitido a primera hora de la tarde de ayer por parte del CSN. Será entonces cuando se conozca esa valoración sobre las medidas que les exige la administración, así como el momento en el que podrán comenzar los trabajos.

Mesa de la Ría tilda de “una mala noticia” el aval

Mesa de la Ría considera “una mala noticia” el aval que el Consejo de Seguridad Nuclear ha dado al proyecto de restauración de la empresa. El portavoz del colectivo, Rafael Gavilán, indicó que el hecho de que el informe del CSN “no por ser esperado deja de ser malo”. El CSN, precisó, es “un órgano técnico cuyo único cometido es controlar la afección de la radioactividad hacía la población y por tanto el proyecto que había presentado Fertiberia de tapar los residuos con una capa de tierra entendíamos que para este órgano pudiera ser suficiente”. “Para Mesa de la Ría una restauración medioambiental nunca puede ser dejar los residuos donde están, por mucho que taparlos con una capa de tierra vaya librar la población de la afección radiológica que tienen las balsas. Vamos a seguir peleando para que este proyecto sea rechazado y para que la marisma sea devuelta a su situación originaria”.

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