El Consistorio aprueba el Plan de acción contra el ruido en la ciudad
La capital tendrá herramientas de control y seguimiento para tratar la gestión integrada de la contaminación acústica de forma permanente
El Ayuntamiento de la capital ya cuenta con el Plan de Acción contra el Ruido de la Ciudad de Huelva, un documento que recoge las líneas estratégicas y acciones a llevar a cabo en la ciudad con el fin de subsanar las deficiencias detectadas en el análisis y diagnóstico del Mapa Estratégico de Ruido de la Aglomeración de Huelva, para lo que se definen diferentes tipos de actuaciones a desarrollar en la capital onubense.
Según destaca la concejala de Vivienda, Medio Ambiente y Sostenibilidad, Esther Cumbrera, se trata de un plan de acción "de gran importancia para la ciudad porque en él se tratan las aglomeraciones, los grandes ejes viarios y los ejes ferroviarios situados en ella, determinando las acciones prioritarias que se deben realizar en caso de superación de los valores límite".
En este sentido, apunta Cumbrera que para la elaboración de este documento se han tomado como base los resultados de los mapas de ruidos, con el objetivo principal de prevenir y reducir el ruido ambiental siempre que sea necesario, en particular cuando los niveles de exposición puedan tener efectos nocivos en la salud humana, contribuyendo además a mantener la calidad del entorno acústico.
De esta forma, tras la aprobación de este plan de acción, el Consistorio podrá establecer una política de transversalidad en la lucha activa contra el ruido, a través de la definición de unas líneas de trabajo que permitan actuar de forma global para disminuir lo máximo posible la contaminación acústica.
Además, se pretende que este programa pueda implantarse de forma continua en el tiempo, con el fin de que cualquier actuación que se ejecute en un futuro incorpore y tenga en cuenta las líneas de acción desarrolladas en este documento.
Cabe destacar que, como se pone de manifiesto en el diagnóstico obtenido del Mapa de Ruidos, actualmente el tráfico rodado constituye el principal foco de contaminación acústica en la capital onubense, por lo que este apartado contará con una línea independiente de actuación.
Además, del análisis llevado a cabo por las diferentes áreas municipales, se han extraído otros focos de ruido que cuentan con especial incidencia en la ciudad. Factores que conllevarán el establecimiento de acciones de intervención dirigidas al control de actividades relacionadas con los sectores de la hostelería y el ocio, así como de los servicios municipales de recogida de residuos, limpieza y jardinería, el transporte urbano y la gestión de los parques caninos.
Hay que recordar que la obtención del Mapa de Ruido de la Ciudad ha sido un aspecto fundamental para avanzar en este sentido, por las infinitas posibilidades que ofrece en cuanto a la predicción de cambios sobre el vector ruido de la ciudad, facilitando su integración con las políticas urbanísticas y de gestión del tráfico, fundamentales para el éxito de los próximos planes de acción.
Esther Cumbrera
"Este plan es de gran importancia: determina las acciones en caso de superación de los valores límite"
Para la elaboración de este documento también ha resultado esencial la participación ciudadana y la implicación de las diferentes áreas del Ayuntamiento, departamentos que tras la aprobación de este plan de acción contarán con las herramientas de control y seguimiento que son necesarias para abordar la gestión integrada de la contaminación acústica de forma permanente, adaptándose para ello a las posibles modificaciones legislativas que acontezcan.
Asimismo, dentro de las líneas estratégicas a definir para combatir el ruido, se incluye también el propio planeamiento urbanístico, en tanto que la planificación del territorio, con las consideraciones que desde la normativa europea, estatal y autonómica se establecen para su desarrollo, es fundamental para evitar y controlar los conflictos acústicos desde su origen.
De esta forma, tras la aprobación de este plan y su posterior exposición pública, destinada a que los ciudadanos identifiquen los conflictos y problemáticas asociadas al ruido en cada zona que establece la zonificación acústica, a partir de ahora se podrán definir las estrategias y acciones correctivas y preventivas a aportar al Mapa Estratégico de Ruido, con el fin de poder conciliar los usos y la calidad de vida en todos los barrios de la capital.
El objetivo prioritario: optimizar la circulación viaria en la capital
El tráfico rodado es la principal fuente de ruido en la ciudad, según el Mapa Estratégico de Ruido, que apunta a la densidad de la circulación, así como al uso que se realiza del vehículo y la forma de circular del conductor como los principales motivos. Los habitantes están expuestos a lo largo del día, en diferente medida, al ruido del tráfico rodado, tanto el de los ejes viarios de la ciudad, como el de los accesos a la urbe y la H30 y la H31. Del total de población, 51.900 ciudadanos soportan entre 60 y 65 decibelios; 47.500, entre 55 y 60; 25.500, entre 65 y 70 decibelios y 22.200, menos de 55, aunque hay 100 onubenses que tienen que aguantar más de 75 decibelios. Los objetivos de calidad establecen 65 decibelios para los periodos diurnos y vespertinos y 55 para el nocturno. En cuanto al ruido de la industria, la población está expuesta a menos de 55 decibelios, al igual que ocurre con el tráfico ferroviario. El ruido industrial tiene en cuenta la actividad en suelo industrial, es decir, polígonos industriales (incluyendo el Polo Químico de Huelva), así como de las grandes superficies comerciales. La situación –si se unen las distintas fuentes de ruido (tráfico viario, industria y tráfico ferroviario)– se traduce en una población de 52.000 personas expuestas a entre 60 y 65 decibelios; 47.400 ciudadanos que soportan entre 55 y 60; 25.500 onubenses que están sometidos a entre 65 y 70 decibelios; 22.200, que aguantan menos de 55 decibelios, y 100, entre 70 y 75. Respecto a los grandes ejes viarios, aquellos que registran un tráfico superior a tres millones de vehículos por año. 139.800 habitantes están expuestos a menos de 55 decibelios; 5.100 personas, a entre 55 y 60; 1.500 ciudadanos, entre 60 y 65, y 800, entre 65 y 70 decibelios.
Temas relacionados
No hay comentarios