La Costa y la Sierra, refugios de las noches tórridas que someten al Andévalo y al Condado de Huelva

Más de una veintena de municipios de la provincia sufren más de 80 noches de verano por encima de los 25 grados

Mazagón es el mejor lugar para recluirse del sopor del período estival

Un hombre se protege del calor con un sombrero el pasado verano en Huelva. / Alberto Domínguez

Huelva/Al menos siete de cada diez noches del verano son insoportables en la práctica totalidad de la provincia de Huelva. Están fuera del "confort climático" o, lo que es lo mismo, alcanzan los 25 grados. Tales datos quedan recogidos en el Estudio de confort climático en invierno y verano de los municipios andaluces elaborado por la Secretaría General de Medio Ambiente, Agua y Cambio Climático de la Junta de Andalucía, el cual evidencia un escenario que, según las opiniones de los expertos, no parece que vaya a mejorar. Dicho estudio muestra además que la torridez abusa especialmente de las comarca del Condado y Andévalo, claramente sometidas al sopor en las noches estivales.

Las temperaturas propias del 'veranillo' en los meses iniciales de 2024, con un calor atípico para las fechas, hacen presagiar que la tendencia de los termómetros seguirá al alza. De hecho, el Mapa del Clima de la Junta de Andalucía prevé que los días en los que el mercurio alcance los 40 grados vayan en aumento de aquí al año 2100. Aun así, hay zonas en la provincia que pueden funcionar como refugio térmico pese a que tampoco pueden presumir de tener un verano especialmente fresco. Las mismas son la Sierra y la Costa, cuyos municipios cuentan con entre 70 y 75 noches tórridas en la mayoría de los casos. Dicho de otro modo, entre el 62% y el 67% de las noches estivales llegan a alcanzar los 25 grados.

Los siete municipios más tórridos, con 82 de las 112 noches de verano -a estudio junio, julio, agosto y parte de septiembre- alcanzándose al menos los 25 grados, se ubican en el Condado, son Manzanilla, Bollullos, La Palma, Villalba del Alcor, Villarrasa, Paterna del Campo y Escacena del Campo.

Una noche tórrida menos en el período estival tienen El Almendro, Almonte, Beas, Berrocal, Calañas, Chucena, El Granado, Hinojos, Niebla, Puebla de Guzmán, Sanlúcar de Guadiana, Rociana, Trigueros y Villanueva de las Cruces. Se da así la circunstancia de que todos ellos se enmarcan en el Condado o en el Andévalo, las comarcas donde conciliar el sueño es más difícil en verano.

Todo el Condado contabiliza más de 80 noches tórridas a excepción de Bonares (79) y Lucena del Puerto (77), dado que son los pueblos más próximos al Área Metropolitana, donde hay algunas noches menos. Es el caso de la capital, con 75, al igual que Palos de la Frontera y Aljaraque, o Moguer con 74. Gibraleón se desmarca en este sentido, con 80 noches, por ser la localidad de esta comarca más cercana al Andévalo Sur, caso opuesto a Punta Umbría que, por su condición de localidad costera, reduce a 73 sus noches tórridas. Mismo caso que Mazagón, que solo tiene 70.

La Costa occidental, por su proximidad al océano Atlántico, es el mejor lugar para recluirse del sopor estival, algo que atestigua el ya mencionado estudio con las 74 noches tórridas en Isla Cristina, Islantilla o La Antilla (76 en Lepe), las 73 en Ayamonte y El Rompido o las 72 en Isla Canela. En Cartaya y Villablanca suben a 77 y 76 respectivamente.

En la Sierra de Aracena y Picos de Aroche se aprecia una gran disparidad, pues son los municipios de la parte central los que funcionan como refugio térmico. Jabugo, Los Marines, Castaño del Robledo, Fuenteheridos, Valdelarco, Galaroza, Alájar y Almonaster la Real cuentan con menos de 75 noches tórridas en el período analizado. Por contra, aquellos ubicados en la zona occidental y oriental se acercan a los 80 días, como son los casos de Cumbres Mayores, Rosal de la Frontera, Santa Olalla, Santa Bárbara, La Granada de Río-Tinto, Encinasola, Aroche, Arroyomolinos de León o Cala. Unos 80 días que sí que se alcanzan en el interior de la provincia, en las localidades de la Cuenca Minera o las restantes del Andévalo.

A nivel andaluz, son las provincias de Córdoba y Sevilla las que más acusan la torridez, con un porcentaje más alto de noches de más de 25 grados; mientras que los municipios andaluces con las noches más frescas se encuentran en la zona de la Costa de Tarifa, con el 27% de las noches veraniegas que sufren más de 25 grados, seguido de Trevélez, en la Alpujarra granadina, con un 42%. Un porcentaje que se aleja mucho de la Costa onubense, donde sus municipios tienen un 23% más de noches tórridas que la Alpujarra.

Tal y como refleja el estudio de la Junta de Andalucía, “las temperaturas nocturnas iguales o superiores a 25 grados provocan un acusado estrés térmico si no se dispone de aire acondicionado, con efectos negativos en la salud humana”. La repercusión del calor está registrada en una multitud de estudios epidemiológicos, que abundan en la gravedad que se produce durante las olas de calor, cada vez más abundantes en Andalucía.

El calor nocturno, continúa el texto, "puede provocar alteración o privación del sueño debido a los procesos necesarios de termorregulación. El motivo es que, para entrar en la fase de sueño profundo, el cuerpo necesita bajar el pulso, pero no puede hacerlo porque [el organismo] está trabajando para bajar la temperatura”. Como consecuencia "superar la temperatura de confort climático no sólo puede provocar la pérdida de sueño sino también problemas de salud, como dolores de cabeza, fatiga, pérdida de rendimiento o incluso un incremento de la mortandad a causa de problemas respiratorios o cardiacos”.

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