Crecen el consumo de ansiolíticos y las consultas médicas por depresión

El consumo de ansiolíticos y antidepresivos ha aumentado en un 10% en los dos últimos años, de manera que el número de envases de estos fármacos en 2008 alcanzó los 324.547 y se elevó hasta los 357.248 en este año. Se trata de los datos registrados en el Distrito Sanitario Huelva-Costa, que aglutina a los centros de salud con más afluencia de la provincia, tales como los de la capital y la zona costera.

Según los datos facilitados por la Delegación Provincial de Salud a Europa Press, la preinscripción de estos fármacos ha ido en aumento a lo largo de los últimos años. Así, precisan que cada año sube la prescripción de todos los medicamentos, no sólo los ansiolíticos y antidepresivos, lo que pone de manifiesto que "cada vez nos medicamos más".

En 2007 los envases prescritos por los médicos de familia era de 300.226 -205.891 de ansiolíticos y 94.335 de antidepresivos-. Esta cifra asciende en 2008 hasta los 324.547 envases -222.004 de ansiolíticos y 102.543 de antidepresivos-, lo que supone un aumento del 8% de un año a otro. Esta misma tendencia se dio también el pasado año. En 2009 se prescribieron 339.516 envases, 239.075 de ansiolíticos y 108.649 de antidepresivos, lo que se traduce en un incremento del 4%.

Este año la cifra total de envases de estos dos fármacos fue de 357.248, siendo 239.075 en el caso de los ansiolíticos y 118.173 para los antidepresivos. Respecto a la diferencia entre este año y el anterior, el incremento es de un 5,22%. Así, los envases prescritos en 2007 y 2010 suponen un aumento del 18,99%, mientras que el incremento entre este año y 2008 es del 10%.

Desde la propia Delegación Provincial de Salud también se confirmó el incremento que se viene evidenciando estos últimos años, en las consultas de Atención Primaria, de ciudadanos aquejados por procesos ansioso-depresivos. Salud explicó que no existe ningún estudio que vincule esta evolución ascendente con la crisis económica y por ejemplo, en el distrito Sierra ni siquiera se ha notado ese repunte. De este modo, desde la Delegación se entiende que el aumento en las consultas se debe más a los cambios en la forma de vida (mayor número de cuidadores de personas dependientes, estrés laboral, falta de hábitos saludables...) que a la crisis directamente. Sí se ha percibido, agregó Salud, una disminución en las consultas por bajas laborales, quizá por miedo a perder el empleo o por la inestabilidad laboral.

En cambio, en la atención especializada se mantienen las cifras. En los casos que trata el Dispositivo de Salud Mental, desde el Hospital Juan Ramón Jiménez se informó de que las cifras de pacientes atendidos se mantienen en unos niveles muy parecidos a los últimos años, a excepción de la Unidad Infanto-Juvenil donde se ha experimentado un incremento en el último año, del 5%. Así, los enfermos que han recibido atención aquí han sido 1.130. En el resto de los servicios de Salud Mental, los datos son los siguientes: 728 ingresos en la Unidad de Agudos y 1.557 urgencias atendidas en el Juan Ramón Jiménez. El número total de consultas en la provincia ha sido más de 51.000.

La evolución en Infanto-Juvenil no hace sino confirmar una tendencia que se viene plasmando en los últimos tiempos, ya que este tipo de unidad abarca trastornos de la conducta y el comportamiento -los más habituales-, de la conducta alimentaria y las psicosis. Según estimaciones de la Consejería de Salud, el 20% de los problemas de conducta y comportamiento tiene su origen en el entorno familiar: un divorcio conflictivo, por ejemplo.