Cuchara en la boca y arte en las manos

La Asociación de Mujeres Caracena de Aracena ha celebrado recientemente su XIII Concurso Gastronómico de carácter anual en los Salones del Hogar del Pensionista. Las duras inclemencias del tiempo; con el frío serrano y una lluviosa tarde, y las ocupaciones habituales de las mujeres no impidieron que más de cincuenta mujeres participaran en este reconocido concurso gastronómico.

Las mujeres prepararon varias exquisiteces gastronómicas, fruto de unas manos con experiencia y sabiduría culinaria. Como es habitual, la organización otorgó tres premios al plato típico serrano, postre y plato de repostería. A primera hora de la tarde, los platos perfectamente adornados y preparados llegaban con mimo bajo sus máximas responsables al Hogar del Pensionista para allí ser registrados por las personas encargadas del concurso con un número y los nombres del plato y de su creadora.

Tras el plazo de recogida fue el turno de la decisión de los premios para determinar los tres mejores en cada categoría. Hasta ahora el jurado siempre había estado compuesto por personas ajenas a la organización pero en esta edición por primera vez han sido tres mujeres de la propia asociación las encargadas de la deliberación final. Valoraron el sabor, originalidad, presentación, valor gastronómico y la tradición culinaria. Tras la difícil toma de decisiones ante la igualdad siempre existente era el momento esperado de conocer a las afortunadas de los premios del pago de la cena de Navidad por la propia asociación. Los miembros de la Junta Directiva de Caracena entregaban los nueve premios para la sorpresa inicial de ellas mismas y satisfacción personal.

Para el plato típico serrano los premios han sido para Conchi Asensio por sus berenjenas con miel; María del Mar González por el lomo a la naranja; y María José Moreno por espinacas con garbanzos, del primero al tercero respectivamente. En cuanto a los postres, el primer premio ha sido para el flan de higo de Luisa Ramos, los palles de piñones de Fali Nogales y el dulce membrillo de Pilar Pando. En repostería el jurado determinó que los mejores eran el piñonate de Pura Flores, los pestiños de Reyes Monís y el rosco a la naranja de Antonia García.

Y el momento deseado tuvo lugar cuando todas las asistentes con la cuchara en mano pasearon alrededor de la mesa para degustar los platos del concurso.

Este concurso favorece el traspaso de información porque las mujeres comparten sus recetas y apuntan en un papel aquellas que más les han sorprendido para ellas realizarlas en sus casas. Ante la gran cantidad de platos presentados, quedaron muchos sin ser consumidos con lo cual cada una recogió su propio recipiente y se repartió todo lo que había sobrado para así acabar de degustarlo en casa con el resto de la familia. Muchas salieron del salón pensando qué iban a preparar en el concurso gastronómico del 2011, olvidándose por un día de las clásicas comidas navideñas.