Una Custodia con simbología colombina

E. J. Sugrañes

18 de junio 2017 - 02:19

HUELVA/La Custodia del Corpus Christi de Huelva cumple hoy los cincuenta años de su primera salida procesional, que hizo desde la parroquia mayor de San Pedro. Es de plata, realizada en el siglo XX por Fernando Marmolejo y sufragada gracias a la suscripción popular que inició el arcipreste de Huelva, Julio Guzmán. El contrato para la ejecución de la Custodia se firmó en 15 de junio de 1951 y salió por vez primera en la fiesta del Corpus de 1952, concluyéndose la obra dos años después. La Custodia necesitó de una restauración en 1982. Bendijo la custodia el día 11 de junio de 1952 Julio Guzmán López, arcipreste de Huelva, en una ceremonia en la que concelebró con los coadjutores de San Pedro, José Antonio Infantes y José Muñoz Blanco, y los capellanes Rafael Peñate, Fernando Barriga y Luis calderón. Coincidía esta bendición con la celebración en Barcelona del Congreso Eucarístico Internacional. Pero hay que destacar la decoración del basamento, con motivos eucarísticos y con escenas históricas onubenses en relieve y detalles marineros. El aspecto colombino de la Custodia de Huelva lo encontramos en las Tres Carabelas Descubridoras y Cristóbal Colón evangelizando a los indios. También aparece representado aquí el beato Manuel González, arcipreste de Huelva, en recuerdo a las Marías de los Sagrarios Calvarios. También luce medallones con bustos: Virgen Dolorosa, San Pedro, Inmaculada Concepción y Corazón de Jesús. En la pestaña campean los versos litúrgicos O sacrum convivium... y Ecce panis angelorum.... La heráldica abarca los escudos de España, Huelva, cardenal Segura y Pío XII. Se enriquece con las figuras de cuatro ángeles y con las de los evangelistas. El ostensorio o sol tiene los rayos agudos y flamantes alternativamente, según el gusto de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII. Remata todo el conjunto la imagen de la Fe. Hay que destacar que Fernando Marmolejo diseñó también un viril para la Custodia de Huelva, que le hubiese dado el aspecto más singular y característico, como era el sol sobre el mástil de una carabela, rematado por la cruz. De esta forma lo que se simbolizaba era la Evangelización de América, aspecto de singularidad en las escenas de la Custodia procesional onubense. Marmolejo completó su trabajo convirtiendo la Custodia procesional en el centro de la capilla sacramental de la Catedral, con nuevo sagrario faldón de orfebrería, bendecidos por el obispo Ignacio Noguer el 8 de diciembre de 1997.

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