El Defensor del Pueblo da su apoyo total al Virgen de Belén

Paula Santiago, fundadora y directora del centro social, agradece el ánimo ofrecido en medio de la crisis que atraviesa la fundación

Jesús Maeztu y Paula Santiago hablan para los medios en la sede de la entidad.
Jorge Hierro Huelva

11 de julio 2014 - 01:00

La integración en la sociedad de los menores en riesgo de exclusión social ocupa la principal preocupación de la Fundación Santa María de Belén. En los tiempos actuales, conjugar los trabajos e iniciativas de las empresas de inserción con personas que tienen un déficit de tipo cultural o educativo sugiere un esfuerzo inmenso.

Precisamente compaginar la situación de crisis con la integración es una de las asignaturas pendientes del centro colindante al santuario de la Cinta .En la mañana de ayer Jesús Maeztu, Defensor del Pueblo Andaluz, acudió a la sede del centro onubense para ver "dónde están los frentes que pueden caer y qué talleres podemos salvar" e hizo hincapié en la necesidad que los grupos marginales tienen de competir en el mundo profesional con las mismas oportunidades que el resto de individuos.

Los jóvenes integrados en los programas de reinserción tienen la posibilidad de seguir una escolaridad normalizada a pesar de la situación de desventaja socio-personal y comunitaria que puedan presentar a través de propuestas formativas relativas a cocina, carpintería o peluquería, entre otras.

La versatilidad de la ley permite que ésta se cumpla siguiendo una vasta amplitud de procedimientos pero su interpretación ha de caer en favor de la realidad social, por esa razón Maeztu se refería a su propia labor jurídica como responsable de "llevarle a la administración y a todos los sectores públicos el interés del ciudadano" reflejado actualmente en priorizar la ayuda a los más débiles.

En esta misma línea, el abogado de los derechos fundamentales de los andaluces llamaba al uso del ingenio y la creatividad para generar las herramientas necesarias para que en estos grupos germine la semilla de la igualdad de condiciones , erradicando para siempre la subordinación a la caridad.

Paula Santiago calificó la visita del defensor del pueblo como una gran "inyección de ánimo" y destacó la promoción de escolares formados en los talleres propuestos por la propia entidad que hoy en día ocupan puestos en el mundo laboral como cualquier otro profesional.

Ellos son el ejemplo activo de que las personas dependientes de la solidaridad de terceros o asociaciones de caridad pueden salir de su situación si optan por aprovechar las herramientas necesarias, tales como los proyectos formativos y de educación que ofrece la propia fundación para poder vivir del esfuerzo y trabajo propios.

El desayuno en el que charlaron Maeztu y Paula sirvió para atar cabos sobre una situación económica que, sin embargo, parece difícil desenredar.

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