Desconcierto entre los vecinos del Moguer por la facturación del agua
Los usuarios han recibido la factura de enero y febrero de las dos empresa · Algunos abonados han optado por pagar el recibido a una de las compañías y otros a ningunas de las dos por la falta de información
El litigio administrativo aún por resolver que mantienen Giahsa y Aqualia con el servicio de agua de Moguer mantiene desconcertados a los vecinos de la localidad del Nobel juanramoniano. El desconcierto viene de lejos, pero desde el pasado mes de agosto se ha acrecentado. El caos que reina desde entonces con los recibos del agua es total. Cada vecino es un caso particular y cada uno ha tomado una determinación desde que Aqualia decidiera volver a cobrar las facturas que ya había emitido Giahsa. Los afectados son 9.000 hogares.
La situación es tal que Giahsa ha decidido difundir públicamente una información para los usuarios de Moguer y Mazagón, las dos poblaciones afectadas. El caso es que Aqualia decidió girar a los abonados del servicio de agua los recibos correspondientes al periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2010, que ya habían sido previamente girados y en muchos casos abonado a la empresa pública Giahsa.
Ante esta circunstancia y la falta de información los vecinos han optado por actuar cada uno a su manera cuando han recibido de nuevo la facturación de enero y febrero (la de marzo y abril de Aqualia aún está por llegar). Así algunos han abonado el recibido a Giahsa, otros a Aqualia, algunos a ninguna de las dos empresas y unos pocos han abonado las tasas a las dos, pero por despiste o desconocimiento.
El pago del agua es el tema de conversación en bares, comercios y otros establecimientos. Muchos usuarios están indignados por la situación que se ha creado pero otros están más que resignados. Una de las quejas generalizada es que algunos bancos han cargado en la cuenta de sus clientes el recibo que ha enviado Aqualia sin que éstos hubiera dado orden de pago por lo que han procedido a interponer una reclamación.
La cuestión también es que la facturación que emite Aqualia trae ya un recargo del 8% del IVA aunque los recibos corresponden a los meses de enero y febrero y entonces el impuesto era del 7% que es el que ha incluido Giahsa en sus facturas.
Esto también ha sido objeto de denuncia por parte de los abonados que han presentado sus quejas ante asociaciones de consumidores, Ayuntamiento y Junta de Andalucía.
Una parte de los usuarios considera que se ha llegado a esta situación por la falta de diálogo y las posturas inamovibles de Giahsa y Aqualia, al tiempo que echan en falta la mediación de la Alcaldía, aunque está se ha decantado por apoyar a la empresa a la concedió el servicio a partir del pasado mes de enero.
Los ciudadanos se sienten incómodos y solicitan una solución al problema para que el litigio entre las dos empresas no les perjudique más y para que, nunca mejor dicho, el agua vuelva a su cauce.
El jaleo con los recibos, la falta de información y la confusión ha motivado que algunos usuarios hayan dado orden al banco que devuelva las dos facturas tanto la de Giahsa como la de Aqualia como el caso de María Dolores Rodríguez, que asegura que los ciudadanos no "tienen que pagar la pelea" que mantienen las dos compañías.
María Ruiz Sánchez no salía de su asombro cuando le llego la factura de enero y febrero por segunda vez. Ya la había abonado a Giahsa y sin embargo le llegó otra. Ruiz afirma que todos los días hay colas en la oficina de Aqualia para pedir explicaciones sobre la duplicidad de las facturas.
Los usuarios se quejan además de "otro problema" como que las tarifas de los recibos por Aqualia son mayores que las de Giahsa. Así lo explica María Rodríguez que asegura que la factura que le llego de Giahsa tenía un importe de unos 34 euros, mientras que la de Aqualia el montante ascendía a 190 euros por el mismo periodo de tiempo.
Otro caso extraño es el de una vecina que recibió la facturación por el servicio del agua de 17 viviendas cuando ella solo es propietaria de una.
Entre los usuarios hay personas que han decidido pagar la factura de Aqualia y rechazar las de Giahsa como el caso de Juan Manuel Fernández quien se queja del desconcierto creado, porque "nadie sabe con seguridad a quien hay que pagar y nadie nos aclara nada". Más que desconcierto es enfado el que tienen algunos vecinos a los que ya sea por desidia o por el poco interés que han puesto el banco les ha cobrado las dos recibos.
A pesar de todos los problemas que se han ocasionado a los abonados con el servicio del agua, algunos prefieren no hablar del tema cuando se les pregunta, un tanto por miedo a salir más perjudicados.
Belén Cortés señala que abonó el recibo de Aqualia y no el de Giahsa porque se lo indicaron desde el Ayuntamiento, aunque inicialmente se lo pensó dos veces a la hora de hacerlo.
Una crítica generalizada entre los usuarios es que Aqualia haya realizado la facturación sin que haya tomado la lectura al contador del agua, sino que ha establecido un tarifa aproximada que "en la mayoría de los casos no se ajusta a la real".
Mientras tanto, el Ayuntamiento sostiene que Aqualia es la que tiene que cobrar el agua. El teniente de alcalde, Alvaro Burgos (PP) indica que desde el 31 de diciembre Giahsa dejó de prestar el servicio y que desde entonces es la otra empresa la que lleva a cabo todos los trabajos que requiere el suministro a los vecinos.
Burgos precisa que Giahsa tan sólo se ocupa del "agua en alta", esto es proporcionar el líquido a la otra empresa, al tiempo que recomienda a los vecinos que abonen las facturas a Aqualia.
Giahsa asegura por su parte que desde el 1 de enero al 31 de mayo, el periodo de liquidación de la empresa en Moguer, realizó la prestación del servicio, de ahí que haya llevado a cabo la facturación.
Giahsa entiende que la adjudicación del servicio a Aqualia por vía de urgencia que realizó el Ayuntamiento moguereño no procede por lo que decidió llevar el caso a los tribunales. El litigio que mantienen las dos empresas se refiere en el fondo a la liquidación de Giahsa. La justicia aún no ha dilucidado el litigio. Mientras tanto, los vecinos se están viendo afectado por la controversia que mantienen las dos empresas. El último resultado es éste: dos facturas por el mismo servicio.
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