Desigual seguimiento en la provincia

Las movilizaciones por la huelga general se produjeron ayer a lo largo y ancho del territorio onubense. En Aracena, por ejemplo, la Plaza Marqués de Aracena se convirtió en el centro neurálgico del 14-N. La huelga fue muy secundada en instituciones, edificios públicos y centros educativos. Sin embargo, el comercio y la banca aracenenses funcionaron prácticamente con total normalidad, salvo alguna tienda en el centro que cerró sus puertas.

Uno de los aspectos más destacados del paro en Aracena fue el cierre de la Gruta de las Maravillas, que, salvo por causas mayores y ciertos días festivos previo acuerdo de los trabajadores, no cierra durante el año ningún día en su totalidad. La última vez fue en marzo de 2010 por motivo de inundación de las capas freáticas de la cueva. En el Ayuntamiento aracenense el seguimiento de la huelga fue mucho mayor que durante la precedente.

La Cuenca Minera secundó de forma mayoritaria la huelga general, a excepción de alguna que otra pequeña y mediana empresa, bar, gasolinera y servicios mínimos establecidos en los sectores educativo y sanitario. La jornada de paro, cuyo impacto en una de las comarcas más deprimidas de la provincia resultó ser muy similar al registrado en la anterior convocatoria del 29-M de este año, transcurrió sin incidentes destacables.

Nerva, la localidad con mayor número de habitantes en la Cuenca, volvió a ser el pueblo donde mayor seguimiento tuvo la convocatoria con la Administración local parada al 100%, los pequeños comercios y las entidades financieras cerradas y sin poder tomarse nada en ningún bar del centro. Además, más de un centenar de personas, la mayoría jóvenes en situación de desempleo, secundaron ayer por la tarde la concentración convocada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores, SAT. El paro también fue masivo en el resto de municipios de la Cuenca Minera, donde pararon la mayoría de los centros de trabajo. En Minas de Riotinto, los piquetes informativos llegaron a conseguir que un supermercado cerrara.

El 14-N encontró una amplia repercusión social en Almonte donde una marcha respaldada por partidos y sindicatos, además de colectivos sociales, logró reunir a numerosas personas que reclamaron un nuevo rumbo en las políticas gubernamentales. Al final de ella se dio lectura a un comunicado en el que achacaron al Gobierno de la Nación estar "utilizando el instrumento de la deuda pública con la finalidad de deteriorar y privatizar todo el sistema público". El Partido Socialista de Almonte respaldó con la presencia de la nueva secretaria general, Rocío Espinosa, y el portavoz municipal, José Villa, la marcha social. Igualmente avalaron un comunicado en el que demandan del gobierno central "no pagar la deuda ni sus intereses", amén de "una auditoría de las mismas y penas de cárcel para los culpables…; y la creación de una banca pública".

Esta situación contrastó con la normalidad reinante en municipios vecinos como Rociana del Condado, donde no se registraron marchas ni piquetes informativos y donde la mayoría de los comercios abrieron sus puertas a lo largo del día, si bien en el mercado de abastos la afluencia de un día normal se vio resentida por el cierre de los puestos de pescado.

Según el Ayuntamiento de Palos de la Frontera, sólo el 0,6% de los trabajadores municipales secundaron el paro general, mientras que en la localidad tuvo un seguimiento del 2%. No hubo incidentes en ningún sector.

El PA llevó a cabo en Isla Cristina una concentración en apoyo a la huelga con el fin de diferenciarse del resto de las formaciones políticas porque, como dijo el secretario provincial, Francisco Viejo, "es más de lo mismo, gobierne quien gobierne siempre pierde Andalucía".