La Diputación es la joya de la corona en la batalla política por Huelva

Nuevo curso político

El PP aspira al diputado de Cs y a otros cuatro entre la capital, costa y el Condado para tener opciones

Cruz y Miranda se postulan en la batalla clave por la capital

Arranca en Huelva el curso político con el foco en las municipales de mayo

María Eugenia Limón, presidenta de la Diputación y secretaria general del PSOE de Huelva.
María Eugenia Limón, presidenta de la Diputación y secretaria general del PSOE de Huelva. / Alberto Domínguez
Antonio Carrasco

19 de septiembre 2022 - 06:00

El PP no oculta que su gran objetivo como partido es alcanzar el control de la Diputación Provincial. Sería un hito. Así lo ha fijado su presidente, Manuel Andrés González. Los populares ganaron por primera vez en la provincia hace solo tres meses y ya rozaron el sorpasso en la Diputación hace una década. Nunca estuvieron tan cerca. Los populares acariciaron la victoria en 2011 cuando el empate a 13 lo resolvió Izquierda Unida apoyando la investidura de Ignacio Caraballo. Hubo apenas 600 votos de diferencia. Fueron 97.000 para cada formación. En estos momentos hay seis diputados de distancia entre socialistas y populares si se hace efectivo el teórico trasvase de Ciudadanos. La mayoría absoluta está en 14.

Para el PP no es sencillo el reto pero nunca tuvo un escenario más propicio para conseguirlo. Los populares necesitan recortar unos 35.000 votos a los socialistas en los próximos comicios con respecto a 2019 donde se quedaron en 61.000. Por debajo de 100.000 votos las cuentas difícilmente le salgan. La suma de Ciudadanos elevaría hasta unos 80.000 su punto de partida. Para tener opciones necesita mejorar sus números de las autonómicas, donde vencieron con 90.000, por debajo en términos absolutos de sus resultados de 2011.

La estructura provincial del PSOE es fuerte y tras el varapalo de junio activará toda su maquinaria para asegurar los más de sus 40.000 votos que volaron en las autonómicas y que en gran parte se quedaron en casa. El ayuntamiento de los ayuntamientos es esencial para el engranaje de los partidos por lo que las agrupaciones locales van a arañar cada voto. Con el PP en su posición más fuerte va a ser un pulso duro. En comarcas como la Sierra o el Andévalo el crecimiento popular no parece suficiente para hacer peligrar la hegemonía socialista. No así en las zonas más pobladas, donde la implantación popular es mucho mayor. La movilización va a ser determinante.

La Diputación se va a dirimir en el Condado y la capital fundamentalmente. Los pueblos grandes con un peso demográfico clave van a ser determinantes. Almonte, La Palma o Bollullos pueden por sí mismos dar o quitar un diputado. El PP tiene que ganar cuatro en la provincia más el que pueda recuperar de Ciudadanos en la demarcación de Huelva para que le salgan las cuentas. Ahí el resultado en las municipales capitalinas puede ser determinante. El PSOE afianza su mandato actual en los cinco de ventaja que suma entre los partidos judiciales de Moguer y Huelva. El PP echa sus cuentas. Los municipios donde gobierna actualmente son bastiones firmes como Palos, La Palma o Lepe. El conflicto por los regadíos todavía no se ha evaluado a nivel municipal en el Condado.

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