Elena Cano: La sonrisa de una vida

¿Te acuerdas? Lograste que en pocos minutos "la tele" asumiera tu sonrisa como propia. ¡Qué grande! Eras la jovialidad en su máxima expresión. Tuvimos el honor de recibirte casi en estado virgen y eso nos enriqueció a las dos partes: tú siempre estabas dispuesta a aprender y nosotros, a recibir tu frescura. Teleonuba fue una familia y tú te integraste en ella sin pensarlo. Aún recuerdo tu revolotear por la redacción... ¡Cómo olvidarlo! Hasta conseguiste alguna vez ponerme nerviosa, pero sabes que lo recuerdo con cariño porque era el efecto de tu entusiasmo y energía... ¡Bendito revuelo el que nos dejas ahora en el recuerdo! Hablo desde la experiencia de haber trabajado contigo y eso me ha permitido, como a muchos, participar de tus charlas sobre el mundo, de tu singular carácter reivindicativo, siempre con razonamientos y sin dejarte llevar por ese corazón que era capaz de dar un abrazo sonoro. Tú eras tu sonrisa. Tu alegría. Tu vitalidad. Siempre dispuesta y siempre con ganas de disfrutar de la vida, con una espontaneidad grandiosa. Tu afán por crecer y saborear cada segundo de la vida a pesar de todo, te llevó a diferentes destinos, en los que seguro que dejaste la huella que hoy es vacío para muchos. ¡Qué grande, Elena! Ojalá nos sigas regalando esa sonrisa, a ritmo de tango y con olor a Mazagón, allá donde estés. DEP.