Endesa acata la denegación del cierre de la planta de ciclo combinado
Industria rechaza su petición alegando que no es posible hasta reforzarse la red eléctrica de la zona
La compañía Endesa anunció ayer que acata la decisión del Ministerio de Industria de rechazar la solicitud de cierre de su central de ciclo combinado Cristóbal Colón, un rechazo avalado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Fuentes de la compañía afirmaron que acatan la decisión y precisaron que en su día, cuando se presentó la petición, se apuntó la "hibernación" como la posible solución a centrales como esta, que ha ido perdiendo actividad debido a la disminución de la producción de los ciclos combinados, el descenso de la demanda, la penetración de las energías renovables o la competencia con el carbón en las térmicas. Por ello, "la compañía seguirá incidiendo en la posibilidad de la hibernación, ya que permitiría su mantenimiento para usarla en caso de necesidad".
En el informe de la CNMC, en el que se avala el rechazo al cierre, también se hace referencia a esa posibilidad. Concretamente, el regulador subraya "la necesidad de llevar a cabo el desarrollo normativo que permita la hibernación temporal de las plantas de generación", una cuestión planteada por el Gobierno que finalmente decidió retrasar hasta que tenga información suficiente sobre la evolución de la demanda.
El Ministerio de Industria negó a Endesa la autorización para cerrar su planta de ciclo combinado, con una potencia instalada de 400 megavatios (MW), tras considerar un informe previo de Red Eléctrica de España (REE) en el que se advierte de que, aunque el ciclo combinado no resulta relevante respecto a la cobertura global del sistema eléctrico peninsular, sí es necesario para resolver situaciones de restricciones de red, máxime cuando la misma está pendiente de inversiones de refuerzo.
La decisión del Gobierno acerca de la planta, en funcionamiento desde 2006, se produce después de que el propio Ministerio de Industria diese el visto bueno al cierre de uno de los grupos térmicos de la central de Compostilla, también propiedad de Endesa.
En el caso concreto de la central de Huelva, Endesa había pedido en julio de 2014 su clausura tanto a Industria como a la Subdelegación del Gobierno en Huelva alegando causas económicas, dada la baja utilización del complejo, que provoca la falta de rentabilidad exigible a cualquier actividad económica. En concreto, Endesa argumentaba que el encarecimiento relativo del gas natural y el abaratamiento del coste de las emisiones de CO2 provocó que el uso del ciclo combinado quede relegado a los requerimientos de REE para resolver problemas puntuales.
La Subdelegación del Gobierno en Huelva ya emitió un informe en el que concluyó que no procede autorizar el cierre de la central, ya que no se garantiza la seguridad del suministro a la ciudad y poblaciones limítrofes.
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