Carmen Fonseca: “La persona que enseña idiomas debe saber que nunca termina de aprender”

CATEDRÁTICA DE FILOLOGÍA INGLESA DE LA UHU

Como docente e investigadora, defiende que las lenguas deben impartirse con afectividad, con empatía y con tolerancia, teniendo siempre presente a la persona que trata de conocerla

La catedrática de Filología Inglesa de la UHU Carmen Fonseca Mora, en la Facultad de Humanidades.
La catedrática de Filología Inglesa de la UHU Carmen Fonseca Mora, en la Facultad de Humanidades. / Rafa Del Barrio
Eva Sánchez Moreno

17 de julio 2022 - 06:04

REALL son las siglas de Research in Affective Language Learning Centre, un grupo de investigación de la Universidad de Huelva que investiga las mejores formas para aprender un idioma, con la convicción de que lo que ocurre dentro y entre las personas afecta a ese aprendizaje. Al frente está la catedrática de Filología Inglesa de la UHU Carmen Fonseca Mora, directora también del Centro de Investigación en Pensamiento Contemporáneo e Innovación para el Desarrollo Social (Coideso).

–¿Por qué es tan importante el aprendizaje de lenguas con afectividad?

–La lengua es don precioso que tenemos solo los seres humanos y su aprendizaje se produce en una interacción en la que se ayuda al otro a entender, tenemos en cuenta su existencia y buscamos la fórmula de ponernos en su piel, es decir, tenemos empatía para ayudar a esa persona. La mediación que se produce cuando sabes diferentes lenguas tiene mucho que ver con nuestras destrezas socioemocionales. Esto lo investigamos desde hace tiempo y en Estrasburgo, el Consejo de Europa trabaja en un marco común europeo de referencias de lenguas. Es un manual no normativo pero sí con recomendaciones de cómo se debe aprender una segunda lengua en el que se pone un especial énfasis en la mediación. Un aprendizaje tomado como una mediación e interacción preocupada por los demás, podría ser una forma diferente de formarnos como ciudadanos, más tolerantes y flexibles y con el reconocimiento de que todas las lenguas tienen el mismo valor. Flexibilidad, tolerancia y empatía con el que te oye para aprender, mejora su autoestima y bienestar y son los elementos que nos preocupan en nuestro grupo de investigación.

–¿Es la falta de esta afectividad en la enseñanza de lenguas en España lo que nos coloca por debajo de países de nuestro entorno en cuanto al nivel de conocimiento?

–En el aprendizaje de lenguas intervienen muchísimos factores. En la adquisición de la primera lengua, los padres hablan a los niños con una entonación específica y afectividad en la voz, una interacción que les prepara. Una de nuestras investigaciones mostró que la lectura compartida desde pequeñitos predice la capacidad de aprendizaje de lectura en primera lengua y en las que se vayan adquiriendo después. También afecta el número de horas que se imparte en la escuela, la metodología de enseñanza de los docentes, en qué momento del horario escolar están las asignaturas o la relación que tiene con las demás materias. Definir sólo un factor no es posible, pero lo que nuestras investigaciones van mostrando es que estos elementos afectivos como la parte musical, la de trabajo colaborativo o el respeto de escucha activa dentro de las clases de lenguas producen mayor aprendizaje.

–¿Cómo somos enseñando nuestra lengua a los que llegan?

–Si hay una característica fundamental en la enseñanza de español es que transmitimos nuestra cultura y nuestros valores con una alegría específica. Esa búsqueda de lo afectivo y del bienestar ha calado profundamente mucho más que en otros contextos, se ha hecho un buen trabajo.

Carmen Fonseca en su despacho en la sede de Coideso.
Carmen Fonseca en su despacho en la sede de Coideso. / Rafa del Barrio

–¿Es la enseñanza de idiomas una de las más proclives a la innovación educativa?

–Sin lugar a dudas porque constantemente debes buscar nuevos medios. En 2005 nacieron los programas de pluringüismo en las escuelas y de repente te ves ante la situación de cómo enseñar inglés en Educación Física o Matemáticas. No consiste en que se sepa el idioma y la materia y lo explico tal cual, se necesita una estrategia y una innovación educativa importante. La revolución tecnológica se incorpora constantemente a través de las narraciones transmedia, las redes sociales… La lengua es transversal porque está en todo y nos tenemos que adaptar, nuestro alumnado ha cambiado y necesita recursos diferentes. En eso se justifica el enfoque en la mediación del Consejo de Europa, buscar soluciones a los problemas que encuentras en un elemento tecnológico. Nuestra ciudadanía necesita estar preparada con una metodología que nos ayude a aprender, a solucionar cualquier problema en cualquier momento, esto lo hemos aprendido bien.

–La manera de comunicarse de los alumnos ha cambiado, ¿cómo influye esto a la hora de enseñar un idioma?

–En la lengua materna tienes que preservar un discurso acorde con una persona formada, algo que en las redes sociales se va un poco. La vida depende de cómo cuentas, cómo negocias… y eso son destrezas que ahora más que nunca hay que trabajar. Pero por otro lado también hay una adaptación porque no podemos olvidar cómo se hace ahora. Ya no se escriben cartas, hay otros medios que hay que incluir y estudiar porque no se les puede preparar de espaldas a la sociedad sino desde dentro. Por supuesto que se están produciendo cambios.

"La lengua es transversal porque está en todo, nos tenemos que adaptar porque nuestro alumnado ha cambiado”

–Dentro del concepto amplio de la afectividad en la enseñanza de idiomas, el componente musical es un apartado importante en sus proyectos de investigación, ¿por qué lo considera relevante?

–La habilidad auditiva es la primera inteligencia que desarrollamos los seres humanos. Con cuatro días de edad los bebés ya distinguen la lengua materna y eso es porque han escuchado previamente desde el vientre de la madre la parte musical, que son las vocales. La música está en el proceso de adquisición del lenguaje y los bebés se comunican a través de su llanto, que es melodía y ritmo. Hay investigaciones que demuestran que en diferentes idiomas, lo hacen de manera distinta porque el llanto conserva las entonaciones ascendentes y ascendentes. A nivel neuronal hay un solapamiento entre lenguaje y música porque cada lengua tiene su propio ritmo y no nos expresaríamos si no captáramos la parte musical del lenguaje. Sobre todo, vamos desarrollando la conciencia fonológica, la capacidad del cerebro de captar e identificar aspectos como sonidos iniciales, finales, patrones… Y eso con los niños se hace jugando con canciones. Los padres lo trabajan de forma inconsciente, el problema es cuando no lo hacemos.

–¿A qué se refiere cuando habla de enseñanza sin costuras?

–Es la enseñanza sin fronteras, quiere decir que no puedo enseñar sólo dentro del aula, tengo que ir más allá. Por ejemplo, a mis alumnos les puedo proponer un concurso musical para buscar canciones de amor en diferentes lenguas y pedirles una entrevista a un experto a través de medios tecnológicos. Es salir del aula y seguir aprendiendo en cualquier lugar y en cualquier momento.

Carmen Fonseca en la Biblioteca de la UHU.
Carmen Fonseca en la Biblioteca de la UHU. / Rafa del Barrio

–En el grupo de investigación REALL realizan muchos estudios en materia de enseñanza de lenguas, ¿cómo llega todo ese conocimiento a colegios e institutos?

–El objetivo final es la transferencia, sin lugar a dudas, y hacemos muchísimo en ese sentido. En todos nuestros cursos de formación, congresos, jornadas… hemos preparado constantemente materiales, muchos de ellos para nuestra propia docencia en las universidades y vamos viendo los resultados. A raíz de nuestras investigaciones nos llaman también para la enseñanza de español porque se pueden aplicar a cualquier idioma y nos invitan de muchos lugares en diferentes sitios donde damos cursos de formación. La transferencia es absolutamente directa con el Instituto Cervantes, con el Ministerio, con universidades y nos sentimos bastante satisfechos porque somos un grupo muy activo y hemos llegado a muchos continentes.

"Hay que trabajar con los futuros docentes en cómo enseñar a personas adultas con diferentes características”

–Una reciente investigación estaba centrada en la enseñanza de idiomas a adultos refugiados o inmigrantes. Es un perfil de alumnado más desconocido, ¿qué otros perfiles existen fuera de lo tradicional que necesitan esa atención?

–Muchas de las investigaciones suelen ser con niños o jóvenes, blancos… todo esto se perpetúa. Salirse de esto y trabajar con población vulnerable entraña grandes dificultades como encontrar las herramientas adecuadas y llegar a estas personas. Por eso hablamos de multialfabetización porque no necesitan sólo la lengua, sin también conocimientos digitales, elementos culturales y sobre todo hay que trabajar con ellos las habilidades socioemocionales. También hay que trabajar con los futuros docentes y nunca nos hemos preocupado por cómo dar docencia a personas adultas de diferentes características. Es un colectivo muy diverso porque va de quien no está alfabetizado en su propia lengua a quien tiene una o dos carreras y también depende de la lengua de origen. También hemos descubierto la dificultad añadida que tienen las mujeres por su carga familiar, dejan de ir a los lugares y al no adquirir el idioma tienen una barrera más.

–¿Con qué nivel de idiomas llegan a la Universidad los futuros docentes?

–A nosotros nos llega la crema de la crema, vamos a dejarlo súper claro y salen con un nivel C1. Nos agrada muchísimo porque vas viendo el progreso. Toda nuestra docencia es en inglés más las salidas que tienen y las invitaciones que realizamos porque en nuestra titulación en Estudios Ingleses lo promovemos muchísimo. Es un trabajo concienzudo el que venimos haciendo y el resultado es muy óptimo.

Carmen Fonseca Mora.
Carmen Fonseca Mora. / Rafa del Barrio

–¿Más allá del conocimiento de la materia en sí, ¿cómo de importante es enseñarles nuevos métodos de aprendizaje?

–Es una característica fundamental. La persona que enseña idiomas debe saber que nunca ha terminado de aprender, siempre hay un reto nuevo y algo diferente a lo que te tienes que adaptar porque la vida y la sociedad van evolucionando. Las lenguas son los medios de comunicación entre nosotros y siempre hay un elemento nuevo que tiene que aprenderse, esto es inacabable. La flexibilidad y la tolerancia tienen que estar en esa forma de adaptarte a quien te escucha. Es imposible cerrar la puerta a la innovación.

–Coideso plantea en sus objetivos el análisis de los retos sociales y la sociedad cada vez es más compleja. ¿Esa característica supone el fin de la investigación universitaria enmarcada en una sola disciplina?

–En general, en estudios que tengan que ver con los retos sociales, lo multidisciplinar es lo deseable y así lo marcan constantemente desde Europa. Es imposible conocer algo mirando solamente una realidad y mirando de una perspectiva única, necesitas tener todas las visiones de ese poliedro.

"La música es importante para los idiomas porque la habilidad auditiva es la primera inteligencia que desarrollamos”

–El caudal de conocimiento que genera el centro, ¿se transfiere adecuadamente a la sociedad?

–Hay compañeras que hablan, por ejemplo, del desarrollo local y están haciendo trabajos preciosos. Recientemente vi uno en el que trabajaban en México, Ecuador y Guatemala, lugares muy específicos y allí llega también nuestra investigación, al igual que a toda Latinoamérica y eso es maravilloso. De Uruguay también vinieron hace poco porque conocen nuestro trabajo, otro ejemplo de esa transferencia. No sólo en lo cercano, también en lo lejano. Sin embargo, la investigación es pausada. Una sola no da una respuesta, cuando hay muchas diferentes señalando hacia el mismo fenómeno es cuando podemos decir que la dan. La investigación es más lenta que la sociedad.

–¿Su centro se define como multidisciplinar en Ciencias Sociales y Humanas. ¿Es necesario reivindicar más la investigación que se genera en estos ámbitos?

–Sin lugar a dudas, porque somos humanos y los seres humanos somos grupos sociales. Es ahí donde todo se genera, con la palabra, en sociedad y en grupo es donde somos capaces de sobreponernos a cualquier fenómeno. Por supuesto que hay que tener en cuenta todas las perspectivas, pero lo humano no puede dejar de existir porque dejaríamos de saber la historia, lo que ha ocurrido, los comportamientos entre las personas, de conocer las diferentes culturas, de saber cómo expresarnos de forma adecuada. Y otro elemento más, y es lo que sucede cuando nos llega una información, en ese momento nuestro cerebro la filtra y hace valoraciones emocionales. El neurocientífico portugués Antonio Damasio ha dicho que no somos máquinas pensantes como dijo Descartes, sino sintientes. La investigación para los sintientes está en las Ciencias Sociales y en las Humanidades.

El reto de ayudar a los que enseñan y a los que aprenden

Carmen Fonseca Mora quería enseñar idiomas y también formar a los demás para poder hacerlo, ahora se sabe afortunada por haberlo logrado. No cayó del cielo, sino de una trayectoria que comenzó como maestra de francés, una labor que desempeñó a lo largo de nueve años. Mejor dicho, comenzó a fraguarse aún antes porque, criada en Alemania, a los 13 años era bilingüe en español y alemán y también había estudiado inglés.

A esa edad regresó a un país en el que los idiomas eran sólo cosa de los que llegaban y lo que se enseñaba en la escuela era francés. Pero aprender lenguas para enseñarlas era lo suyo y siguió estudiando, así lo hizo con Filología Inglesa en Sevilla y como miembro activo de la Asociación de Lenguas Modernas.

Ya creada la Universidad de Huelva, la entonces vicerrectora Ana Sánchez Villalva le brindó el diseño de estos estudios en la Onubense, donde se incorporó en 1994. Es catedrática desde 2019 dentro del Departamento de Filología Inglesa de la Facultad de Humanidades. Siempre ocupada y sin embargo siempre accesible, en su currículum destaca el componente afectivo en la enseñanza plurilingüe y la innovación docente en el ámbito universitario. Ha realizado numerosas investigaciones, dirigido una gran cantidad de tesis y es autora de aún más publicaciones para ayudar a los que enseñan y a los que aprenden.

stats