“La Universidad de Huelva debe contar con recursos suficientes sin apreturas”
ENTREVISTA A JOSÉ LUIS GARCÍA-PALACIOS ÁLVAREZ | PRESIDENTE DEL CONSEJO SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD DE HUELVA
Su primer año al frente del órgano de participación culmina con unas cuentas que por primera vez se saldan en positivo y reivindica el papel de los egresados en el engranaje económico onubense
Huelva/José Luis García-Palacios ha cumplido su primer año como presidente del Consejo Social de la Universidad de Huelva, el cuarto en la historia de este órgano de participación de la sociedad en la institución académica. Ingeniero técnico agrícola por la Onubense y miembro de la Asociación de Antiguos Alumnos 3 de marzo, su estrecha vinculación con la Universidad se vio coronada, en sus propias palabras, con la investidura honoris causa a su padre, José Luis García Palacios, en 2019. Un primer año en un contexto especialmente complicado debido a la crisis sanitaria del que hace balance para Huelva Información además de esbozar algunos objetivos para el futuro.
–Acaba de cumplir un año como presidente del Consejo Social y en este periodo sus mensajes han tenido un elemento común de ánimo en estos tiempos complicados. Qué destacaría de este año.
–Lo más resaltable es que hemos incardinado cierta normalidad en las actuaciones del Consejo Social ante unas circunstancias absolutamente sobrevenidas, inesperadas y de incalculables consecuencias. El Consejo Social, de la mano de la Universidad de Huelva, del equipo rectoral, hemos sido capaces de dar una respuesta solvente, empática, solidaria y sobre todo ajustada a la realidad. Eso solamente se hace si existe algo que es fundamental, voluntad y ganas por seguir mejorando, y teniendo como objetivo que nuestros protagonistas esenciales son nuestros estudiantes y nuestra sociedad, que para eso la representamos.
–Su vinculación con la UHU es intensa y prolongada en el tiempo. Uno de los momentos más especiales de esa relación fue la entrega a título póstumo del doctorado honoris causa a su padre.
–El más especial. Hay elementos que me unen originariamente como haber estudiado en ella y pertenecer a la Asociación de Antiguos Alumnos 3 de marzo, pero todo eso se corona y toma razón de ser plena, para mí personalmente y para mi madre y mis hermanos, cuando nuestro padre consiguió el doctorado honoris causa. Es el rango y la distinción más importante que se le puede dar a una persona en la universidad, en su universidad, aunque lógicamente mi padre tuvo que estudiar en la Universidad de Sevilla. Que meses después de esa distinción, cuya entrega fue en mayo de 2019, me propusieran para ser presidente del Consejo Social, es un honor. Un honor doble, ser presidente de un Consejo Social en el que el padre de uno es doctor honoris causa y un enorme reto por la responsabilidad y el elemento emocional que conlleva. Pero sobre todo por la importancia del cargo, al menos la que le da uno. Si todo lo que podamos hacer desde esta presidencia, con la secretaría y todos los miembros del Consejo Social, es en beneficio de nuestra sociedad, una de las cosas que estaré haciendo es seguir los pasos de mi padre.
–El Consejo Social tiene muchos objetivos pero todos giran en torno su carácter de nexo de unión entre la Universidad y la sociedad.
–Es su razón de ser, que la universidad y la sociedad donde está instaurada sea parte del mismo tejido. La composición del Consejo no da otro criterio, es meridianamente claro: una parte de la comunidad universitaria, una parte de representación de la sociedad en base al arco político y también una parte importantísima del arco empresarial y social. Por tanto, de no hacerlo bien, estaríamos atendiendo a otras indicaciones que no son las que particularmente tenemos. La cantidad de actuaciones que podamos llevar a cabo, lógicamente, se tienen que ejecutar por parte de la Secretaría, que es la coordinadora principal del Consejo Social con sus miembros y con la Universidad.
–El consejero de Universidades, Rogelio Velasco, anunció precisamente en Huelva que en el segundo trimestre de este año estaría listo el nuevo modelo de financiación para las universidades. ¿Qué objetivos debería cumplir para la Universidad de Huelva?
–La Universidad debe tener cada año lectivo suficientes recursos para no sufrir apreturas, debe contar con suficiente combustible para abordarlo sin ningún tipo de inquietud. Nuestra universidad es pública y a pesar de ello la gestión debe ser lo más solvente y practicable posible desde el punto de vista empresarial. Tenemos que estar tremendamente orgullosos porque el ejercicio que hemos cerrado y aprobado desde el Consejo Social de la Universidad de Huelva es el primero en la historia de la institución que se salda de manera positiva, lo cual lleva a cabo sobre todo una excelencia en la gestión y el control de los gastos y de los presupuestos de quien la dirige. El nuevo modelo económico que se ha planteado desde la Consejería de la Junta de Andalucía se diseña en un momento en el que la sociedad en general tiene unas necesidades imperiosas. Ya no sólo por la lamentable y tristísima pérdida de miles de personas en nuestro país, y en Andalucía, sino por la desaparición de decenas de miles de empresas y autónomos, con lo cual las necesidades económicas son absolutamente pasmosas. Tenemos la suerte de que nuestra Universidad está perfectamente gestionada, por lo menos en el ejercicio que yo he conocido en la presidencia del Consejo. La ayuda pública debe ser la mejor posible pero eso no tiene que significar que sea la que más cantidad tenga, sino que el importe con el que contemos esté lo mejor gestionado posible, como creo que se está haciendo.
–¿Considera que el actual mapa de titulaciones de la Universidad de Huelva se ajusta a la demanda del tejido productivo de la provincia?
–Esa es una de las misiones de este Consejo Social, porque el mapa de las nuevas titulaciones debe ajustarse lo más posible a la demanda que precise la sociedad. Las titulaciones demandadas se basan en la actividad empresarial y económica del entorno de influencia en nuestra Universidad y la provincia de Huelva es tremendamente multidisciplinar: desde la industria tecnológica o energética, química y básica, la minera, la extractiva, la pesca, la agricultura... ¿Qué tendríamos que tener, 250 titulaciones? Eso es imposible y por tanto, la opinión de nuestro Consejo Social ante la Universidad hace precisamente que intentemos ser lo más óptimos y que las nuevas titulaciones se ajusten exactamente a la demanda no actual, sino a la que podemos prever a medio plazo. Tenemos que tener suficiente capacidad de visión de futuro para saber que dentro de cinco años se necesita un tipo de ingeniería o humanidades con el que actualmente no contamos.
–Entre los objetivos del Consejo destaca también el de mejorar la empleabilidad y el desarrollo profesional de los egresados. ¿En qué acciones se ha concretado la actuación en este sentido y cuáles tienen planeadas para el futuro?
–En este aspecto el Consejo juega un importante papel porque los egresados al final son fruto de la actuación que haya llevado la Universidad dentro de la propia sociedad. Si en ella no se valora suficientemente a nuestros propios estudiantes titulados como un elemento diferenciado frente a otro, estaremos cayendo en el permanente error de considerar que lo que viene de fuera siempre es mejor que lo que tenemos aquí. Haríamos un flaco favor a nuestra sociedad onubense si desde el Consejo Social, si desde la Universidad y la propia sociedad no nos esforzamos en buscar esos nichos suficientes para que nuestros egresados formen parte esencial del engranaje productivo de nuestra economía provincial. Además, no se podrá aplicar mejor esfuerzo que el que aplicas en el lugar donde has nacido y quieres. Muchas veces debato cuando algún conocido comenta que enviará a su hijo a estudiar fuera. El mejor acto de empatía y de solidaridad lo podemos hacer creando riqueza en nuestro entorno, no yéndonos a las Antípodas, que está muy bien como aventura, pero con el paso del tiempo nos daremos cuenta de que hemos cometido un error.
–En el apartado económico, el Consejo Social aprueba el presupuesto de la Universidad y supervisa su ejecución. ¿Cuáles son las prioridades de ese presupuesto?
–Cuando un presupuesto se gestiona con suficiente capacidad empática, se optimiza. No es una cuestión de que alguien nos diga qué buenos somos por lo bien que lo hacemos. La Universidad de Huelva es la primera en transparencia de todas las universidades de España, creo que eso es una prueba irrefutable de que las cosas se están haciendo bien y en el sentido debido. El Consejo Social no por eso tiene que dormirse en los laureles y evidentemente tomar en consideración que todo es bueno si viene de la Universidad. Tenemos que cumplir con nuestro papel fiscalizador, más que eso supervisor. Tenemos una responsabilidad y el hecho de pertenecer al Consejo Social no es un mero puesto honorífico, supone también una responsabilidad legal porque damos el visto bueno a unas cuentas de la que probablemente sea la empresa más importante de Huelva. Por número de clientes y también por la cualificación de sus empleados, en este caso profesores. Sobre todo por el impacto que esta empresa puede tener en el devenir del futuro de nuestra provincia. A nosotros nos importa mucho que salgan las cosas muy bien y que así lo podamos constatar.
–Recientemente, en el Día de la Industria se anunció una importante inversión de Atlantic Copper de 262 millones de euros para una planta de reciclaje que crearía 350 empleos y estará lista en 2024. ¿Qué puede hacer el Consejo Social para que los universitarios de la UHU saquen provecho de esta oportunidad?
–Que se den cuenta de que tenemos una extraordinaria empresa que es netamente onubense aunque pertenezca a una multinacional. Además, en esta Universidad hemos tenido la suerte de haber contado con un presidente en el Consejo Social que ha sido director de Atlantic Copper como es Miguel Palacios, flamante Medalla de oro de la UHU. Qué mejor ocasión pueden tener los estudiantes para que vean una magnífica oportunidad de formar parte de una empresa que les va a abrir la puerta al mundo entero desde Huelva. Conozco a muchos compañeros de estudios que trabajan en Atlantic Copper. Algunos están en Madrid pero la mayoría de ellos vienen a vivir a Huelva los viernes por la tarde. Que una provincia y una ciudad como Huelva cuenten con la comodidad y la calidad de vida que tienen y además con una industria como es Atlantic Copper, que puede abrirnos tantas puertas y tantas oportunidades a nivel mundial, es una situación extraordinaria. Hablaba con un joven y conocido arquitecto de Huelva que me comentaba que estaba detectando un enorme interés de personas foráneas por venirse a vivir a Huelva en los próximos tiempos. Creo que quizá la pandemia nos hace cambiar muchas cosas porque las grandes urbes nos llenan a todos los ojos de estrellitas pero cuando ocurren situaciones como ésta, uno empieza a valorar cosas que se habían desechado. Quizá eso beneficie en un futuro a Huelva, a la provincia y al medio rural, que también es importante como foco de esperanza para estos próximos tiempos.
–Los estudiantes de la UHU reciben la formación teórica on line desde noviembre a consecuencia de la pandemia. ¿Considera que esta modalidad merma la formación de los estudiantes?
–Debería perfeccionarse porque se va a basar en la voluntad y en el esfuerzo que ponga cada uno en formarse. La formación on line tiene unas comodidades y otras incomodidades, algunas afecciones y otras cuestiones favorables, pero se basa sobre todo en la intención y la capacidad personal de cada uno de mejorar. El hecho de estar obligado a conectarte pero dejarte llevar o implicarte, estoy seguro de que nos va a hacer mejores profesionales, sin duda.
–Además de a Miguel Palacios, la UHU ha concedido su Medalla de oro al personal sanitario en Huelva. Dos distinciones muy merecidas.
–Sin lugar a dudas. El sector sanitario a nivel general hasta ahora era algo que estaba ahí, al que se acudía en caso de necesidad pero ahora es cuando nos damos cuenta de la importancia que tiene. Todo homenaje que se haga es poco, no sólo con aplausos sino con el reconocimiento profesional que conlleva la distinción. Son quienes nos cuidan cuando no tenemos otro asidero al que recurrir. Ha sido una trinchera inexpugnable y hay que reconocérselo en todos los sentidos. Qué mejor que desde la Universidad y aunque sea una cuestión simbólica ayude a que vaya calando. Con Miguel Palacios he tenido la suerte de compartir presidencia y vicepresidencia en la Federación Onubense de Empresarios, es una persona a la que le tengo una altísima admiración profesional y más aún personal, al igual que a su esposa, una mujer extraordinaria. La Medalla de oro no es que sea merecidísima, debe ir per se, no debe ser la última que le puedan dar, tendrán que otorgarle muchas más.
También te puede interesar
Lo último
El Malacate
Javier Ronchel
¿Y si este año viajamos a Huelva?
Salud sin fronteras
La IA y la humanización
Visto y Oído
Voces
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Nuestro maravilloso Elon
Contenido ofrecido por Combo Comunicación
Estos galardones tienen como propósito reconocer el talento y los logros de empresarias, emprendedoras y mujeres referentes en diversos ámbitos.
Contenido ofrecido por ADECCO