"Escribir ya es importante si quieres transmitir una idea"

VOCESDEHUELVAramón llanes domínguez. poeta

La plataforma Poetas de Huelva por la Paz fue concebida por él para llevar a la provincia un mensaje de cultura contra la violencia

Está convencido del poder de la palabra en el pueblo

Ramón Llanes (Tharsis, 1949) posa pensativo en los jardines de la Casa Colón, uno de sus espacios favoritos en la capital onubense.
Ramón Llanes (Tharsis, 1949) posa pensativo en los jardines de la Casa Colón, uno de sus espacios favoritos en la capital onubense. / Fotos: Josué Correa
Javier Ronchel

26 de febrero 2017 - 02:07

Siempre fue poeta pero ahora lo vive con más intensidad. Ramón Llanes está retirado de la vida laboral, pero no todo lo da la disponibilidad de tiempo. Se ha contagiado del que cree un "momento dulce" para la poesía en Huelva, con una fertilidad editorial nunca conocida antes, en la que se ha apoyado para desarrollar uno de sus más queridos proyectos: la plataforma Poetas de Huelva por la Paz, que reúne a decenas de personas de la provincia para reivindicar el fin de los conflictos con sus versos. Pero esta iniciativa es mucho más que poesía y compromiso social. Mana directamente de las raíces, de una reivindicación de la cultura popular, de la sabiduría de la gente, de comarcas como la suya, el Andévalo, y de pueblos como su querido Tharsis, en los que se afana por alentar el pensamiento entre los vecinos que ayude a sacarlos del ostracismo. Esta semana la Asociación Tres de Marzo, de antiguos alumnos de la Universidad de Huelva, le ha concedido el premio de la Cultura 2017.

-¿De dónde sale la idea de crear esta plataforma y llevar su mensaje por toda la provincia?

El año pasado se presentaron 47 obras onubenses en la Feria del Libro. Eso era ciencia ficción hace 20 años"

-Llega como consecuencia de todos los atentados de finales de 2015. Soy de la idea de que todo ser humano debe tener conciencia y una actitud positiva frente a todos los conflictos. Todo un compromiso de verdad con la paz, con la realidad, que, en definitiva, es un compromiso con la vida. Y pensamos que era una idea genial hacerlo a través de la palabra. Llevamos la paz y la poesía a los pueblos de forma totalmente altruista. En principio sólo éramos ocho o diez poetas pero se fue uniendo gente, pero gente no elitista. Gente que escribe, que tiene algo que decir en favor de la paz o en favor de la poesía, gente que tiene una intuición. Ya hemos pasado por unos 60 pueblos y por lugares como la cárcel, colegios, centros de mayores... Hemos tenido actos con 200 personas escuchando poesía, poesía de paz. Eso fortalece el alma, fortalece también la literatura, la convivencia y el espíritu, en general, de todos.

-Dice que el grupo no es elitista.

-Captamos personas del pueblo a las que les gusta escribir o les gusta hacer una reflexión sobre la paz. Y como todo es altruista y no hay dinero de por medio, es como muy agradable, muy fácil.

-Se han convertido en un cuerpo de paz, en un cuerpo de cultura.

-También porque no sólo se habla en esos momentos de paz o de poesía, se habla de muchísimas cosas. Una vez que terminamos el acto, estamos con la gente, con aquel que tiene algo guardado, que nunca lo sacó y quiere leerlo. En eso está la idea de no elitismo, de que todo el que quiera decir algo, lo diga, sin entrar a valorar la calidad del poeta o la calidad del texto. Se trata de un movimiento de vida. La vida tiene que moverse, tiene que estar en continua evolución, con las ideas cociéndose en los peroles de las mentes continuamente.

-En el prólogo de la antología que han publicado habla de guerras en un sentido amplio: de las íntimas, las cercanas, las personales....

-Una disputa familiar es una pequeña guerra. Hay que tenerlo en cuenta. Y contra eso también queremos trabajar. No quiero decir luchar, porque combatir la guerra es una contradicción. Somos trabajadores de la poesía y de la paz.

-Porque para conseguir grandes logros, antes hay que empezar por el propio entorno.

-Y las personas que están en esto creen en ello. No van a leer un poema y punto. El lunes pasado dijo una persona que desde que pertenece a esta plataforma es mejor persona. Y hay algo que digo también en todos los actos, que pueden durar una hora u hora y media: en ese tiempo hemos sembrado paz través de la palabra, y en ese momento seguro que no hay ningún conflicto interior.

-Este proyecto tiene mucho de la tradición oral antigua.

-¿Sabes de dónde viene la idea? Me viene de los teatros de La Barraca, de García Lorca. Lo recordé un día y me dije, ¿por qué no? Lorca y Pepe Caballero hicieron La Barraca. Y Pepe hizo después en Huelva La Tarumba, que seguía esa misma idea. De ahí salió todo.

-¿Por qué ha perdido tanto peso la cultura estos años ?

-Quedaría muy bien que dijera que porque siempre hubo falta de apoyo institucional, pero no es solamente eso. Creadores ha habido siempre pero ha faltado imaginación para poner en valor la cultura, y la literatura en particular. Ciertamente para las instituciones ha tenido siempre un papel secundario pero a nosotros los creadores nos ha faltado siempre un poco de imaginación, de empuje y de agallas. Y esta idea surge para poner agallas, porque las guerras se tendrán que acabar en el mundo en algún momento, sin hablar de otro tipo de conflictos. ¿Que es una utopía? Pues sí, pero las utopías están precisamente para alcanzarlas.

-¿Se le llama utopía para justificar el inmovilismo en la sociedad?

-Eso es. No me muevo porque es imposible. Pero si no sembramos un árbol, no tendremos árboles dentro de cuarenta años.

-El proyecto se ha reflejado en un libro colectivo con 75 autores.

-Es un manifiesto, realmente, al que pueden acudir quienes no nos han escuchado en los pueblos. Podemos felicitarnos porque estamos en un momento en el que se lee muchísima más poesía que en otro momento anterior. Se dice que no son buenos tiempos para la lírica, pero ahora mismo estamos en un momento dulce porque tenemos un elemento importante: la puesta en valor de la editorial. Está publicando gente que hace 20 años no lo hubiera podido hacer, quizá por falta de calidad, digamos. Pero hemos pasado del elitismo al pensamiento; simplemente al pensamiento llano, sin entrar a determinar si unos escriben mejor o peor. Escribir ya es importante si tienes la intención de transmitir un pensamiento, una idea.

-Se está publicando más que nunca y se está creando una industria editorial en Huelva.

-El año pasado en la Feria del Libro se presentaron 47 obras de autores onubenses. Eso era ciencia ficción hace 20 años. Y este año la oferta de presentaciones de libros va a ser muchísimo mayor. Estamos tocando prácticamente a presentación de libro diario en Huelva. El momento es idóneo por una serie de editores que han surgido ahora, encabezados por Rafa Pérez, de la editorial Niebla. Hay que nombrarlo porque es como un maná caído del cielo en el momento adecuado, a la hora correcta. Rafa aporta criterios nuevos, establece un diseño distinto de la publicación y está en la misma onda que nosotros respecto a la calidad: se olvida del elitismo para publicar incluso en contra de su propio interés como empresario. En tres años, Niebla lleva ciento y pico de publicaciones, y después han surgido Tranvía, Versátiles, Pábilo... Esto es agradable porque es importante que la ciudad se vaya moviendo en torno a la cultura.

-Hay más movimiento en general.

-Exposiciones de pintura, de fotografía, movimientos que intentan recuperar los edificios de Huelva capital, que son culturales también. Y los movimientos gastronómicos. Eso es cultura y es activismo, en la órbita de algo que siempre va a tener unas consecuencias positivas para la ciudad.

-Poetas de Huelva por la Paz es una muestra del caracter integrador que puede tener la cultura.

-Ese proceso de integración se produce y con unas consecuencias muy positivas. Quién sabe si cuando escuches un recital no se te queda una determinada frase en favor de la paz y dices que vas a poner en práctica ese mensaje. Y lo más grato es el entusiasmo. La sonrisa de la gente cuando acaba el acto, te dan un abrazo y te dicen lo importante que es lo que estás haciendo.

-¿Ese activismo que se ve en la cultura es lo que le falta a Huelva?

-Huelva, como decía un amigo mío, está todavía sin terminar. Todavía tenemos que ir terminándola nosotros. La recuperación de los edificios es muy importante y parece que ya estamos cerquita de conseguirlo porque hay un grupo de gente muy luchadora interesada en su consecución. Pero fíjate que recuperar a todos esos poetas que estaban escondidos es también como recuperar edificios antiguos que están olvidados o que están sin uso. Eso es lo que yo quiero. Aquí hay personas mayores, muy mayores, que nunca habían tenido la posibilidad de recitar un poema suyo ante un público, y la plataforma le ofrece esa posibilidad y de que posiblemente algún mensaje de los que van en su poema pueda ser captado por alguien.

La pasión por los paisajes mineros de Tharsis

Hablar de Ramón Llanes sin hablar de Tharsis es simplemente imposible. Su pueblo natal (1949) tiene una presencia total en su vida y en su pensamiento. De esos paisajes mineros, de sus andanzas infantiles entre vacies y charcos de agua grao, de ese reconocible paisaje minero, de los inigualables horizontes andevaleños, salieron sus primeros versos, y siguen saliendo los presentes. Es su fuente de inspiración continua. Ahora anda empeñado en conseguir la paz llevando la poesía por todos los pueblos de la provincia de Huelva, aunque asegura que es allí donde realmente reside la paz del espíritu. Por eso no pueden pasar las semanas sin que pasee entre las jaras y los aromos que encuentra alrededor de su casa, frente a la corta de Filón Centro, muy cerca de Filón Norte y Sierra Bullones, donde se levantaba su adorado malacate. A estas vistas dedica una fotografía cada semana en las redes sociales, "para que algunos puedan recordarlas o disfrutarlas en la distancia". Su carácter, siempre vitalista, emprendedor en todos los sentidos, le llevó con un compañero a fundar en los años 70 una gestoría en Huelva con sedes repartidas por toda la provincia. Ahora disfruta de su jubilación mientras dos de sus tres hijas siguen su camino ayudando a las pymes. Es su momento para volver a disfrutar con la poesía, en este nuevo renacer que identifica en la cultura onubense.

stats