Europa y la ONU vigilan Doñana
El Fondo Mundial para la Naturaleza y Ramsar evaluarán el estado de la Reserva de la Biosfera · WWF-Adena advierte de que el proyecto de los puentes de Punta Umbría vulnera la legislación europea
La comunidad científica internacional ha vuelto, cuarenta años después de llegar a Huelva, a poner sus ojos en el Parque Nacional de Doñana y en las Marismas del Odiel, dos de los humedales más importantes de Europa incluidos en el convenio Ramsar.
La decisión del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) se debe a las nuevas amenazas que se ciernen sobre estas dos Reservas de la Biosfera y que se resumen en la expansión de núcleos urbanos y turísticos, dragados como el del Guadalquivir, construcción de infraestructuras, entre las que se encuentran desdobles, autovías, carreteras, puentes y el oleoducto Huelva-Extremadura, además de la creciente intensidad de la actividad agrícola y ganadera.
La plana mayor de WWF-Adena pedirá a organismos internacionales como la Unión Europea y el Convenio Ramsar, una entidad impulsada por la Organización de Naciones Unidas y suscrita por 119 países para preservar los humedales, que evalúen las amenazas inmediatas y futuras y en 2012 se presenten las conclusiones de esta 'lupa' y vigilancia internacional puesta en marcha ya para evitar la degradación irreversible de los humedales onubenses, considerados por los expertos "esenciales para la biodiversidad".
El secretario general de Ramsar, Anada Tiéga, ha anunciado que para cumplir este objetivo tramitará la correspondiente solicitud al Gobierno español. Tiéga no descarta anticipar esta evaluación y cree firmemente que el Espacio "debe ser un ejemplo de convivencia entre la preservación de sus riquezas y el mantenimiento de actividades económicas sostenibles". Por eso, el dirigente mundial de Ramsar apostó durante su estancia en la zona de marismas por consolidar un diálogo sincero y constructivo entre todas las partes y actores implicados en la conservación de Doñana. Anada Tiéga lanzó al mundo desde el Parque un mensaje de conservación: "Nuestra salud depende de la salud de las zonas húmedas y del agua, los humedales sostienen la vida y debemos defenderlos entendiéndolos como todo un sistema fluvial en el que también se incluyen los ríos y el mar, si los contaminamos estamos contaminando los recursos naturales y nuestra salud".
Durante su reciente visita a Doñana con motivo del Día Mundial de los Humedales y el cuarenta aniversario del Espacio Protegido, el director general de WWF-Adena, Jim Leape, y el secretario de esta organización en España, Juan Carlos del Olmo, aseguraron que el Parque Nacional y Marismas del Odiel "son parte de un mismo conjunto". Del Olmo cree que "los puentes proyectados entre la Punta del Sebo y Punta Umbría tendrán una repercusión muy negativa sobre las marismas" y advierte que "vulneran las actuales leyes europeas".
Leape observa que bajo la alfombra de la situación económica actual existe ya "una crisis medioambiental subyacente" por lo que "los próximos años serán esenciales para comprobar si somos capaces de vivir la sostenibilidad".
En medio de este panorama, Doñana cumple cuarenta años. Y para Luc Hoffman, un potentísimo empresario suizo y fundador del Parque junto a José Antonio Valverde, Max Nicholson, Francisco Bernis, Félix Rodríguez de la Fuente o Mauricio González Bordón, resulta que "en su entorno hay ahora más presiones y amenazas que hace cuarenta años".
Hoffman encuentra muy bien conservado el núcleo central de Doñana aunque pide a la población del entorno que "se implique directamente en la defensa y gestión del ecosistema" y recomienda que "no se olviden de que el reconocimiento mundial de este enclave ha propiciado su conservación como un valioso ecosistema" reconocido internacionalmente como Patrimonio de la Humanidad, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y humedal de importancia mundial del Convenio Ramsar.
Quien no ha olvidado el papel primordial que juegan los habitantes del entorno es el alcalde de Almonte, Francisco Bella. Lo sabe bien pues vivió en primera persona y como concejal los enfrentamientos que se desarrollaron a finales de la década de los ochenta cuando una Comisión Internacional de Expertos diagnosticó que la situación de Doñana era insostenible. Fueron los tiempos en los que se intentó colar el proyecto Costa Doñana que aún colea con negras permutas de terrenos que se extienden hasta el Castillo de la Luz. La propuesta de urbanizar la costa fue contestada por científicos, conservacionistas y una respuesta social masiva centrada en la Plataforma Salvemos Doñana. La protesta paralizó el nuevo desarrollismo y propició que hoy existan 32 kilómetros sin edificar.
Bella, hoy alcalde de Almonte y recambio socialista de Rafael Domingo Díaz López, piensa que "la gente de aquí quiere ser maestro de obras en la tarea de gestionar Doñana". El alcalde reivindica el diálogo como fuente para resolver los problemas que atañen a la reserva en vez de "aislar el terreno y protegerlo de su propia gente".
No en vano, Doñana es también hoy motor de desarrollo para su entorno, una fuente de empleo directo y soporte de actividades turísticas, de naturaleza, y tradicionales como el marisqueo, la apicultura, la ganadería y la agricultura.
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