Fantasmas en Huelva: Las Marimantas

Huelva Paranormal

Un testigo, Miguel Ángel Ordóñez, cuenta su experiencia junto al castillo de Cortegana, donde vio a una figura fantasmal envuelta en una especie de sábana blanca

Misterio en el Palacio del Acebrón en Doñana

Representación de las marimantas.
Representación de las marimantas. / M. G.
José Manuel García Bautista

02 de junio 2024 - 05:00

Huelva/La provincia de Huelva, como cualquier otro lugar con una rica historia y tradiciones, no está exenta de leyendas sobre fantasmas y seres míticos. Entre ellas, destaca la figura de las "marimantas", narrada por Ignacio Garzón.

La leyenda de las marimantas no se limita a un solo lugar, sino que se extiende por la Sierra de Huelva, diversos puntos de la provincia y el sur de Extremadura. Se trata de un ser fantasmal que, en noches desapacibles, al caer la noche o ya de madrugada, recorre las calles envuelto en una sábana blanca y con un farol en la mano.

Aunque la figura se conoce como "marimanta" en Aracena, en otras zonas como La Palma del Condado o Valdelarco recibe el nombre de "fantasma".

Orígenes inciertos

El origen de esta leyenda sigue siendo un misterio. Algunos la asocian con almas en pena que buscan expiar sus pecados, mientras que otros la relacionan con antiguas tradiciones paganas.

A pesar de su carácter fantasmal, las marimantas forman parte del folclore y la cultura popular de Huelva. Su historia se transmite de generación en generación, alimentando la imaginación y el misterio en torno a estos seres espectrales.

Las Marimantas: ¿Fantasmas o algo más?

Si bien la leyenda de las marimantas nos presenta un ser fantasmal, las posibles explicaciones de su origen son mucho más terrenales que espirituales. Ignacio Garzón nos ofrece tres opciones: espías, se dice que las marimantas eran personas que usaban la sábana blanca y el farol para no ser reconocidas mientras espiaban a alguien; amantes clandestinos, otra teoría sugiere que las marimantas eran personas que frecuentaban prostíbulos o tenían relaciones extramaritales, utilizando este atuendo para ocultar su identidad; y atemorizar, en tanto que también se plantea la posibilidad de que las marimantas fueran simplemente una forma de asustar a alguien.

Fantasmas o imaginación

A pesar de las explicaciones lógicas, los avistamientos de marimantas siguen siendo frecuentes, especialmente en lugares con características que estimulan la imaginación, como espacios oscuros, grandes, relacionados con la muerte o donde han ocurrido eventos trágicos.

Relato de lo imposible

Nuestro testigo, Miguel Ángel Ordoñez, nos contaba una experiencia muy personal en torno a la Marimanta: “Era una noche fría y lúgubre, de esas que erizan la piel y hacen que el corazón palpite con un ritmo acelerado” decía. Miguel, un joven aficionado a la Historia y a los misterios, se encontraba recorriendo los alrededores del castillo de Cortegana, fascinado por la atmósfera tenebrosa que lo rodeaba.

De pronto, un sonido extraño llegó a sus oídos. “Era un canto lúgubre, como un lamento que emanaba de las profundidades de la tierra”. Miguel se detuvo, intrigado y un poco asustado. “El canto se acercaba, cada vez más claro y más espeluznante”.

“De la niebla surgió una figura fantasmal, envuelta en una especie de sábana blanca que ondeaba al viento. En su mano sostenía un farol que apenas iluminaba su rostro, oculto en la oscuridad”. Miguel se quedó paralizado por el terror, sin saber qué hacer.

“La figura se acercó lentamente, y pude distinguir la silueta de una persona alta y delgada. Sus ojos oscuros, y una sonrisa macabra se dibujaba en sus labios”. Miguel sintió un frío recorrer su cuerpo, como si un hielo le oprimiera el corazón.

Miguel, sin poder articular escuchó que le decía aquel “ser”: “No encontrarás lo que buscas” y se fue “desapareciendo como si nunca hubiera estado allí”. Miguel se quedó solo, temblando de miedo y confusión. ¿Había sido un sueño? ¿Una alucinación? No lo sabía, pero la imagen de la Marimanta y su voz fantasmal quedaron grabadas en su mente para siempre.

Desde ese día, Miguel nunca volvió a acercarse al castillo de Cortegana. La leyenda de la Marimanta lo había perseguido, sembrando en su corazón una semilla de terror y misterio que jamás se apagaría.

Más allá de la creencia en fantasmas o no, el 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, es una fecha para recordar a las personas que ya no están con nosotros, valorando su vida y el legado que nos dejaron, en lugar de enfocarnos en el vacío que su ausencia ha creado.

La leyenda de las marimantas nos recuerda que la línea entre la realidad y la imaginación puede ser difusa, especialmente en lugares que evocan misterio y emociones. Es importante mantener una mente abierta, pero también crítica, ante este tipo de historias y tradiciones.

Si te encuentras en Huelva durante una noche desapacible, ten cuidado al caminar por las calles, especialmente si cae la noche o ya es de madrugada. ¡Quién sabe si te podrías encontrar con una marimanta!

Si quieres profundizar en las leyendas de Huelva, te recomiendo visitar los pueblos y aldeas de la Sierra, donde los lugareños estarán encantados de contarte historias y tradiciones locales.

*Si has vivido alguna experiencia extraña no dudes en escribirnos y contárnosla a correo@garciabautista.net

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